Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, una fecha que tiene por objetivo concienciar sobre la crisis mundial de este recurso, el cambio climático, y la necesidad de buscar medidas orientadas a brindar a todos los habitantes del planeta el acceso al agua potable. De acuerdo con proyecciones estimadas por la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), miles de millones de personas se quedarán sin acceso a los servicios de agua potable, saneamiento e higiene en el hogar antes de 2030.
Solo en Lima, cerca de un millón de habitantes carece del servicio de alcantarillado y más de 600 mil no cuentan con acceso al agua potable, de acuerdo a cifras de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS); mientras que, en el ámbito rural, 1.5 millones carecen de agua y 4.7 millones no tienen acceso a redes de desagüe, según la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales 2020.
Ante este escenario, expertos de la compañía tecnológica Siemens y la agrotech Kilimo destacan las tendencias
tecnológicas que ayudan a mejorar los sistemas hídricos y de saneamiento:
1. Digitalización en el ciclo del agua: La vinculación inteligente de datos de las diferentes etapas del ciclo del agua a través de diversas fuentes, como sensores, medidores de variables hidráulicas, eléctricas y meteorológicas, están creando nuevas oportunidades para utilizar el agua de manera más eficiente y sostenible. Las posibilidades que ofrecen la simulación y el modelamiento en el mundo virtual, también conocido como “gemelo digital”, reducen costos en la fase de construcción y gastos de funcionamiento.
En ese sentido, diversas herramientas tecnológicas permiten a los operadores optimizar la eficiencia energética, evitar la pérdida de agua, reducir la contaminación de los
cuerpos hídricos y tomar medidas de mantenimiento predictivo en situaciones como rotura de tuberías, fugas y control de drenaje; asegurando una correcta distribución a lo largo del sistema de las Entidades Prestadoras de Servicios de agua y Saneamiento para que más ciudades y centros poblados tengan un correcto acceso al agua potable.
2. Desalinización del agua de mar: La mayoría de las plantas desalinizadoras nuevas emplean ósmosis inversa, un proceso a través del cual el agua dulce se separa del agua de mar a través de membranas semipermeables y presión aplicada empleando energía solar. De esta manera se reduce el uso de la energía, se preservan los suministros actuales de agua dulce, aumentan las fuentes de este recurso para su uso y puede ser empleada en diferentes industrias de producción.
La desalación tiene la posibilidad de reinventarse gracias a los avances tecnológicos y convertirse en la respuesta al estado actual de las fuentes de agua potable. Por ejemplo, las baterías de desalinización portátiles y la desalación submarina son algunos de los proyectos más recientes que buscan lograr una mayor viabilidad y eficiencia de este recurso no explotado.
3. Control inteligente del ciclo del agua: El cambio climático ha desencadenado escasez hídrica en las ciudades. La carencia de lluvias puede colapsar los sistemas de distribución de agua potable, lo que conduce a un desabastecimiento afectando a la población más vulnerable.
Para ello, existen sistemas de control que permiten reaccionar a las influencias externas, como carencia de
lluvias, a través de una evaluación automatizada de intervención, y asegurando la utilización óptima de la red de distribución de agua. Así, se logran importantes beneficios para la salud pública y se evitan interrupciones del servicio.
4. Reuso del agua con tecnología: No solo basta con racionalizar el uso del agua, es también necesario reaprovechar todas las fuentes posibles. Dentro de los procesos industriales y extractivos existen varios que emplean grandes cantidades de agua sin necesidad de contaminar estos suministros. El punto es darles una segunda vida para que puedan sumar al consumo humano, directo o indirecto.
Asimismo, el utilizar tecnología para un tratamiento adecuado de aguas residuales destinadas al riego puede contribuir a que se reduzca el estrés hídrico de las grandes ciudades. Estas acciones permiten reducir la huella hídrica de las empresas, al contar con sistemas más eficientes del aprovechamiento de este recurso.
5. Riego tecnificado: Esta práctica permite aplicar los recursos de forma localizada, continua, eficiente y de manera oportuna en los sembríos. El uso adecuado y racional del agua es uno de los mayores propósitos de los sectores agrícolas.
Por ello, el riego tecnificado está ganando mayor relevancia al permitir optimizar y dar mejor uso a los recursos de suelo y agua. Asimismo, el empleo de tecnologías (big data,
inteligencia artificial, imágenes satelitales) ayuda a mejorar la eficiencia del riego y fertilizantes agrícolas.
6. Dispositivos de Smart Home: La adopción de nuevas tecnologías dentro del día a día ha traído consigo un gran beneficio para el modo de vida de las personas.
Electrodomésticos con una alta eficiencia en el uso del agua, así como dispositivos que permiten la reutilización del agua producto de las labores diarias son empleados cada vez con mayor frecuencia. Asimismo, existen gadgets que permiten controlar el flujo del agua de nuestros hogares a través de un smartphone, dándonos absoluto control sobre el consumo de agua que tenemos.
En el marco del
Día Mundial del Agua, la Academia de Riego de Kilimo desarrollará actividades gratuitas y online abiertas para todo el público. Para conocer el programa completo e inscribirte, puedes ingresar
aquí.
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Publicado: 22/3/2022