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Efectos del acoso escolar o bullying pueden llegar hasta la vida adulta

Expertos piden a los padres prestar atención a los cambios de conductas de sus hijos para reaccionar con celeridad

Especialista enfatizó que los padres son el principal soporte emocional, por tanto, no deben restarle importancia cuando sus hijos les dicen que los están fastidiando.

Especialista enfatizó que los padres son el principal soporte emocional, por tanto, no deben restarle importancia cuando sus hijos les dicen que los están fastidiando.

15:40 | Lima, may. 6.

El pasado lunes 2 de mayo se conmemoró el Día Internacional contra el bullying o el acoso escolar, un tema importante que debe ser conocido y abordado desde el hogar, la escuela y la sociedad, en general, más aún con el retorno de niñas, niños y adolescentes a las clases presenciales.

Al respecto, Katherine Arias Gutiérrez, psiquiatra y especialista en niños del Centro de Salud Mental Comunitaria (CSMC) Kuyanakusun, explicó que el bullying o acoso escolar es cualquier comportamiento o conducta (físico o verbal) ejercido por un niño, adolescente o un grupo de ellos, en el ámbito escolar, que repercute en otra persona porque hay una intención de hacerle daño. 

“Se realiza de manera hostil, con un carácter de uso de poder y eso va direccionado a otra persona, en este caso a un compañero o amigo del colegio de manera repetitiva y se prolonga por un tiempo”, explicó.


La especialista comentó que, a pesar de la pandemia, el tema de la violencia en el ámbito escolar ha continuado, a pesar de la nula presencialidad en los colegios. Ante esta situación, aparece el ciberbullying como otra forma de ejercer el acoso escolar. 

“La pandemia ha afectado a todos, pero la población de niños y adolescentes es la más vulnerable, y el bullying repercute en las conductas que los adolescentes y niños van a tener al momento de retornar de forma presencial. Entonces va a haber más riesgos, las cifras pueden aumentar y por ello es necesario tener el concepto claro”, añadió. 

Salud mental y bullying

Para Arias, el bullying tiene un impacto en el desarrollo integral de la persona, por ello, es importante conocer que es un problema de salud mental y que puede tener repercusiones en la persona cuando entra en la etapa adulta.

En la etapa escolar, el niño o adolescente que sufre de bullying ve afectada su autoestima y habilidades sociales, pero también el rendimiento académico, la parte cognitiva y, al momento de llegar a la vida adulta, esto puede alterar su relación con las personas.


Por consecuencia, el menor “no socializa, no puede trabajar de manera autónoma e independiente, aparecen sentimientos de soledad, vergüenza de participar y ello afecta su calidad de vida, además puede llegar a ser proclive a desarrollar algún trastorno mental como la ansiedad y la depresión”, detalló. 

Sin embargo, dijo que lo más grave del tema es cuando aparecen las ideas de soledad, de vacío y los casos lamentables de intento de suicidio. 

¿Cómo me doy cuenta?

En el caso de los padres de familia, deben estar siempre atentos y pendientes de los niños, preguntarles cómo les está yendo en el colegio, si tienen nuevos amigos, si socializan o si continúan con las amistades de siempre. 

Según Arias, los niños y adolescentes ven afectado el lado conductual, empiezan a llorar de una manera que no se justifica, están tristes, aparecen con arañazos, moretones u otro tipo de lesión que no se justifica y no dicen qué les ha pasado.


Además, los cambios conductuales son muy marcados, se encuentran más irascibles, con ira contenida, se molestan rápidamente sin motivo alguno. 

También indicó que se aíslan demasiado, pues buscan espacios para manejar estas emociones que ocurren a raíz del bullying, permanecen más en el cuarto, no participan en eventos familiares y son poco comunicativos. 

“Esto nos debe alertar porque luego aparecen también las somatizaciones como dolor de cabeza, de estómago, su ritmo de sueño cambia, su apetito disminuye o aumenta, empiezan a tartamudear, se quejan de dolores físicos y buscan formas de ausentarse de clase”, precisó. 


Asimismo, otro de los signos de alarma son la sintomatología ansiosa, pesadillas, no duermen de forma adecuada, piernas inquietas, se comen las uñas y no se pueden concentrar.

“En los más pequeños, empiezan a ocurrir conductas regresivas o de infantilización, se vuelven a chupar el dedo, actúan como un bebé, no controlan esfínteres, no quieren entrar al nido o están muy pegados a los padres”, explicó. 

¿Qué debemos hacer?

La psiquiatra refirió que este tema debe resolverse siguiendo los niveles de intervención adecuados, pero alejados de toda violencia, pues se seguirá incurriendo en el mismo problema. 

“Si el papá detecta que su hijo es víctima de bullying, debe primero notificar al profesor, este aplica la medida correctiva, pero si todavía continúa la agresión, el padre debe ser el soporte y pedirle al hijo que le cuente y retomar el diálogo con la profesora, con la directora o en todo caso con la familia del niño que ejerce el bullying, pues también podría haber un problema”, agregó. 


Sin embargo, si ya ha habido un impacto en la salud emocional del niño o adolescente, están los Centros de Salud Mental Comunitaria (CSMC) y postas médicas que cuentan con especialistas, además de las Ugel que también tienen un psicólogo que puede prevenir y abordar este problema. 

¿Qué debo saber del bullying?

Los más vulnerables son los niños o adolescentes y existen diversas maneras de que ocurra, pues desde temprana edad se ejerce el bullying en el colegio.

Por ejemplo, bloquearlos socialmente, restringir relacionarse con otros compañeros, el hostigamiento en clase, coacción, manipulación de un grupo o compañero, abuso de poder o intimidación.


“Lo más recurrente son las agresiones físicas y psicológicas, las amenazas, y también se ejerce porque se fijan en el aspecto físico o la parte económica”, informó la especialista.

Por ello, Arias enfatizó que los padres son el principal soporte emocional, por tanto, no deben restarle importancia cuando sus hijos les dicen que los están fastidiando.

“La violencia no está permitida ni de manera verbal ni física, es necesario reaccionar con la celeridad posible, no hay que desvalorizar lo que nuestros hijos nos dicen”, concluyó.

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(FIN) NDP/SQH/KGR

Publicado: 6/5/2022