La familia cumple un rol importante en el estado emocional del adulto mayor. La tercera edad es una de las etapas más importantes que se inicia a partir de los 60 años, pero a partir de los 65 años, el adulto mayor es más sensible y en algunos casos puede presentar un cuadro de depresión.
Para el psicólogo Walter Dávila, la depresión en la tercera edad puede darse si se tienen asuntos por resolver o recuerdos de personas fallecidas. También por sufrir enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, males cardiovasculares o también por el aislamiento a que es sometido por la familia.
Entre los síntomas de depresión, el adulto mayor presenta un estado de tristeza profunda, tiende a tener pensamientos negativos consigo mismo, que incluso puede llevarlo al suicidio.
En muchos casos puede presentar irritabilidad, cólera, nerviosismo y hasta sufrir de insomnio, fatiga, pérdida de apetito o comer más de lo normal.
En estos casos, la familia cumple un rol importante y debe llevarlo a un tratamiento psicoterapéutico para que logre una reestructuración cognitiva.
El paciente aprende a cambiar sus pensamientos negativos y su estado de ánimo. “La meta debe ser que el adulto mayor encuentre sentido a su vida. Siempre hay por qué seguir viviendo, incluso en la vejez, por los nietos, por ejemplo”, concluye Walter Dávila, director de Psico Asesores.
Recomendaciones
-No aislar al adulto mayor, converse con él y reconozca su experiencia.
-Realizar ejercicios de relajación, meditación que ayude a generar en el cerebro las endorfinas, que son opiáceos naturales del organismo que regulan el estado de ánimo.
-Evite el alcohol o tabaco. Son estimulantes depresores.
-Si está con tratamiento médico, seguir al pie de la letra las indicaciones de los especialistas.
-Ver películas alegres para levantar el ánimo.