La Policía Nacional inició la investigación del crimen del líder asháninka Santiago Camilo Contoricón Antúnez (58), quien fue asesinado el sábado 8 en su propia vivienda ubicado en la comunidad nativa de Puerto Ocopa, distrito de Río Tambo, provincia de Satipo, región Junín.
Coincidentemente agentes de la Dinandro de Mazamari, se desplazaban en comboy hacia Puerto Ocopa para sus operativos en la zona, cruzándose con los fascinerosos que huían en una motocicleta; “Aparentemente los asesinos creyeron que los perseguían y abandonaron la motocicleta y arrojaron las armas con la mochila cerca a Tsiriari, en donde hallaron un fusil mini USI y una pistola glock, con silenciador y huyeron con rumbo desconocido” refirió un familiar de la víctima.
Sin embargo, los dirigentes indígenas, que el 4 de abril se reunieron con el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otarola Peñaranda y 10 ministerios para la Instalación de la Comisión Multisectorial creada mediante D.S N° 040-2023-PCM, condenaron este execrable crimen y recordaron que durante esa reunión los dirigentes mencionaron su preocupación por las amenazas que reciben por organizaciones criminales ligados al narcotráfico.
“Es una muerte que no debe quedar impune y la justicia debe alcanzar a quien es responsable, caiga quien caiga; porque esto demuestra que los dirigentes indígenas de esta parte del país estamos propensos a ser asesinados en cualquier momento y no puede ser así”, afirmó Eli García Rivera, presidente de la Organización Regional de Nacionalidades Amazónicas de la Selva Central (Ornasec).
Esta alerta del dirigente regional de la Selva Central, pone en contexto al crimen de Ulises Rumiche Quintimari, en el distrito de Pangoa; quien también fue asesinado cuando retornaba a su vivienda, tras haber sostenido reuniones de trabajo con los funcionarios del gobierno central, quienes estaban en la provincia de Satipo próximos a instalarse la Mesa técnica de Desarrollo Territorial del Vraem al 2025.
Conocido dirigente
Santiago Camilo Contoricón Antunez, o más conocido como “Shanti” por sus amigos, durante toda su juventud hasta el día que lo asesinaron, estuvo ligado a la dirigencia indígena, como jefe de su natal comunidad de Puerto Ocopa, luego en la época más cruenta de la guerra con las huestes terroristas, estuvo al frente de la recuperación de sus hermanos asháninkas que fueron capturados por Sendero Luminoso y mantenidos en cautiverios esclavizados para producir alimentos para los terroristas.
A inicios de la década de 2000 fue elegido alcalde del distrito de Río Tambo por dos periodos consecutivos hasta el 2006, luego del 2007 al 2010, fue primer regidor de la provincia de Satipo; para luego ser consejero regional desde 2015 al 2018, y luego volver a sus aulas como docente, siempre ligado a la dirigencia indígena.
Los deudos son revictimizados al tener que trasladar el cadáver del dirigente indígena hasta la provincia de Chanchamayo, ubicado a cuatro horas de Puerto Ocopa, debido a que la provincia de Satipo la más grande de la región Junín y la segunda con mayor población no cuenta con un médico legista.
“Tengo entendido que desde el asesinato a nuestro hermano Rumiche, las autoridades del gobierno central se comprometieron a implementar con un laboratorio de criminalística y dotar de médicos legistas a la provincia de Satipo, pero seguimos siendo olvidados, no sé si será por nuestra condición indígena o porque esta provincia no les interesa” acotó Elí García Rivera.
Dato:
Las armas encontradas al borde de la pista en el trayecto Puerto Ocopa Mazamari fueron lacradas por el personal policial de la Comisaria de Mazamari en presencia de la Fiscal Ida Romero, de la 2da fiscalía Penal corporativa de Satipo.
Santiago Contoricón Antunez, fue un defensor del territorio ancestral asháninka, durante años lidió ante la amenaza expansiva de cultivo de coca a territorios de Río Tambo, cuyos personajes que encabezan estas invasiones se encuentran ligadas a actividades ilícitas del narcotráfico, recibiendo amenazas por parte de estas organizaciones criminales.