Brasil salió de la penumbra con la lámpara de Tite. Perú dejó el purgatorio con las letanías de Gareca. Responsables por el renacer y auge de sus equipos, ambos entrenadores pondrán a prueba sus poderes este domingo en el Maracaná, en la batalla final por la Copa América.
Aunque hoy sus anticuerpos con la hinchada son altos y se ha ganado abucheos en algunos partidos, Tite es el gestor de la mejor versión de Brasil de la última década.
Cuando era jugador de Argentina, el gol de Ricardo Gareca en 1985 puso el 2-2 contra Perú en las eliminatorias mundialistas. Los incas se fueron a un repechaje que perdieron y durante años nunca estuvieron tan cerca de ir a una Copa del Mundo.
El 'Tigre' sería luego el encargado de armar un equipo con jugadores que aún no habían ancido cuando Perú fue por última vez a un Mundial, en 1982.
Aunque fue un comienzo accidentado y lleno de críticas, el trabajo táctico y psicológico hizo que los jugadores peruanos creyeran de nuevo en su talento.
El melenudo devolvió al Perú el toque rápido de balón al ras del piso, le dio organización, orden y ganas de gol.
Así consiguió llevar a Perú como último clasificado al Mundial de Rusia-2018, tras un repechaje con Nueva Zelanda. Era el retorno del los incas a una Copa del Mundo. Aunque los eliminaron en fase de grupos, seguían siendo héroes.
Pese a estar sometido a mucha crítica, el DT de 61 años y melena de rockero responde con resultados. Su equipo fue goleado 5-0 ante Brasil en fase de grupos en esta Copa América y la prensa lo destrozó.
Pero Gareca recuperó rápidamente a Perú, eliminó por penales a Uruguay en cuartos y venció a Chile 3-0 en las semifinales.
Ahora están de vuelta el domingo en una final de Copa América después de 44 años, donde enfrentarán al favorito Brasil, que jamás ha perdido este torneo como anfitrión.
La Federación Peruana de Fútbol (FPF) también le ha reiterado la confianza para que siga al frente de Perú en las eliminatorias a Catar, en medio de rumores de una posible oferta para dirigir a su natal Argentina.
Una imagen de Gareca es recurrente. Cada vez que Perú hacía un gol y los jugadores entraban en emoción, este los llamaba, se llevaba los dedos índices a las sienes y les reclama calma: "Pensá", les decía.
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(FIN) AFP/RES
Publicado: 6/7/2019