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Escritor y diplomático Alberto Massa vuelve con El oculista

Alberto Massa

Alberto Massa

09:00 | Lima, may. 27 (ANDINA).

La historia contiene una fascinación especial para Alberto Massa. Lector impenitente y apasionado de la cultura peruana, su pasión se ha vertido en diversas novelas ambientadas en distintos momentos de la historia nacional. Como ya lo había demostrado en El último día de Francisco Pizarro, Massa vuelve a tomar el tema histórico en El oculista (Alfaguara, 2009).

 
Pero con una salvedad: en vez de tomar un hecho histórico y agregarle el componente ficticio, en esta ocasión la trama posee un trasfondo histórico. "Es el cruce de los destinos de dos hombres: el Oidor Decano que piensa que lo tiene todo, pero se está quedando ciego, y un oculista, un hombre humilde y ordinario, pero que tiene un don: maneja los misterios de la luz y el ojo humano", sostiene Massa.

El escritor y también diplomático indica que podemos hallar en su nuevo libro diversos elementos históricos –la Lima colonial con su peculiar arquitectura, la política y un ámbito determinados–, "pero no son lo fundamental de la novela. Investigué mucho para poder trabajar esa etapa. Es el contexto de la Real Audiencia y de los virreyes sensuales y dispendiosos, pero también de una crítica a los gobernantes españoles por los criollos que reclaman sus privilegios, y que contextualizan cierta mentalidad."

Inspirado en una crónica de viajero que asegura que Lima no tiene nada que envidiar a sus pares en España, Massa descubrió que en la otrora Ciudad de los Reyes existían oculistas.

Uno de ellos, Antonio, un hombre sencillo que vive en los arrabales limenses, debe atender al Oidor Decano, Lucas Raymundo de Antequera y Liñán, un hombre que, pese a toda su altanería, está perdiendo la visión.

Oposiciones

Uno de las características de la novela es su juego de oposiciones. Por ejemplo, la vida privada del Oidor Decano contrasta sobremanera con la del oculista. El primero ejerce su autoridad absolutista en la vida pública, pero en la privada no es feliz y es mangoneado por su madre.

El segundo no es nada en lo público, pero es feliz con lo poco que tiene. También figura el lenguaje: mientras que el lenguaje aristocrático es ampuloso y formulaico, el del oculista es más llano y sincero.

"El oculista es el anuncio del peruano actual, el germen de la peruanidad. Ese es un ejemplo que encarna a los criollos desplazados, y está más empatado con el sentir popular, disfruta la vida y la ciudad. El oidor más bien vive en su calesa, marca distancias frente a los demás. Por eso lo vemos con cierto humor, por su artificialidad."

El oculista alberga una historia de intrigas y encuentros, que darán pie al origen de un nuevo estado de cosas. La lectura de esta nueva novela de Alberto Massa bien puede darnos algunas claves sobre el origen de nuestra nación y nuestra mentalidad.

Tras probarse anteojo tras anteojo, e instigado por su madre, el Oidor Decano en su desesperación acude donde el oculista, ciertamente un hombre que tiene un don. "Es un autodidacta.

En ese entonces no se sabía muchas cosas evidentemente de la vista y la óptica, pero había anteojos. El oculista pasa su vida entre cristales y libros sobre la visión (que sí existen), pero se verá obligado a involucrarse con el oidor."

Datos

-Alberto E. Massa nació en Lima en 1952. Estudió Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y se graduó en la Academia Diplomática en 1977.

-Prestó servicios en la Representación Permanente del Perú en Ginebra y en las embajadas de distintos países. Actualmente es cónsul del Perú en Shanghái.

-Ha publicado las novelas Los ángeles encumbrados (1988), La piedra (2002), El último día de Francisco Pizarro (2003) y El secreto del dios viajero (2006).

(FIN) DOP


Publicado: 27/5/2009