La Contraloría General de la República corroboró que diversas muestras de productos alimenticios de origen vegetal, los cuales se comercializan en mercado de Lima y Callao, excedieron los límites máximos de residuos de plaguicidas incluyendo algunos productos altamente tóxicos y prohibidos.
También determinaron que estos alimentos carecen de su trazabilidad de origen para la vigilancia y control respectivo, lo que evidencia el alto riesgo para la salud humana y el medio ambiente, esto en el marco de las inspecciones realizadas en el mes de noviembre por la Dirección Ejecutiva de Lima y Callao del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) y la comisión de control de la Contraloría.
Además, se obtuvieron como resultado que de las 12 muestras de alimentos vegetales tomadas en los mercados Satélite de Ventanilla en el Callao, Las Tres Regiones de Carabayllo y Playa Villa Sur de Villa El Salvador, siete de ellas superaron los límites máximos permisibles de plaguicidas químicos de uso agrícola: el melocotón, la fresa, la palta, el pimiento, la espinaca, el maracuyá y el ají amarillo.
Incluso, en el caso del melocotón se encontró el químico Chlorpyrifos, cuyo uso está prohibido en el Perú, y en la fresa se encontró el Methomyl, sustancia altamente tóxica, las cuales pueden afectar la salud de los consumidores finales a nivel del sistema cardiovascular, endocrino y neurológico. Dichos químicos también pueden ser extremadamente tóxicos para aves y peces poniendo en peligro, incluso, toda la cadena alimenticia.
De acuerdo con el Informe de Visita de Control n.° 011-2025-OCI/4540-SVC, que comprendió el periodo del 11 al 17 de noviembre de 2025, la comisión de control también constató que los puestos de venta de los alimentos donde se tomaron las muestras no contaban con la trazabilidad de origen, lo que limita la capacidad del SENASA de iniciar procedimientos orientados al control, perdiéndose la oportunidad de tomar acciones preventivas y/o correctivas que contribuyan a la inocuidad agroalimentaria.
Productores sin registro
En el caso de las inspecciones a los predios de cultivo (establecimientos de producción primaria), la comisión de control evidenció que el personal de la Dirección Ejecutiva de Lima y Callao tomó muestras de alimentos de origen vegetal a productores que no se encontraban registrados en el padrón “Predio-Productor” del SENASA y tampoco procedió a registrarlos como lo establece el procedimiento aplicable, lo que limita la identificación de los responsables para la implementación de acciones correctivas ante la producción de alimentos no inocuos para la salud de las personas.
Durante la inspección, se tomaron muestras de brócoli, apio, tomate (2) y papa en cuatro centros poblados: Olfa y el Olivar de Carabayllo, así como en Trapiche y Huarabi Bajo en Santa Rosa de Quives (Canta). En los informes de ensayo remitidos a la comisión de control, de las cinco muestras recolectadas, en dos se determinó la presencia de plaguicidas que han excedido los límites permitidos: el tomate y el apio, este último con cinco pesticidas de uso agrícola cuyos residuos sobrepasaron los límites.
Sin verificación previa
La comisión de control verificó que el personal de la Dirección Ejecutiva de Lima y Callao no estaría cautelando el cumplimiento de los procedimientos a seguir para la toma de las muestras de alimentos, como por ejemplo el caso del mercado Satélite de Ventanilla no se verificó con anterioridad las condiciones donde se tomaron las muestras, motivo por el cual no se encontraron las cantidades suficientes (2 kilos) de dos productos para el análisis respectivo.
Las muestras faltantes se recolectaron en el mercado de otro distrito y no en el más cercano o de la misma jurisdicción, como lo establece el procedimiento vigente, lo que podría afectar el cumplimiento del plan anual de monitoreo de residuos químicos y otros contaminantes en alimentos agropecuarios 2025.
Por último, los resultados del informe de control fueron notificados a la jefatura nacional del SENASA para que se inicien con las acciones correctivas correspondientes a fin de asegurar la inocuidad de los alimentos destinados al consumo humano.