En el país, el 55 % de los afroemprendimientos está en manos de mujeres, principalmente entre los 25 y 44 años, reveló un reciente estudio regional respaldado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Feira Preta y Plano CDE.
Muchas de las mujeres no solo lideran negocios, sino que también sostienen económicamente a sus familias. Sin embargo, un 48 % de estos emprendimientos genera ingresos equivalentes a un salario mínimo, lo que refleja los retos de rentabilidad que enfrentan, especialmente en contextos marcados por la informalidad y la precariedad laboral.
Uno de los hallazgos más significativos del primer estudio sobre afroemprendeduría en América Latina es la percepción del emprendimiento como una herramienta de lucha antirracista. El 75 % de las personas afroemprendedoras en Perú considera que sus negocios son un símbolo contra el racismo, y un 89 % cree que las empresas deberían asumir un rol activo en la equidad racial. A pesar de tener acceso bancario, la discriminación racial continúa siendo una barrera para acceder a créditos y ampliar sus operaciones.
La confianza en sus productos es alta, pero la creación de redes sigue siendo un reto. Solo el 35 % se siente muy seguro para establecer alianzas estratégicas, y apenas el 46 % para asumir riesgos. Esto limita la posibilidad de escalar sus negocios, pese a que muchos valoran su identidad cultural como un activo comunicacional y empresarial: el 41 % integra saberes ancestrales en sus modelos de negocio.
En términos de formalización, Perú destaca con el mayor porcentaje de empresas registradas (61 %) entre los cinco países analizados (Argentina, Brasil, Colombia, Panamá y Perú), y la menor tasa de emprendimientos unipersonales (43 %). La mayoría de negocios surgió en pandemia, con recursos propios o microcréditos familiares, lo que evidencia tanto su vulnerabilidad como su capacidad de adaptación frente a crisis.
El acceso financiero sigue siendo el principal cuello de botella. Aunque la mayoría posee cuentas bancarias, el 64 % usa una sola cuenta para fines personales y empresariales. La discriminación racial es una constante en el proceso de solicitud de crédito. Esta exclusión obliga a recurrir a fuentes informales de financiamiento, como sucede también en países vecinos.
Los desafíos principales que enfrentan los afroemprendimientos en Perú incluyen la expansión de su base de clientes (49 %), lograr estabilidad de ingresos (36 %) y abrirse a nuevos mercados (35 %). Aun así, el 49 % de estas personas cuenta con estudios superiores, lo que demuestra un alto potencial para su desarrollo con el acompañamiento adecuado.
"Este estudio permite diseñar políticas que aborden de forma directa los obstáculos que enfrentan estos emprendimientos", señaló Eddy Bermúdez, director de Diversidad de CAF. Adriana Barbosa, directora ejecutiva de Feira Preta, añadió que "el estudio nos permite valorar el conocimiento tradicional como herramienta para la movilidad social y económica. El emprendimiento afro y latino también es profundamente femenino, y cualquier propuesta derivada debe tener una fuerte perspectiva de género”.
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(FIN) NDP/GDS
GRM
Publicado: 17/5/2025