Andina

Día del Arqueólogo: la arqueología peruana se ha ganado un merecido sitial en la academia

La arqueología peruana se ha ganado un merecido sitial en la academia, gracias a su importante trabajo de investigación, afirman destacados arqueólogos. ANDINA/Daniel Bracamonte

La arqueología peruana se ha ganado un merecido sitial en la academia, gracias a su importante trabajo de investigación, afirman destacados arqueólogos. ANDINA/Daniel Bracamonte

16:25 | Lima, abr. 11.

Por Moisés Aylas

El Perú conmemora hoy el Día del Arqueólogo Peruano, conmemorando el nacimiento de Julio César Tello, reconocido como el “Padre de la arqueología peruana”. Su loable trabajo de preservación y protección del patrimonio cultural es seguido con orgullo por destacados profesionales quienes analizan el valioso aporte de esta profesión; así como su presente y futuro.

Arqueólogos tienen gran nivel académico

El docente y arqueólogo Henry Tantaleán, quien dirige el Programa Arqueológico Chicama, auspiciado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y el Instituto Peruano de Estudios Arqueológicos, afirma que en la actualidad la arqueología peruana ha ganado un importante espacio en la sociedad y un merecido sitial en la academia, debido a sus investigaciones.



Sostiene que la gran tradición arqueológica es un enorme respaldo a la nueva generación de arqueólogos que ahora están en capacidad de dialogar con gran nivel teórico y práctico; y metodológico con especialistas de otros países. "Ahora la arqueología peruana es una de las carreras más atractivas y pujantes comparado a otros países", aseveró.

Tantaleán resaltó el aporte de la arqueología al Perú. "Además de la historia, la arqueología peruana ha rescatado tecnologías, formas de vida y relación social, relación de la sociedad con la naturaleza y con otras comunidades. Eso nos permite comprender nuestro propio entorno de manera coherente y racional", subrayó.


Sobre el impacto en el desarrollo de las comunidades locales, el docente de la Universidad de San Marcos manifestó que varios proyectos tienen experiencia al respecto y han demostrado que la arqueología ha conseguido aliados en las comunidades y autoridades para rescatar la historia de sus localidades y en el respeto del patrimonio arqueológico.


Consideró que ese acercamiento con las comunidades ha permitido que estas refuercen su identidad cultural. La arqueología es uno de los pilares a nivel histórico científico y de experiencia que permite fortalecer de manera importante la identidad nacional por que otorga a los pobladores fundamentos para sentirse orgullosos de su pasado", remarcó.

Avances significativos


A su turno, el arqueólogo Quirino Olivera Núñez, investigador principal en la huaca Montegrande (Cajamarca) y presidente de la Asociación para la Investigación Científica de la Amazonía de Perú, afirmó que la arqueología peruana en la actualidad ha logrado avances significativos, el uso de tecnologías modernas como El LiDAR, teledetección láser que tiene la capacidad de penetrar bajo la densa vegetación para identificar estructuras de antiguas ciudades, templos, terrazas agrícolas y sistemas de irrigación que están ocultas en el bosque.


También drones que permiten crear mapas de alta resolución en tres dimensiones y construir imágenes con realidad aumentada, estudios de ADN de individuos sepultados hace miles de años, permiten identificar rasgos de parentesco familiar entre ellos. Analizando el sarro dental atrapado entre sus dientes es posible determinar el tipo de alimentación que tuvieron en vida.

En asombroso, por ejemplo, haber descubierto en el sitio arqueológico de Montegrande, ubicado en la provincia amazónica de Cajamarca, el origen cultural y de domesticación de especies vegetales muy importantes a nivel mundial como el cacao (Theobroma cacao) de 5300 años de antigüedad, cuyos datos han sido publicados el 7 de marzo del presente año, en la prestigiosa revista Scientific reports, en la cual liderados por la destacada genetista francesa Claire Lanaud de la Universidad de la Universidad de Montpellier de Francia, hemos participado 23 científicos de todo el mundo. La historia más conocida acerca de la domesticación y uso del cacao era que surgió en Mesoamérica, sin embargo, estas investigaciones están demostrando que el cacao como especie botánica es originario de la Amazonía.


La arqueología peruana hace cuarenta años era únicamente una disciplina practicada por arqueólogos extranjeros. El Perú era una especie de campo experimental de los arqueólogos extranjeros realizaban sus experimentos y los arqueólogos peruanos se sentían honrados de cargar la mochila de los extranjeros conocidos mayormente como gringos. Sin que esto signifique una exaltación desmesurada de lo nacional frente a lo extranjero, pero poco o nada se honraba la memoria del Dr. Julio C. Tello, hoy considerado como el padre de la arqueología en el Perú, quien nos dejó una profunda huella en la arqueología nacional, con sus investigaciones en Chavín de Huántar como la cultura matriz y con su hipótesis que el origen de la civilización Andina se encontraba en la Amazonía.

