Gracias a la educación alternativa y con visión empresarial que promueve la asociación civil ProRural que dirige David Baumann, esta organización acaba de ser reconocida con el Premio WISE de la Fundación Qatar, galardón que es considerado como el Premio Nobel de la Educación.
Para Baumann Samanez, agrónomo de profesión, esta aventura comenzó hace varios años, cuando en su juventud trabajó en los campos de cultivo de Cañete y pudo conocer la realidad campesina que se vive en la costa y en la sierra peruana.
“Había -y hay todavía- una deficiencia en la educación rural que ví de cerca. Existe también una falta de conexión con su tierra por parte de los jóvenes, y decidimos solucionar eso con este proyecto”, explicó en diálogo con la agencia Andina.
De esta forman nacen los Centros Rurales de Formación Alternancia (CRFA), instituciones educativas públicas del nivel secundario, implementadas en zonas rurales y gestionadas por los padres de familia y otros agentes de la comunidad.
El principal objetivo de estos centros es contribuir con eficacia al desarrollo del medio local, a través de la formación integral de los jóvenes y adolescentes en el área académica, humana y empresarial.
“En el 2002 empezaron a funcionar los tres primeros centros rurales, cuya filosofía es hacer pedagogía que reúna el mundo real con la escuela. Cada colegio trabaja basado en la realidad social, geográfica y económica que tiene alrededor”, sostuvo Baumann.
En el sistema de trabajo de los 45 centros que hoy existen el país en 11 regiones, los estudiantes alternan dos semanas en sus hogares con dos semanas de internado en el CRFA (donde están dedicados a tiempo completo a actividades académicas). Esto facilita la socialización y la formación en valores.
Durante el período en el hogar, los estudiantes desarrollan con su familia un plan de investigación y realizan tareas académicas, buscando soluciones para los problemas que afectan directamente a su poblado.
“Los temas de investigación suelen estar relacionados a problemas de agricultura, ganadería y turismo. Al final, estos estudios que realizan se convierten usualmente en ideas empresariales de restaurantes, pequeñas bodegas y engorde de ganado”.
Mientras que la estadía en el internado con cerca de 150 alumnos de secundaria, según lo que comenta el director de ProRural, ayuda a los menores a generar lazos sociales, promover valores y compartir las buenas costumbres de sus amigos.
El Premio WISE de la Fundación Qatar
Estos esfuerzos por la educación han hecho que Baumann y ProRural se hagan acreedores del Premio WISE, que es considerado por los especialistas como el Premio Nobel de la Educación. El galardón resalta nuevas soluciones y enfoques que abordan los retos educativos que enfrenta el mundo.
El ingeniero agrónomo afirma que no trabaja buscando reconocimiento, a pesar de los numerosos galardones que ha obtenido en los últimos años, y confesó que su alegría reside en otro tipo de resultados.
“Más allá de los premios, la principal recompensa que podemos tener es ver que hay profesionales en provincia que pueden competir con cualquier otro estudiante del país, que están capacitados para lograr sus metas y que valoran su tierra de nacimiento”, manifestó Baumann.
Datos
A la fecha, el ProRural atiende a 2,823 adolescentes. Durante el 2013, 1,657 jóvenes completaron la educación secundaria. Un 78% de alumnos egresados permanece vinculado a sus familias y comunidades y el 31% desarrolla planes de negocio que sustentaron al término del quinto de secundaria.
(FIN) LSC/RRC