Andina

Conoce las potencialidades del Perú para desarrollar el turismo comunitario

Nuestro país posee condiciones únicas para esta modalidad turística que beneficia a las comunidades

El turismo comunitario es una forma novedosa de viajar y conocer el Perú, a través de experiencias en las que los viajeros pasan por una vivencia real, satisfactoria y memorable de las distintas culturas que componen nuestro país.

El turismo comunitario es una forma novedosa de viajar y conocer el Perú, a través de experiencias en las que los viajeros pasan por una vivencia real, satisfactoria y memorable de las distintas culturas que componen nuestro país.

10:04 | Lima, dic. 20.

Por Luis Zuta Dávila

El turismo comunitario es una forma novedosa de viajar y conocer el Perú, a través de experiencias en las que los viajeros pasan por una vivencia real, satisfactoria y memorable de las distintas culturas que componen nuestro país. Estas no solo aportan sentido y valor al viaje, sino que también enriquecen la perspectiva de los visitantes y les permiten conectarse con distintas realidades que se viven en nuestro diverso y formidable territorio nacional.

Según la Ley de Promoción y Desarrollo del Turismo Comunitario, publicada el 22 de junio de 2023, el turismo comunitario es toda actividad turística que se desarrolla desde la perspectiva territorial e intercultural de las comunidades con vocación turística y participación activa o liderazgo de la población, realizada bajo un modelo de gestión de base comunitaria que provea los servicios que conlleve: alojamiento, intermediación, alimentación, traslado, información, asistencia o cualquier otro relacionado directamente con el turismo.




Objetivos del turismo comunitario


Son objetivos del turismo comunitario los siguientes:

a) Fortalecer la gestión del turismo comunitario a través de las organizaciones de base comunitaria vinculadas a las formas de organización social tradicional en las comunidades.


b) Consolidar los productos de turismo comunitario con valor diferenciado y de calidad, respetando el patrimonio natural y cultural de las comunidades y sus diversos activos territoriales.

c) Posicionar el turismo comunitario en el mercado mediante una promoción y comunicación efectiva que resalte los atributos, beneficios y valores de la marca.


d) Fortalecer la gobernanza del turismo comunitario a través de la articulación público-privada.

Enfoques del turismo comunitario


Son concepciones y prácticas que caracterizan la gestión del turismo comunitario las siguientes:

a) Enfoque de base comunitaria. Enfatiza el trabajo colaborativo y organizado entre los diferentes miembros de la comunidad, que, bajo una visión compartida y sus propios modelos de gestión, orienten sus conocimientos, saberes tradicionales y procesos creativos en la búsqueda de un bien común de manera sostenible a través del turismo.


b) Enfoque territorial. Resalta el uso responsable, óptimo y equilibrado de los activos territoriales dentro de la comunidad, que asegure la sostenibilidad de la actividad turística mitigando cualquier impacto negativo que ponga en peligro el patrimonio cultural y natural y permita que las familias convivan en armonía con el entorno.

c) Enfoque intercultural. Las comunidades habitan y comparten espacios activos con diversas identidades, por tanto, la interculturalidad comprende la convivencia basada en el acuerdo y la complementariedad, así como en el respeto a la identidad y a las diferencias culturales entre anfitriones y visitantes de diversos destinos, posibilitando, a través del turismo comunitario, la gestión de encuentros culturales que promuevan el diálogo, la interacción, la valoración de saberes, el intercambio de conocimientos y el enriquecimiento mutuo.


d) Enfoque de mercado. Tiene como principal interés garantizar la sostenibilidad económica de la actividad turística en la comunidad, basado en un comercio justo entre los distintos actores que participen en la cadena de valor del turismo.

e) Enfoque de experiencia. Centrado en el visitante, tiene como prioridad desarrollar productos turísticos personalizados y memorables, mediante viajes significantes que aporten sentido y transformen la visión cotidiana de la vida a través de experiencias innovadoras basadas en la autenticidad cultural, la historia viva y la naturaleza única del territorio comunitario.

f) Enfoque de género. Busca promover la equidad entre hombres y mujeres a través de la visibilización y análisis de las normas y valores sociales de género de las comunidades, con el fin de identificar las asimetrías y brechas en el acceso y control de los recursos, derechos, obligaciones, roles y oportunidades entre hombres y mujeres.


g) Enfoque de gobernanza. Se basa en reconocer a los emprendedores como sujetos activos y agentes de cambio que tienen la capacidad y el derecho a dialogar y decidir las diversas intervenciones en sus territorios; por lo que se considera a las comunidades como entidades autónomas, empoderadas y capaces de asegurar el desarrollo de sus emprendimientos.



