Se acabaron los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, pero más allá de las impactantes imágenes que dejaron para el recuerdo, los valores que movilizaron a sus deportistas son parte de su gran legado, que aplicados a nuestra vida diaria, pueden hacer una enorme diferencia. Conócelos aquí y elige en cuál trabajar.
Excelencia, amistad, respeto e igualdad fueron los cuatro valores que guiaron
los Juegos Panamericanos, compartidos además con los Juegos Olímpicos, que se realizarán en Japón el próximo año.
Para la doctora Vanesa Herrera, la excelencia nos empuja a dar lo mejor de nosotros mismos, poniendo el énfasis en superar nuestros propios límites más que en el ganar. Esto nos demuestra que siempre se puede avanzar más.
Respeto y amistad
Los valores del respeto y la amistad son fundamentales para tender puentes entre las personas, sobre todo entre las que se ubican como diferentes, afirmó la psiquiatra del Instituto Nacional de Salud Mental.
En el deporte, el respeto es un valor que se le asocia también al cuidado del cuerpo y en ese sentido, la experta lamentó que
los peruanos hagamos poca actividad física, con lo cual perdemos la posibilidad “de sentir un bienestar general y prevenir enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión, el cáncer, casos de depresión y ansiedad o reducir los estragos del estrés cotidiano.”
Refirió que “la mayoría de personas estamos centradas en dejarnos arrastrar por el trabajo, lo cual no ayuda a encontrar un balance y equilibrio en
nuestra vida cotidiana”.
Para Vanesa Herrera, el valor de la igualdad abre un horizonte donde hombres y mujeres logran la misma notoriedad, donde son valorados de la misma manera.
“Antes, la imagen de un atleta se asociaba siempre a una retrato masculino; sin embargo, durante estos juegos hemos podido ver el gran esfuerzo desplegado también por mujeres, un aspecto que en mucha familias aún no es concebido, porque existen mitos y creencias que tienen de fondo
al machismo. El valor de la igualdad nos invita a cambiar el chip, lo que también es saludable”, comentó.
Coraje y determinación
La experta señaló que a los valores descritos, se suman los que guiaron los
Juegos Parapanamericamos: coraje, determinación e inspiración, que fueron desplegados por 1,890 atletas de 33 países y entre quienes salieron aquellos que nos representarán en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
“Tuve la suerte de ver las competencias de paranatación y ví a jóvenes que, pese a las limitaciones en brazos o piernas, demostraban una gran disciplina y entusiasmo. Cuando uno ha tenido una pérdida física o somática, puede subsumirse en un abandono o puede aceptarlo y reescribir su historia, dándose la oportunidad de descubrir nuevo talentos desconocidos antes de esa adversidad”, anotó.
Así, los paratletas demostraron el desarrollo de una fortaleza extraordinaria, venciendo barreras, prejuicios y el estigma social que todavía hay hacia
las personas con discapacidad física, intelectual o mental.
“Eso implica coraje de la propia persona, así como de su red amical o familiar. Allí hay una determinación enorme para lograr los objetivos trazados. Las sociedades más desarrolladas son las más inclusiva, las más respetuosas, cuidan lo más posible el acceso a las oportunidades, sin tener una mirada sobreprotectora o paternalista de las personas con discapacidad”.
Indicó que este enfoque está muy en línea con el que se desarrolla en el campo de la salud mental, donde se busca la recuperación total de las personas, quienes deberán reordenar sus talentos y potencialidades para sacar lo mejor de sí.
La determinación y los triunfos alcanzado por los paratletas resultaron una inspiración para todos.
Empatía social
“Lamentablemente por estigma, prejuicio, desconocimiento o desinformación mucho creen que la persona con discapacidad no tienen esperanza, pero estos deportistas nos han demostrado que su recuperación es posible porque hubo una revalorización de talentos y una adaptación a un nuevo funcionamiento, donde también se puede encontrar la felicidad”, señaló la psiquiatra.
Para ella, los Juegos Parapanamericanos nos dejan un aprendizaje enorme, no solo en materia de organización -que el mundo ha destacado-, sino en grandes historias de vida, con posibilidad redención, recuperación y éxito. “Una mirada de un mundo más esperanzador, fundamental para las familias peruanas”.
“Esta ha sido una oportunidad para ver que hay esperanza, para mirar lo que estaba invisible ante nuestros ojos, visibilizar la posibilidad de una recuperación integral, más normalizada de
la discapacidad. Ojalá y las personas que en este momento están abandonadas en un cuartito o las familias que tienen a un hijo o hija con discapacidad busquen ayuda, empiecen a trabajar en ellos la autoconfianza, la capacidad para resistir ante adversidad”, añadió la experta.
Finalmente pidió no olvidar que todos, a cualquier edad, podemos adquirir o desarrollar una discapacidad física o mental severa, por lo cual debemos desarrollar un alto sentido de empatía social por quienes la padecen.
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(FIN) KGR/RRC
Publicado: 12/9/2019