Este título, ha sido ganado desde 1911 cuando el Perú fue el primer país a nivel de Latinoamérica en adquirir dos sumergibles, el Ferré y Palacios, con la finalidad de resguardar y defender la soberanía marítima lo cual lo colocó a la vanguardia en este tipo de embarcaciones bajo el agua, afirmó.
“En estos dos años de escuela, la dotación de un submarino tiene que haber aprendido a dominar todos los sistemas y equipos a bordo, como lanzar las máquinas, efectuar una carga de baterías, emplear el periscopio, el sistema de control de tiro y dominar el arte de navegar el submarino tanto en superficie como en inmersión”, acotó en declaraciones a la agencia Andina.
Al término de la preparación teórico-práctica, puntualizó, el personal oficial rendirá una prueba de calificación que, de ser aprobada satisfactoriamente, será certificado para formar parte de la tripulación de un submarino.
No es fácil el entrenamiento del futuro submarinista, agregó, pero una forma de motivarlos durante su proceso de formación es la colocación de las insignias de graduación con el nombre grabado del próximo egresado en la puerta de entrada de cada aula lo cual les recordará el objetivo por el que ingresaron a la escuela.
Jefe de la Escuela de Submarinos de la Marina, Capitán de Fragata Sandro Canales.
“Perú, es el primer país latinoamericano en contar con unidades submarinas después de Estados Unidos. A lo largo de estos 112 años de jornadas marinas hemos contado con diversas unidades submarinas de distinta fabricación. Los dos primeros fueron franceses, luego americanos y, posteriormente, alemanes que son con los que contamos actualmente”, precisó.
De acuerdo con el superior, en 1911 empiezan a formarse los primeros marinos de la especialidad submarinista calificándose a bordo de las unidades submarinas. Sin embargo, la escuela se creó oficialmente el 1 de marzo de 1939 como parte del Arsenal Naval del Callao, luego funcionó en el Centro de Entrenamiento Técnico Naval, para posteriormente trasladarse en 1989 al nuevo edificio ubicado en la Base Naval del Callao.
Perfil del submarinista
La entrega, compromiso y el trabajo en equipo son algunas de las características del oficial y técnico marino para convertirse en parte de las dotaciones de las unidades submarinas de la Marina de Guerra del Perú ya que esta es una de las especialidades de la Escuela Naval, subrayó el Capitán de Fragata Canales.
“Es un trabajo que requiere compromiso, entrega, responsabilidad y preparación en el empleo de todos los implementos que el submarino posee; el trabajo del submarinista es un trabajo en equipo porque de nuestro esfuerzo depende la labor de los demás”, aseveró.
Para darles una capacitación de primer nivel y acorde a las nuevas tecnologías, dijo, la Escuela de Submarinistas cuenta con modernos simuladores donde los jóvenes marinos pueden realizar operaciones tácticas como si estuvieran sumergidos en el mar, lo cual les da la expertiz necesaria.
Entre ellos, se tiene el simulador de puente, simulador de periscopio, simulador sonar de flanco y un Sistema de Comando Control Kallpa.
Por otro lado, indicó que los especialistas que requiere un submarino y para los que son capacitados son de operador sonar (identificación de sonidos en el mar), telemáticos, motoristas, electricistas, armas submarinas, controlistas de tiro, etc.
Actualmente, la Marina de Guerra del Perú posee seis submarinos siendo los de mayor antigüedad el BAP Islay (SS-35) y BAP Arica (SS-36), cada uno con cerca de 1,100 toneladas de desplazamiento y los más modernos el BAP Angamos (SS-31), BAP Antofagasta (SS-32), BAP Pisagua (SS-33) y BAP Chipana (SS-34).
Acreditación
El Capitán de Fragata Canales resaltó que, gracias a los esfuerzos de la institución por elevar cada año los estándares de enseñanza, el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace) le otorgó en noviembre del 2020 al programa de posgrado de Segunda Especialidad Profesional de submarinos la acreditación de carrera profesional de educación superior universitaria por seis años.
“La primera acreditación que obtuvimos fue por un año en el 2015; el 2016 por tres y en el 2020 nos dieron la acreditación más alta que es de seis. Esto demuestra que la escuela cuenta con procesos de aprendizaje y mejora continua. Además, este es un reconocimiento público al trabajo de este centro de estudios que busca formar a las nuevas dotaciones”.
Personal femenino
Sobre la exclusividad de personal masculino en la formación de submarinistas, Canales sostuvo que, por el momento, el ingreso de mujeres a esta especialidad no está considerado, pero no descartó que, en el futuro, la dotación femenina también forme parte de la escuela con las condiciones de trabajo adecuadas para el ejercicio de sus funciones.
“El empleo de personal femenino (en la Escuela de Submarinos), tanto de oficiales o profesional técnico, por ahora, pasa por una fase de análisis ya que requiere que la Marina les asegure condiciones aceptables para que puedan desarrollar su trabajo”, concluyó.
Más en Andina
(FIN) ICI/LIT