"Creo que ninguno de los arqueólogos nacionales hemos sido capaces de seguir las visionarias enseñanzas dejadas por el Dr. Julio C. Tello. Por lo menos en la actualidad existen algunos proyectos y programas arqueológicos en la costa, sierra y en la Amazonía de Perú dirigidos por arqueólogos nacionales, que están contribuyendo al desarrollo social y económico de las poblaciones locales", aseveró.

Con respecto al aporte al desarrollo, indicó que la arqueología debe tener un enfoque social y ser reconocida como una disciplina que contribuye sistema productivo de nuestra nación. "Un proyecto de investigación arqueológica, desde que se inician las excavaciones genera fuentes de empleo para la población local que habita en el ámbito de influencia de la zona arqueológica investigada. Poco a poco las familias beneficiadas se van involucrando y asumen un rol activo en la investigación, conservación y promoción del patrimonio arqueológico investigado, convirtiéndose en los aliados estratégicos para impulsar su desarrollo integral. Frente a esta realidad, la fuerza social empuja a las autoridades locales a involucrarse en el proceso", expresó.


Agregó que, además de los puestos de trabajo directo que se genera en cuanto se inicia un proyecto arqueológico, se contribuye también a la educación y el desarrollo humano de la población. El conocer su historia y su cultura, aumenta el conocimiento y la conciencia de la población sobre el valor que tiene su patrimonio arqueológico, el cual finalmente se termina convirtiendo en un medio para la inclusión social y un eje transversal para su desarrollo social, cultural y económico.

La investigación arqueológica, luego de su conservación y puesta en valor se convierte en el principal producto para fomentar el turismo cultural comunitario, siendo una de las mejores alternativas para el desarrollo económico y social de las zonas rurales, siendo necesario contar con la participación activa de las comunidades, uniendo el territorio, los actores sociales y el medio ambiente. El patrimonio arqueológico investigado, conservado y expuesto al turismo constituye una importante fuente de ingresos para el país, toda vez que atrae a turistas de todo el mundo que buscan conocer nuevas experiencias y este tipo de turismo cultural es el que gasta dos hasta tres veces más que un turista común.

Por último, manifestó que la arqueología permite conocer la historia de nuestro país, fortalece la identidad y el orgullo para los peruanos. Conocer el legado, dejado por nuestros antepasados, nos genera identidad y nos hace sentir diferentes a los demás, se fomenta el sentido de pertenencia. Somos herederos de las sociedades que edificaron Machu Picchu, una de las siete maravillas del mundo, herederos de quienes construyeron las sorprendentes líneas de Nasca.


"Somos herederos de la cultura Paracas, que hace 2500 años practicaban alta cirugía para operar cráneos humanos muchos de los cuales sobrevivieron. Herederos de quienes construyeron el templo de Chavín de Huántar, el oráculo más importante del mundo andino.  Herederos de los habitantes de Caral considerada como la ciudad más antigua de América y somos herederos de las sociedades que edificaron el templo sagrado de Montegrande perteneciente a la cultura Marañón, donde han sido registradas las evidencias del Theobroma cacao más antiguo del mundo y su arquitectura en forma de espiral, el símbolo más antiguo y universal en la historia de la humanidad", subrayó.

Liderazgo de mujeres arqueólogas


Por su parte, la arqueóloga Jessica Ortiz, directora del Proyecto de Investigación Arqueológica ‘Paisajes Arqueológicos de Pañamarca’ lamentó que la arqueología peruana se encuentre relegada por el Estado, pues es el sector que menos presupuesto tiene asignado y ello conlleva a la falta de protección, concientización y consecuente afectación y/o destrucción del patrimonio arqueológico. A ello, se suma la falta de sanciones ejemplares a los que destruyen el patrimonio.


Sin embargo, destacó que existen notables esfuerzos que permiten que esta disciplina sea reconocida. Las cosas están cambiando y parte de ello es romper paradigmas que no son exclusivas de la arqueología. Uno de ellos, por ejemplo, es el creciente liderazgo de mujeres en la investigación arqueológica.

Sostuvo que la arqueología ineludiblemente va de la mano con el turismo. Una actividad no industrial que puede generar importantes ingresos económicos. En primer lugar, la investigación arqueológica genera oportunidades laborales a las poblaciones aledañas al sitio arqueológico durante la ejecución de trabajos de excavación. En adelante, viene una tarea más difícil y es la concientizacion de las poblaciones aledañas a cuidar lo que les pertenece. Dañarlo o destruirlo no solo sería ilegal sino también conlleva destrucción irremediable de nuestro pasado, su pasado y la memoria de nuestros ancestros. Por ello el uso social de los sitios arqueológicos deben ir de la mano con planes de concientizacion y capacitación.


