La Federación Turca de Fútbol (TFF) anunció este viernes severas sanciones contra 149 árbitros y asistentes tras descubrirse su implicación en apuestas deportivas. Las suspensiones, que van de 8 a 12 meses, forman parte de una investigación sin precedentes que sacude al arbitraje turco y amenaza con extenderse a otros actores del fútbol local.
El caso salió a la luz luego de que la TFF informara el lunes pasado que 371 de los 571 árbitros federados mantenían cuentas activas en plataformas de apuestas, y que 152 de ellos habrían apostado directamente en competiciones oficiales, infringiendo las normas de la institución.
Posteriormente, el martes, la Federación trasladó a estos árbitros al consejo de disciplina, que hoy dictó sanciones para casi todos los involucrados, dejando fuera únicamente a tres de los investigados.
Según medios locales, entre ellos Habertürk, la investigación no se limita al cuerpo arbitral: también incluiría a jugadores, dirigentes y otros miembros de clubes profesionales. Además, se estarían revisando los registros telefónicos de los árbitros para determinar posibles vínculos con redes de apuestas ilegales.
Pese a la magnitud del escándalo, la prensa turca descartó que la TFF ordene repetir los partidos arbitrados por los sancionados. Mientras tanto, los principales clubes del país —Fenerbahce, Galatasaray y Besiktas— han respaldado la investigación, destacando la necesidad de transparencia y de recuperar la confianza en el fútbol turco.
En Turquía, las polémicas arbitrales son frecuentes y los clubes suelen presentar quejas formales tras los partidos. Este nuevo escándalo reaviva el debate sobre la posibilidad de designar árbitros extranjeros para las competiciones locales, con el objetivo de garantizar imparcialidad y credibilidad en el torneo.