El desborde del río Casca en el distrito de Independencia, en la sierra de la región Áncash, ha generado una emergencia que moviliza a autoridades de todos los niveles de gobierno para ubicar y rescatar a la persona desaparecida y atender a la población damnificada y afectada por este evento natural.

Según el reporte preliminar del
COER Áncash, se registran aproximadamente
300 personas afectadas y 120 damnificadas. Alrededor de 100 viviendas sufrieron daños y al menos 30 quedaron inhabitables. Asimismo, se estima una afectación del 40 % en el sistema de agua potable y del 10 % en el servicio de energía eléctrica del distrito.
Frente a esta situación, el Gobierno Regional de Áncash (GRA) ha desplegado maquinaria pesada y personal del Grupo de Intervención Rápida para Emergencia y Desastres para la instalación de carpas temporales en zonas como Ucramaran. Las familias damnificadas también recibieron kits de alimentos y asistencia en salud física y psicológica.

Además, se han suspendido las clases en 24 instituciones educativas de la zona hasta el 30 de abril por razones de seguridad. La Dirección de Vivienda, Construcción y Saneamiento coordina con las municipalidades provincial y distrital, así como con las Juntas Administradoras de Servicios de Saneamiento (JASS), para recuperar el servicio de agua potable.
Por su parte, la Dirección Regional de Transportes y Comunicaciones y la Gerencia Regional de Infraestructura trabajan en la limpieza de vías y la restauración del cauce del río, en coordinación con el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), que emitirá un informe para el envío de maquinaria a la parte alta de la quebrada.

Este martes, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) enviará 17 toneladas de bienes de ayuda humanitaria al GRA, los cuales serán distribuidos entre los damnificados. Las autoridades continúan evaluando los daños y manteniendo el monitoreo constante para seguir brindando la ayuda necesaria a la población afectada por esta tragedia.