La investigadora considera que la idea de identidad como el “ser peruano” es muy difícil de construir en un país como el nuestro y no por dejadez nuestra o de las autoridades, sino por la gran diversidad de pueblos que habitamos en este territorio y que no hemos sido capaces de comprender.

"Romper paradigmas nos está llevando a comprender que en el Perú prehispánico existían una gran variedad de pueblos con sus propias expresiones culturales e identidades y poco a poco esto es corroborado por la arqueología", acotó.

La arqueología nos va demostrando que en el pasado los pueblos tenían diferentes costumbres y expresiones culturales que si bien compartían ciertos rasgos, cada una tenía sus propias identidades. Tal es el caso, por ejemplo, de lo que conocemos como la cultura Mochica. En los últimos años, las investigaciones arqueológicas dan cuenta que se trataba no de un pueblo con una identidad,  sino de un mosaico de diferentes identidades y expresiones culturales que tenían rasgos comunes.


"En Pañamarca, por ejemplo, el trabajo conjunto con mis colegas arqueólogas nos demuestra que el arte del valle de Nepeña es muy diferente a sus contemporáneos del norte. tanto así que nuestros hallazgos en pintura mural muestran personajes nunca antes vistos en el arte Moche, lo que nos indica que las poblaciones del valle de Nepeña tenían sus propias creencias pero que seguían  cánones artísticos Moche", apuntó.

Ortiz afirmó que si bien la tarea de la arqueología es conocer nuestro pasado, el rol fundamental de la arqueología peruana es generar conocimiento y mostrar la diversidad cultural que se remonta cientos de años. Es decir, no construir una identidad, sino varias. De esa manera podremos construir un mejor país para las generaciones venideras para comprendernos mejor y respetarnos unos a otros.

La arqueología ha reconstruido el proceso histórico


Por último, el arqueólogo ayacuchano José Ochatoma, el mayor investigador de la Cultura Wari, consideró que la arqueología peruana en la actualidad atraviesa por una etapa muy difícil puesto que no hay una política cultural del gobierno peruano que impulse las investigaciones y menos que defienda, proteja y preserve nuestro patrimonio cultural.


"Cada vez se pierde de manera irreversible muchas evidencias porque se han flexibilizado las leyes en favor de su destrucción con el pretexto de una supuesta modernidad u obras e infraestructura de impacto. Si bien la disciplina ha avanzado durante las dos últimas décadas, en estos últimos años se ha visto un gran retroceso debido a que la cultura sigue siendo la última rueda del coche con ínfimos presupuestos en el sector correspondiente", afirmó.

Ochatoma consideró que el Perú es uno de los pocos países del mundo que tiene una larga historia con una gran riqueza arqueológica a lo largo y ancho de nuestro territorio. La arqueología a través de las investigaciones ha reconstruido el proceso histórico de nuestra sociedad y ha respondido interrogantes que siempre nos hemos preguntado ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¡A dónde vamos? En síntesis, la arqueología no solo nos conecta con nuestro pasado, sino que también enriquece nuestra comprensión del presente y contribuye al desarrollo sostenible de la sociedad a través del turismo.


Tras reconocer que los sitios arqueológicos se han convertido en destinos turísticos importantes, el investigador ayacuchano indicó que la arqueología contribuye al desarrollo económico al atraer visitantes interesados en explorar nuestro pasado. Estos sitios se convierten en recursos turísticos valiosos, generando ingresos y empleos que mejoran la calidad de vida de la población en general. 

Por último, Ochatoma resaltó que la arqueología desempeña un rol importante en la construcción de identidades y en la comprensión de nuestro pasado ya que nos permite entender cómo se desarrollaron las sociedades del pasado. El rico patrimonio cultural que heredamos es uno de los elementos integradores de nuestra nacionalidad. Este constituye para nosotros, una fuente importante de la ideología nacional puesto que constituye un elemento de identidad con tiempos antiguos e intenta demostrar al resto del mundo que tenemos un pasado glorioso debiendo ser considerado como una nación respetable.


"El Perú no es una sociedad culturalmente unificada. Por el contrario, es un país caracterizado por las diferencias además de las desigualdades. Las causas de estas diferencias y desigualdades tienen una profunda raíz en el pasado que tiene su origen histórico en la coexistencia, durante milenios, de diferentes pueblos que habitaron en lo que hoy es el territorio nacional", concluyó. 

Más en Andina:

(FIN) MAO
JRA
Reciba mis saludos. Atentamente José Ochatoma Paravicino - Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga


Publicado: 11/4/2024