Diciembre es un mes que despierta ilusión y ofrece un ambiente festivo, pero también puede representar un reto a afrontar por ser una época de estrés, desgaste y frustración para algunas personas que no cuentan con estabilidad económica o familiar, empleo, tienen dificultades académicas, sociales y problemas no resueltos en la vida. Además está muy vinculado a las metas no logradas y al duelo por la pérdida de un ser querido.
Para el psiquiatra de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), Carlos Bromley, dichas situaciones generan problemas de salud mental que, si bien no se encuentran considerados como trastornos específicos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), son denominados como blues de Navidad y fin de año y se caracterizan por la presencia de síntomas depresivos en las personas.
“Estas personas suelen tener tristeza, falta de energía, poca actividad general, desmotivación, angustia, problemas para dormir y consumir alimentos. Algunas pueden presentar mal humor, fácil irritabilidad y conductas agresivas”, indicó el especialista.
Otra de las características identificables es que los nacimientos, árboles navideños, luces de colores, música, reuniones propias de la fecha, así como el análisis de los logros obtenidos durante el año incrementan su condición depresiva.
De acuerdo con un estudio realizado en Canadá, los factores estresantes más comunes son la soledad (40 %) y la ausencia de la familia (38 %).
Bromley recomendó reconocer los estados de ánimo que presenta la persona; evitar pensamientos y emociones negativas e identificarlos para aprender de la experiencia y si es necesario, pedir ayuda; compartir tiempo con los seres queridos, familiares y amigos; reflexionar sobre los logros alcanzados y agradecer por ellos.
Asimismo, se debe establecer metas realistas para el próximo año, reforzar los hábitos saludables con una alimentación balanceada y ejercicio constante, equilibrar el tiempo entre el cuidado personal y el tiempo que se brinda a otras actividades, como el trabajo o estudio y, sobre todo, buscar ayuda profesional si los síntomas empeoran.
“La Navidad y el Año Nuevo son fiestas para disfrutar con familia y amigos, pasarla bien, son días de gran ilusión para los más pequeños del hogar. No importa cuál sea la situación, resulta meritorio hacer todo lo necesario para alegrarse y tener momentos de sano esparcimiento y bienestar”, finalizó Carlos Bromley.
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Publicado: 20/12/2023