La necesidad de evitar el contagio del coronavirus (covid-19) en la atención odontológica de Tacna llevó a los dentistas y catedráticos universitarios Ulises Peñaloza de la Torre y Jaime Humpiri Flores a crear un aparato de aislamiento facial que resultó ganador del Concurso Nacional de Invenciones 2020 convocado por el Indecopi.
Se trata de un dispositivo de sencillo diseño, económico y de gran utilidad que permite el contacto directo del odontólogo u odontóloga con sus pacientes y su buen desempeño profesional sin exponerse a los aerosoles con posible carga viral generados durante la intervención y el tratamiento dental, explicó en diálogo con la Agencia Andina, Ulises Peñaloza, uno de los autores de este invento que se alzó con el galardón en la categoría de Patente frente al covid-19.
El cirujano dentista, oriundo y residente hace 40 años en la Ciudad Heroica, es egresado de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann, donde también es catedrático investigador.
Con más de 10 años de experiencia clínica y docente universitario de pregrado en las áreas de Periodoncia, Cirugía bucal y Endodoncia e Investigación, Ulises Peñaloza de la Torre es especialista en Periodoncia e Implantología. Cuenta también con maestría y doctorado en Odontología, así como estudios de maestría en Investigación e innovación científica.
Como sucedió con sus colegas odontólogos y otros profesionales de la salud, la cuarentena provocada por la pandemia del covid-19 provocó un duro golpe en el desempeño profesional. La situación obligó a la suspensión de las atenciones ambulatorias en los hospitales y clínicas, así como el cierre temporal de los consultorios privados.
“La odontología está catalogada como una de las profesiones de mayor riesgo de contagio debido al contacto directo con la emisión de aerosoles a través de la boca y la nariz”, comentó.
Peñaloza comentó que para enfrentar este sombrío panorama y evitar el riesgo en la salud de los odontólogos y de sus pacientes, él y su colega Humpiri, puneño de nacimiento pero residente en Tacna por muchos años, buscaron alternativas de solución que concuerden con las recomendaciones del Colegio Odontológico del Perú y la Asociación Dental Americana, instituciones de referencia en este tema.
En los meses de abril y mayo estuvieron buscando información y viendo si había dispositivos que cumplieran la función de aislamiento. “Lo que encontramos sobre aparatos de aislamiento no nos convencía en el aspecto de garantizar una buena calidad de aproximación a la cavidad bucal. Porque hay tratamientos odontológicos en los que se necesita una buena aproximación para apreciar en detalle el trabajo. También encontramos dificultades en el mecanismo de desinfección de los aparatos”, manifestó.
Invento innovador que evita contagios
Al no encontrar un dispositivo idóneo, Peñaloza y Humpiri se dedicaron a idear lo que sería el prototipo de su propio aparato. Lo primero que se buscó es un soporte lo suficientemente fuerte pero que a la vez permita múltiples posiciones de trabajo para la odontología, toda vez que los pacientes permanecen en posición horizontal con el rostro en contacto directo con el dentista.
Tras probar inicialmente con soportes para teléfonos móviles, los que fueron dejados de lado por su inestabilidad, los inventores apelaron a los soportes de las lámparas que utilizan los médicos y que son más firmes al ser totalmente metálicos. A ello se adicionó un marco que permitía la colocación de una lámina plástica o film para tener una mayor aproximación a la cavidad bucal, así como tela quirúrgica para cubrir al paciente. Ambos elementos sirven como aislantes para evitar el contacto con los aerosoles que se generan en la atención dental.
La ventaja de utilizar el film y la tela quirúrgica es que tienen bajo costo y son descartables, lo que permite que sea un dispositivo muy económico y muy funcional, dado que se regula en altura para facilitar la labor del dentista si se encuentra sentado o de pie. “El equipo se adapta a todas las condiciones climáticas, por lo que puede utilizarse en cualquier parte del país”, destacó.
El prototipo fue probado con éxito por ambos y otros 40 colegas en Tacna, entre ellos la hermana de Ulises Peñaloza, quienes prestan servicio en el ámbito público y privado. Al corroborar la buena funcionalidad de su invento, ambos decidieron en junio patentarlo ante el Indecopi.
Cuando iniciaron el proceso de registro de patente de su invento, se enteraron del concurso convocado por el Indecopi y decidieron postular. Se presentaron en las categorías General y Patentes frente al covid-19. Y en esta última se alzaron con el triunfo tras competir contra más de un centenar de aspirantes.
Peñaloza de la Torre confiesa que al conocer el resultado del certamen, el 15 de diciembre último, no podía creerlo. Y ello porque concursaban frente a invenciones de alta complejidad tecnológica. Sin embargo, la gran utilidad y sencillez que ostenta el innovador aparato odontológico lo convirtió en el elegido por el jurado evaluador de la edición 25 del concurso convocado por el Indecopi.
Además de la distinción otorgada por el Indecopi, los odontólogos ganadores recibieron un premio en efectivo por 2,000 dólares, gracias a la Asociación Interamericana de la Propiedad Intelectual (ASPI) y la Asociación Peruana de Propiedad Industrial (APPI).
El inventor tacneño estima que el proceso para obtener la patente, de acuerdo al mecanismo simplificado con el acompañamiento del Indecopi, finalizará en el primer trimestre del 2021. Mientras tanto, su agenda de trabajo contempla la difusión de su invento, gracias a una invitación del Colegio Odontológico del Perú-filial Tacna.
Surgido de la educación estatal, dado que estudio en el colegio nacional Jorge Basadre Grohmann, Peñaloza destaca el buen nivel educativo público en el departamento de Tacna, que lo ha situado desde hace varios años en el primer lugar del desempeño escolar a escala nacional.
Además, Tacna es cantera de destacados intelectuales, héroes e investigadores que han dejado bien alto el prestigio del departamento más austral del Perú. “En Tacna y en todo nuestro país existe mucho talento y creatividad, surgidos en muchos casos de la necesidad de buscar soluciones a los diversos problemas”, enfatiza Ulises Peñaloza.
¿Qué es una patente?
Una patente es un título de propiedad otorgado por el Estado para la explotación de una invención, por un periodo limitado y dentro del territorio que los concede. Así, aquellas personas naturales o jurídicas que obtienen una patente gozan de un derecho de exclusividad que les permite decidir el destino de su invención, ya sea fabricarlo de forma directa para abastecer al mercado o autorizar su producción y comercialización a un tercero.
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