El rojo en los dulces y medicamentos está bajo sospecha por su posible relación con el riesgo de cáncer y el Congreso de la República se encamina a prohibirlo tras la aprobación, ayer, de
en la Comisión de Defensa del Consumidor.
Aunque aún falta la aprobación en el pleno del Parlamento para que la medida se convierta en ley, nutricionistas enseñan cómo reconocer el colorante sintético rojo N.º 3 o eritrosina en nuestra alimentación diaria.
La iniciativa aprobada en la comisión legislativa se sustenta en recientes informes de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), que prohibió su uso tras confirmar evidencias de su potencial efecto cancerígeno en estudios experimentales.

Jessica Huamán, decana del Colegio Regional de Nutricionistas de Lima, explicó que la eritrosina puede encontrarse en una gran variedad de productos que se consumen a diario, incluso en aquellos que no presentan un color rojo intenso.
“Hemos encontrado la eritrosina en galletas con relleno rojo o rosado, cereales con aros de esos tonos y chicles con puntos rosados. También puede estar en frutas confitadas, sobre todo las rojizas, y en las tortas tipo red velvet, que ahora están muy de moda”, detalló en canal N.
La especialista advirtió que el colorante no solo se asocia a tonos rojos, sino también a los rosados o a sabores artificiales como el de cereza, lo que dificulta su identificación. “Por eso, en pastelería es mejor usar colorantes naturales que se pueden obtener de frutas o verduras”, recomendó.
Huamán precisó que los estudios realizados hasta el momento han mostrado que la eritrosina podría causar efectos adversos a largo plazo. “Por ahora se han hecho investigaciones en roedores que indican una posible relación con el cáncer, y si bien falta evidencia concluyente en humanos, estos resultados nos alertan del riesgo potencial”.
La nutricionista añadió que existen otros colorantes sintéticos bajo observación, como el rojo 40, presente en gaseosas, gomitas y otros productos ultraprocesados, cuyos efectos sobre la salud también se investigan.
“Lo que sí sabemos con certeza es que los colorantes artificiales pueden generar alergias, especialmente en niños menores de un año, por lo que se debe tener especial cuidado con ellos”, subrayó.
Tartrazina
Asimismo, advirtió que muchos productos industrializados combinan la eritrosina con otros aditivos como la tartrazina, un colorante amarillo que podría estar asociado con episodios de hiperactividad o reacciones alérgicas en la infancia.
“La recomendación general es evitar los alimentos ultraprocesados y preferir preparaciones naturales. Los colorantes artificiales, al fin y al cabo, podrían afectar la salud a largo plazo, y siempre es mejor optar por lo natural”, enfatizó Huamán.
Finalmente, aconsejó a los padres de familia revisar las etiquetas de los productos y, en caso de encontrar eritrosina en algún jarabe o alimento, consultar con un médico sobre posibles alternativas. “La información es la mejor herramienta para cuidar la salud”.
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