La edad límite para que un menor ingrese a primer grado de primaria - seis años cumplidos al 31 de marzo - no significa pérdida de tiempo ni atraso en el aprendizaje sino más bien busca cautelar el aspecto emocional de los pequeños a fin de que sean estudiantes exitosos.
Así lo señaló la educadora Angélica Montané, asesora del Viceministerio de Educación Pedagógica del Ministerio de Educación (Minedu), quien indicó que es importante que los niños maduren emocionalmente para que posteriormente no tengan problemas en sus aprendizajes.
"Lo que puede sonar a pérdida o atraso en realidad no es así, porque las investigaciones señalan que el niño, antes que madurar intelectualmente debe hacerlo a nivel emocional. Muchos de ellos lloran cuando van al colegio porque tienen un sentimiento de inseguridad al despegarse de la familia", afirmó a la agencia Andina.
Anotó que los padres deben entender que el desarrollo emocional de sus hijos es tanto o más importante que el intelectual y que es la base de los aprendizajes.
Si bien es positivo que el niño ya haya aprendido a lavarse las manos o a sumar, eso no lo hace apto necesariamente para subir un grado en el colegio o estar en un aula con niños mayores.
Eso debe ser acompañado del desarrollo emocional, insistió la experta, al comentar un proyecto de ley que se discute en el Congreso de la República, que pretende modificar la norma que establece la fecha límite.
Consultado sobre la razón por la cual se pone como requisito para el ingreso a la educación primaria que el niño haya cumplido seis años al 31 de marzo del año en que será matriculado, la funcionaria sostuvo que es importante que todos los alumnos de un aula tengan la misma edad.
En ese sentido, aseguró que tres meses de distancia entre un niño y otro, aunque parezca poco, sí hace diferencia y que por eso cuando se habla de pequeños de esas edades se menciona siempre los años y los meses.
(FIN) ART/RRC
Publicado: 30/12/2016