El emprendimiento en el Perú está muy relacionado con las mujeres, pues son ellas las que le dan el impulso necesario a diversos proyectos para su desarrollo. Así, de acuerdo con el Ministerio de la Producción (Produce), cuatro de cada 10 empresas en el país están conducidas o gerenciadas por mujeres, afirmó la gerente senior de la Fundación Belcorp, Verónica Melzi.
“El emprendimiento es un dinamizador de la economía, una fuente importante de empleo, de innovación y, por lo tanto, es un elemento crucial que se debe fortalecer e impulsar” afirmó en el programa Andina Al Día de Andina Canal Online.
Comentó que si bien las cifras de Produce son interesantes, es importante precisar que un gran número de mujeres tiene una mayor participación en el sector informal.
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“Además, durante la pandemia, el 60% de las empresas que se crearon estuvieron lideradas por mujeres, esto debido a que muchos sectores estuvieron impulsados por mujeres, como el caso de comercio y los servicios. Estos sectores tienen una mayor representación femenina por lo que, durante la pandemia, las tasas de desempleo para las mujeres fueron elevadas”, refirió.
En ese sentido, Melzi sostuvo que muchas mujeres encontraron en el emprendimiento una manera de generar ingresos.
“Sabemos que en el país el emprendimiento no siempre sucede porque significa una oportunidad, sino que, por lo general, deriva de la necesidad, es decir, es la obligación de generar ingresos lo que motiva a las mujeres a buscar un espacio dentro del mercado laboral”, precisó.
No obstante, la ejecutiva sostuvo que es, precisamente, este empuje la que convierte a las mujeres en verdaderos motores de la economía y que su esfuerzo se refleja en una mejor sociedad y se transforma en un valioso aporte para la economía nacional.
Barreras
Pese a los avances alcanzados para reducir las trabas a las mujeres emprendedoras, la gerente senior de la Fundación Belcorp aseveró que aún hay barreras que las mujeres deben deribar para seguir desarrollándose.
“Una de las principales barreras que enfrenta la mujer emprendedora es la falta de tiempo. Las mujeres absorben mucho el trabajo doméstico. En ese sentido, antes de la pandemia, las mujeres dedicaban en promedio tres horas más al día en trabajos vinculados a los quehaceres domésticos; se trata, pues, de tiempo que ellas no pueden dedicar al negocio”, precisó.
Otra barrera es el acceso al financiamiento. Según Melzi, actualmente este acceso es menor al de los hombres. “Este obstáculo tiene que ver mucho con el miedo que tienen a arriesgar, por lo que ellas mismas son las que deben poner de su parte para vencer esta barrera”, refirió.
La otra barrera destacada por la ejecutiva es la falta de confianza en sus propias capacidades.
“De acuerdo con la OCDE, solo tres de cada diez mujeres de los países que conforman este bloque económico tienen la confianza suficiente para emprender. Entonces, se sienten capaces de impulsar su negocio y esto es vital para asumir esa posibilidad de arriesgar”, puntualizó.
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(FIN) VLA/JJN