Deficientes condiciones de higiene, manipulación y conservación de alimentos, así como del servicio al público e infraestructura, entre otras infracciones a las normas sanitarias, detectó la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) en alrededor de 600 restaurantes y negocios afines inspeccionados durante el 2014.
José Miguel García, coordinador del
Área de Vigilancia y Fiscalización Sanitaria de la Dirección de Higiene Alimentaria y Zoonosis de la Digesa, señaló a la agencia
Andina, que
de ese total de establecimientos a los que se formuló observaciones, hay 190 que están todavía en proceso de subsanación de las mismas.
"En total se realizaron 1,283 inspecciones a igual número de establecimientos ubicados en 17 distritos de Lima Metropolitana, en el marco de la normativa sanitaria de vigilancia de restaurantes y establecimientos afines", indicó.
Detalló que en los establecimientos infractores -entre los que figuran negocios de comida rápida- se detectó, por ejemplo, que el personal no respetaba los procesos de inocuidad, al carecer de la indumentaria adecuada (guantes, mandiles, mallas para el cabello, entre otros) o exponerse a contaminación cruzada (manipulación de celulares u otros objetos mientras se tiene contacto con alimentos).
Asimismo, se incumplían los procesos para prevenir contaminación, como uso de insumos vencidos o malogrados, falta de higiene constante en la cocina y el almacén, así como ausencia de fumigación para impedir la presencia de roedores e insectos y las excretas de éstos.
En cuanto a la infraestructura, los equipos de refrigeración y conservación estaban malogrados o les faltaba adecuado mantenimiento, había escasa iluminación e instalaciones eléctricas mal instaladas o deterioradas, entre otros.
En verano se deben extremar prevención
Añadió que si bien el negocio alimentario es altamente sensible a situaciones que pueden poner en riesgo la salud del público consumidor durante todo el año, en verano se debe extremar la prevención dado el aumento de la temperatura que acelera la descomposición de los alimentos y el aumento de vectores (insectos y roedores).
Competencia municipal
El especialista precisó que si bien Digesa cumple un rol de normativo y colabora con la vigilancia sanitaria, de acuerdo a las normas vigentes, compete a los municipios la responsabilidad de velar por la salud pública, dado que ello se vincula con la potestad de otorgar licencias de funcionamiento y clausurar establecimientos infractores.
García refirió que en el marco del fortalecimiento de capacidades técnicas para una mejor vigilancia sanitaria, Digesa coordina con los gobiernos locales y regionales acciones de supervisión y verificación en los locales que expenden alimentos.
Además, cuenta con laboratorios y personal altamente preparado para tomar y analizar muestras que permitan detectar peligros para la salud de los consumidores, dijo.
El experto consideró que se necesita un sistema de vigilancia sanitaria a nivel municipal, a fin de que las labores de vigilancia sean permanentes e inopinadas.
En tal sentido, instó a las nuevas autoridades municipales que eviten la rotación del personal encargado de la vigilancia sanitaria, más aún si ya recibieron la capacitación de Digesa, porque ello afecta la buena marcha de la supervisión e implica comenzar "desde cero" cada vez que se cambia de autoridades ediles.
García recordó que para recibir denuncias de la población Digesa ha puesto al servicio el teléfono 631-4430, así como el correo electrónico digesa@minsa.gob.pe y una aplicación móvil que puede descargarse gratuitamente.
(FIN) LZD/RRC