También indican que, para conseguir el empleo, el usuario debe hacer un pago de 10 dólares que debe ser transferido al “activador”. Con ello podrá acceder al servicio y comenzar a captar clientes desde redes sociales.
Si el usuario hace el pago por esa membresía, se le promete que recibirá los ingresos de los nuevos usuarios que capte íntegramente sin dar comisiones a la falsa compañía.
¿Por qué no son legales estas actividades?
Carlos Cueva, jefe del Departamento de Asuntos Contenciosos de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), precisó a la agencia Andina que este tipo de esquemas piramidales entran en la categoría de “informalidad financiera”.
El riesgo de ser estafado es alto porque las supuestas empresas no están registradas en el Perú y, por ello, no tienen autorización de la SBS para operar recabando fondos de sus clientes.
Estas estafas se caracterizan por el pago requerido para acceder al trabajo. "La captación de dinero o ahorros ha ido evolucionando por la tecnología en esquemas más sofisticados. Hemos encontrado redes creadas en base a esquemas disfrazados de oportunidades de trabajo", agregó Cueva.
Cada mes se reciben más de 40 consultas por email sobre presuntas estafas, pero lamentó que las víctimas no denuncian los casos.
Por ello, desde el 2016 se realizan investigaciones internas sobre esquemas de informalidad financiera que han permitido detectar más de
30 falsas empresas que prometen bonos o ganancias por invitar a más personas a comprar paquetes o membresías de negocios supuestamente rentables.