En el Día Internacional de la Mujer, la comandante PNP Rosa Yuli Hidalgo Serna, la primera mujer designada por la Policía Nacional para dirigir una comisaría en la región Áncash, reflexionó sobre el papel de la mujer en la sociedad y explicó qué hace falta para lograr el empoderamiento.
—Comisaria Hidalgo, ¿qué tan difícil ha sido para usted desempeñar el cargo de policía y ahora, incluso, estar al frente de una comisaría [la de Huarmey]?
—No [ha sido] tan difícil. No es la primera vez que dirijo una comisaría, ya he sido comisaria en dos oportunidades y he sido la primera comisaria de una comisaría tipo B cuando era mayor [de la PNP].
He sido comisaria de Maranga y de La Ensenada que está en Puente Piedra. Aparte de ello soy egresada del curso de Oficial de Estado Mayor, en el que te preparan para que puedas administrar una comisaría.
—¿Qué la motivó a ser policía, sobre todo, en un país aún machista como el Perú?
—Siempre estuvo presente la vocación de querer servir, de involucrarme con los problemas de la sociedad y enfrentarlos, de alguna manera, a los problemas. Sumado a ello, mi único hermano también es policía y trabaja en [la dirección] antirobos, eso también me motivó.
—¿En algún momento encontró alguna oposición para ser policía?
—No, nunca me dijeron: Oye, eso es cosa de hombres, no te metas ahí. Nunca lo he percibido de esa forma. Probablemente, cuando yo recién postulo a la Escuela de Suboficiales como que le llamó un poco la atención a mis padres, porque yo estaba estudiando aviación comercial, pero me incliné por la Policía Nacional. Ellos nunca se opusieron a mi decisión de ser policía.
—Ya en el servicio, ¿no se encontró con alguien que quiera hacerla a un lado o restarle oportunidades?
—Voy a ser sincera. Probablemente, cuando ingresamos a la Escuela de Oficiales éramos las primeras cadetes en este lugar y quizás sí sentimos un poco de rechazo, no solo por parte de nuestros compañeros, sino también de ciertos oficiales, pero, hasta cierto punto, era comprensible.
Nosotras entrábamos a una escuela que toda la vida había sido de hombres; estar ahí era como querer invadir algo que le pertenecía a ellos [risas], pero creo que con el tiempo la situación cambió y ahora somos grandes amigos, somos promoción.
Pero que haya alguien que quiera portarse mal con nosotras, no; aparte, pienso que mi carácter fuerte no lo permitiría.
—¿Cómo es ser madre y policía a la vez?
—A veces uno dice: quiero realizarme profesionalmente, pero también quiero ser madre. Las mujeres tenemos una doble responsabilidad, porque no solo están los hijos, sino también el esposo, o sea, prácticamente nosotras cubrimos todas las expectativas. No es que yo me voy a trabajar y dejo de ser mamá, en el camino sigo siendo mamá y sigo siendo policía, son cosas que nosotras llevamos a la par y las manejamos igual.
—Comandante, ¿cree que el Perú todavía es un país machista?
—Creo que sí, todavía nos falta mucho, tenemos que cambiar nuestra cultura; en realidad, es un tema social, por eso es que se presentan casos de violencia contra la mujer. Pienso que todavía nos falta madurar un poco más, ser más tolerante, cambiar muchas cosas. Pero, sí, machismo de hecho que hay.
—Desde su óptica, como mujer policía, ¿qué cree que falta para lograr el empoderamiento de la mujer?
—Lo que nos va a salvar y sacar adelante a las mujeres es ser más competentes. La competencia la adquieres a través de tus conocimientos; mientras más te prepares, el horizonte se abrirá más y tendremos un mejor norte.
Pienso que la madurez, el estudio, la capacidad para resolver los problemas; todo eso permitirá que seamos más competitivas.
—Finalmente, ¿cuál es su mensaje a las mujeres peruanas en este día de celebración?
—Quiero decirle a las mujeres que no hay imposibles para nosotras, [quiero] enviarles un abrazo a cada una de las mujeres luchadoras, emprendedoras y que hacen de todo en esta vida que nos toca afrontar.
Hay que ser bastante tolerantes, disciplinadas. Todo es posible, solo hay que proponernos, y si hay piedras en el camino, hay que sacarlas. Tenemos que aprender a trabajar por nosotras mismas y por nuestras familias, no depender de alguien. La dependencia hace daño, por eso es que tenemos que prepararnos, solo así podemos lograr lo que nos proponemos.
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(FIN) GHD/JOT
Publicado: 8/3/2019