Andina

Elixir contra el calor: raspadillas de pisco sour y ají mochero son sensación en Huanchaco

Percy Valladares cuenta el secreto de sus jarabes artesanales que cautivan a visitantes del tradicional balneario

Las originales raspadillas de Percy Valladares, como las de pisco sour, de chicha de jora, ají mochero y otros delicioso sabores cautivan al sediento público que acude al balneario de Huanchaco y busca aplacar la sed y el calor. Foto: Luis Puell

Las originales raspadillas de Percy Valladares, como las de pisco sour, de chicha de jora, ají mochero y otros delicioso sabores cautivan al sediento público que acude al balneario de Huanchaco y busca aplacar la sed y el calor. Foto: Luis Puell

19:41 | Lima, feb. 19.

Percy Manuel Valladares Huamanchumo asegura tener el jarabe contra el calor. La medicina para esta gran ola de calor que amenaza con hacer que los termómetros marquen 40° Celsius en los siguientes días.

El jarabe lo prepara de manera artesanal y una vez esté listo lo guarda en botellas de vidrio rotuladas con papel y cinta adhesiva, que luego exhibe en su mostrador, ubicado frente al mar del icónico balneario de Huanchaco, a unos 30 metros del lado norte del muelle artesanal del distrito del mismo nombre, en la provincia de Trujillo, en la región La Libertad.


La receta es la misma, pero el sabor del jarabe puede variar, todo depende del gusto del cliente o del enfermo. Raspa un poco de hielo y lo vierte en un vaso de plástico y, de acuerdo a la indicación del interesado, desenrosca una botella y lo vierte sobre el recipiente. Pueden escoger hasta tres tipos de elixir, una tarea difícil considerando que tiene una lista de 80 sabores.

Percy es uno de los herederos de una tradición raspadillera que empezó con su madre Blanca Leonor Huamanchumo Venegas hace 60 años. Probablemente, estima él, Trujillo haya empezado a preparar raspadillas gracias a los jarabes de fruta que su madre vendía en distintos lugares del distrito capital.

Su madre siempre tuvo su puesto de venta de raspadillas en la playa El Elio, puesto que heredó su hermano, y que aún conserva: raspadillas Dante, se llama ahora; sin embargo, Percy decidió llevar los sabores de las raspadillas a otro nivel.


Decidió independizarse de su hermano, se deshizo de las esencias y colorantes para empezar a trabajar con las frutas, y así obtener un jarabe intenso, pero refrescante; además mejoró la presentación y empezó a incursionar en sabores nuevos y singulares.

“Si bien es un poquito trabajoso, nos damos el esfuerzo de hacerlo desde la madrugada para llegar con el producto desde las 10:00 de la mañana para el disfrute de nuestros clientes y turistas que visitan Huanchaco. Las personas que vienen aquí tienen la oportunidad de sentir la fruta, lo que no pasa en otros lados”, manifestó.

Raspadillas de ají mochero y pisco sour

Percy cuenta que le gusta variar la carta de jarabes para sus raspadillas, por eso cada cierto tiempo quita o agrega sabores nuevos, relacionados con la fruta de estación y otros de pasado milenario.

Recientemente ha incorporado raspadillas de pisco sour, en honor a nuestro trago bandera, que se ha vuelto en uno de los más solicitados por los visitantes, y es la familia de Percy que representa a Huanchaco, en el Festival de Pisco Sour, en su versión de raspadilla.

También ha agregado a su carta la raspadilla de chicha de jora, ese brebaje usado para ceremonias importantes en las culturas prehispánicas.


Pero no son los únicos, pues en la estación de verano, Percy saca raspadillas con 16 tipos de licores distintos, pero en temporada baja los reduce a 4.

De igual manera ha elaborado jarabe de rocoto orgánico y el de ají mochero, producto milenario cuya evidencia de su consumo ancestral ha sido hallada en diferentes excavaciones arqueológicas de la provincia de Trujillo.

Dice que le ha reducido el picor al mínimo y ha intensificado sus azúcares naturales para una mejor experiencia en el paladar, que muchos se animan a disfrutar y aplacar esta ola de calor que afecta a toda la costa peruana.

Por amor a Huanchaco

Aunque nació en el puerto de El Callao, de donde era su padre, Percy ha vivido casi toda su vida en Huanchaco, la tierra de su madre. Fue el amor de ella y de este balneario lo que le ha permitido convertirse en un defensor de los humedales que proveen de totora para la construcción de los caballitos de totora, el cerro Campana, y la cultura viva de Huanchaco.

Recientemente publicó el libro Historias del abuelo, un ejemplar de 72 cuentos, que tan solo son una parte de las historias y leyendas que su abuelo materno le confiaba a él cuando era niño, y que Percy traería a su mente muchos años después.


Quizás fue por eso que le puso Tup a su puesto de raspadillas, palabra en idioma muchik que significa caballito de totora. Y debe ser por eso que pide a los visitantes no molestar a las abejas, que se ven atraídas por el dulce de los jarabes que Percy prepara de manera artesanal en su casa.

Este mes, el distrito de Huanchaco cumple 203 años y sus costumbres y tradiciones son inherentes a la riqueza de su milenaria historia. Comer raspadillas es una de ellas, y una medicina para curar el calor, aunque sea de manera momentánea.  

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(FIN) LPZ/MAO

Publicado: 19/2/2024