El sedentarismo durante la pandemia afectó la próstata de muchos varones debido a la inactividad de la zona pélvica que sostiene a esta pequeña glándula del sistema reproductor masculino, advirtieron expertos, en víspera de celebrarse el Día Internacional del Hombre.
La pandemia por el covid-19 ocasionó numerosos cambios en la vida de las personas, restringiendo su movilidad y confinándolos en sus casas para protegerlos de posibles infecciones, sin imaginar que esto podría agudizar algunas patologías generadas por la inactividad y el sedentarismo.
“Muchos pacientes pasan demasiado tiempo sentados y algunos han empezado a tener problemas en el piso pélvico con un impacto en la próstata. El piso pélvico está lleno de músculos y por eso es muy sensible a las contracturas”, advirtió el urólogo Víctor Pérez Cornejo, de la clínica Insalud, a la Agencia Andina.
Dicha contractura puede ocasionar que no llegue buena cantidad de sangre a la próstata, provocando una isquemia o una inflamación de la glándula (prostatitis).
“Cuando los músculos perineales se contraen inflaman la próstata porque ‘ahogan’ los nervios y vasos que existen en dicha zona, generando alguna neuropatía o dolores neuropáticos en otras zonas, como dolor inguinal, perineal y en los testículos, sin que ellos tengan algún problema”.
Este problema puede reflejarse también en toda la zona perineal, a través de hincones o incomodidades entre el ano y los testículos o al momento de orinar o tener relaciones sexuales.
¿Cuándo ir al médico?
El urólogo indicó que si estas molestias han sido pasajeras y muy eventuales no hay mayor peligro, pero si se trata de algo constante debe pasarse por una evaluación médica.
“Las prostatitis puede tener un origen infeccioso y no infeccioso, las más frecuentes son las no infecciosas y entre ellas están las ocasionada por contracturas neuromusculares del piso pélvico o neuropatías, pero eso debe determinarlo un especialista”.
Para evitar llegar a este tipo de complicaciones, el galeno recomendó pararse del asiento de forma regular, cada 20 minutos y hacer estiramientos, además de integrar la actividad física a la vida diaria, sobre todo cardiovascular. Es fundamental aprender a relajarse.
“Hay que evitar que el caso se cronifique, porque la contractura en dicha zona es similar a la que puede ocurrir en otro lado del cuerpo. Algunos pacientes podrían necesitar terapia de relajación del piso pélvico con un fisioterapista, relajantes musculares, terapias de onda de choque, entre otras.
¿Ejercicios Kegel?
En algunos casos se podría recomendar la realización de ejercicios de Kegel, indicados para fortalecer los músculos del suelo pélvico, que sostienen la vejiga y el intestino, y afectan además la función sexual.
“Pero estos deben ser indicados por el médico tratante, porque hay algunos varones que están tan contracturados que podrían ser contraproducentes para lograr una mejoría”.
Además de los ejercicios, estiramientos constantes y luchar contra el estrés, el experto sugirió emplear cojines especiales para sentarse o el llamado picarón o rodete para evitar que los músculos del piso pélvico pasen mucho tiempo presionados contra una zona rígida y terminen en una contractura.
Mayores de 50 años
Pérez aprovechó la próxima celebración del Día Internacional del Hombre para advertir que la pandemia ha reducido al mínimo los controles preventivos de cáncer a la próstata, lo cual es muy peligroso, porque si bien es una neoplasia de desarrollo lento, su incidencia no se ha reducido en el tiempo.
Destacó que además de las pruebas laboratoriales y de sangre como la PSA (Antígeno Prostático Específico) el tacto rectal continúa siendo un examen esencial para determinar la situación médica de esta glándula, prueba que se recomienda a partir de los 50 años y como mínimo una vez al año, reiterando que se trata de un examen indoloro y que puede salvar muchas vidas.
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(FIN) KGR /LIT
Publicado: 19/11/2021