Residuos sólidos y cenizas de incendios forestales hallaron especialistas de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), durante las labores de monitoreo que desarrollaron en glaciares de las cordilleras del Vilcanota y Carabaya, región Cusco, además del retroceso peligroso en la última década.
Los expertos de Autoridad Administrativa del Agua Urubamba Vilcanota (AAA-UV), se desplazaron para la
evaluación de las masas de nieve y calidad del agua a las cabeceras de cuenca de estas dos importantes cordilleras e incluso llegaron hasta la Amazonía en Ucayali.

El objetivo, que es permanente, es saber el comportamiento meteorológico e hidrológico de las principales reservas de agua dulce del país, fundamentales para la seguridad hídrica y el desarrollo sostenible.
El equipo especializado de Glaciología, con apoyo de tecnología avanzada para la recopilación de información precisa, realizó multiparámetros que miden variables de calidad del agua (pH, conductividad, oxígeno disuelto), GPS, y estaciones hidrológicas y meteorológicas instaladas en puntos estratégicos, logró resultados.
Según se informó, las mediciones se realizan cumpliendo los estándares internacionales de la norma ISO/IEC 17025, que garantiza la competencia técnica de los laboratorios de ensayo y calibración.

Rocío Venero, bióloga y especialista en calidad de agua de la AAA Urubamba Vilcanota, destacó que la red de monitoreo comprende más de 160 puntos distribuidos a lo largo de la cuenca birregional, donde se analizan parámetros hidrobiológicos, bacteriológicos, microbiológicos y fisicoquímicos.
Resultados de estas labores, revelan una
situación preocupante en la cuenca media de la Unidad hidrográfica Urubamba, debido a la presencia de aguas residuales domésticas, así como
partículas de ceniza y residuos sólidos en los glaciares, generados por incendios forestales y el ingreso inadecuado de turistas.
La especialista explicó que "
estas acciones humanas están afectando la pureza del recurso y acelerando la pérdida de masa glaciar".

Por su parte, Rolando Cruz, ingeniero y especialista en Glaciología de la ANA, manifestó que en los últimos diez años se ha registrado un retroceso superior a los 150 metros en los glaciares Suyuparina y Quisoquipina, en la cordillera de Vilcanota.
Sostuvo que este fenómeno responde tanto al cambio climático como a la deposición de aerosoles y carbón negro, que oscurecen la superficie del hielo, incrementan la absorción solar y aceleran el proceso de derretimiento.

Ante este panorama la ANA hace un llamado a las instituciones competentes a reforzar las acciones de protección y conservación de los ecosistemas glaciares, e invoca a las agencias de turismo a fomentar un turismo responsable y sostenible, que contribuya a la preservación de los glaciares, fuente esencial de vida, biodiversidad y desarrollo para las comunidades altoandinas.