Desafíos para la investigación
El estudio destaca entre sus conclusiones que frente a la problemática de fragmentación del bosque andino es necesario el planteamiento de investigaciones integrativas. Asimismo, es importante establecer líneas de trabajo en las universidades que generen proyectos que permitan el entendimiento de los bosques andinos.
Sostiene también que la investigación básica que se genera debe tener una visión a resolver preguntas a mediano y largo plazo, porque de lo contrario, su integración al avance científico es limitada. “Se requiere la generación de redes de colaboración científica y técnica por regiones ó áreas geográficas y/o temáticas que puedan contribuir a establecer estudios comparativos y optimizar el empleo de la investigación existente y del capital humano en la solución de problemas socioambientales”, subraya.
Por último, remarca que es necesario apoyar la generación de publicaciones formales, la difusión de los conocimientos en bosques andinos y asegurar el financiamiento a grupos de trabajo para estudios a largo plazo.
Bosques andinos y cambio climático
Los bosques pueden contribuir a reducir la vulnerabilidad de los ecosistemas e incrementar resiliencia, por tanto contribuir con la adaptación al cambio climático. De otro lado, los bosques contribuyen a mitigar el cambio climático si se reconoce su rol como reservorios de carbono y el potencial de captura de gases de efecto invernadero. Frente a ello, es importante que se considere y reconozca este doble rol de los bosques cuando se definan estrategias de conservación y manejo sostenible.
Del mismo modo, los bosques andinos cumplen un rol clave en la provisión de bienes y servicios ecosistémicos, dado que regulan el clima y el suministro de agua, atenúan las inundaciones y las sequías, mitigan las emisiones de gases de efecto invernadero y mantienen los hábitats que permiten la permanencia a largo plazo de la biodiversidad.
En este contexto, el entendimiento de los beneficios derivados de los bosques y su papel en la economía local y nacional se hace imprescindible, ante la creciente necesidad de desarrollar estrategias nacionales amplias, que involucren a los bosques como sectores estratégicos de la economía, no solo por el uso comercial de sus componentes, sino por su potencial en la mitigación del cambio climático y en el desarrollo de acciones locales de adaptación.
En ese sentido, el rol de los bosques andinos en la adaptación y mitigación es sumamente relevante, de manera que se logre incrementar la resiliencia de las poblaciones y los ecosistemas, integrados en un contexto de promoción del desarrollo sostenible.

Los bosques andinos en el Perú se clasifican en húmedos (33.2 por ciento), estacionalmente húmedos (38.2 por ciento) y secos (22.3 por ciento). Estos se distribuyen de manera continua a lo largo de la vertiente oriental y la parte norte de la vertiente occidental y, de manera fragmentada, en áreas por encima de la línea de árboles en la ladera oriental, en las partes altas, valles interandinos y la vertiente occidental.