Potencialidades del Perú para el turismo comunitario


Una de las modalidades de turismo en los que Perú destaca por excelencia es el turismo comunitario, gracias a su enorme riqueza pluricultural, expresada tradiciones y costumbres de raíces ancestrales y enriquecidas con el mestizaje cultural que son preservadas y compartidas por poblaciones muy hospitalarias con los turistas nacionales y extranjeros. Según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), el 80% de la oferta turística del Perú se encuentra en las zonas rurales. 


Existen muchas actividades organizadas por la propia comunidad en las que los viajeros pueden sentirse parte. Compartir por un tiempo las actividades diarias de las comunidades rurales, agrícolas, ganaderas y pesqueras, así como conocer sus formas peculiares de apreciar la vida, relacionarse con su entorno natural y sus costumbres, todo lo cual enriquece y amplía significativamente la perspectiva de los visitantes sobre la cultura en otras latitudes del mundo.

El turismo comunitario permite formar parte de la comunidad y compartir lo más esencial de su cultura por al menos un día. Gracias al turismo comunitario, los viajeros experimentan vivencias únicas e inolvidables sobre la diversidad cultural del Perú.


Nuestro país ya cuenta con muchas comunidades organizadas en diversas localidades donde es posible desarrollar una visita inolvidable compartiendo sus actividades cotidianas, conocimientos ancestrales, gastronomía, valores culturales y todo aquello que los identifica y ayuda a comprender mejor y ampliar la visión sobre el mundo.

Entre las experiencias que los viajeros interesados en turismo comunitario pueden elegir en su visita al Perú figuran: Cultura viva, Danzas y música, Caminatas interpretativas, Talleres culturales, Gastronomía local, Misticismo, entre otros.

Pueblos con Encanto


Pueblos con Encanto es una iniciativa del Mincetur que busca promover el reconocimiento de los pueblos con vocación turística y valor patrimonial teniendo en cuenta sus diversos atractivos y el encanto de la población anfitriona para impulsar el desarrollo del sector en su localidad.


A la fecha, la distinción Pueblo con Encanto del Perú la poseen las localidades de Yanque (Arequipa), Sarhua (Ayacucho), Malabrigo (La Libertad), Lamas (San Martín) y Ollantaytambo (Cusco).

Destinos ideales para el turismo comunitario


A continuación, conoce algunos destinos ideales para el turismo comunitario en Perú.

Valle del Colca


En el fabuloso Valle del Colca existen lugares ideales para el turismo comunitario como los distritos de Callalli, Sibayo, Tuti y Coporaque, ubicados en la provincia arequipeña de Caylloma


En este corredor turístico alternativo al tradicional que conduce a la localidad de Chivay y al emblemático mirador Cruz del Cóndor, los turistas tienen contacto con las comunidades alpaqueras de Callalli y sus hermosas artesanías producidas con la fina fibra de ese camélido sudamericano.  


En el distrito de Tuti los turistas conocerán el nevado del Mismi, lugar donde nace el río Amazonas, el más extenso y caudaloso del planeta y compartir con las comunidades agrícolas, mientras que en Coporaque tomarán contacto con las técnicas milenarias de cultivo de papas, mashuas, ollucos, entre otros tubérculos altoandinos.

Callejón de Huaylas


Otro de los paradisiacos destinos ideales para el turismo comunitario es el Callejón de Huaylas, en la región Áncash, un estrecho valle interandino de 180 kilómetros e imponente belleza paisajística entre las Cordilleras Blanca y Negra, donde existen localidades que albergan comunidades que atesoran costumbres y conocimientos ancestrales que comparten con cariño a los visitantes.


Ubicado a una hora y media en autopista desde la ciudad de Huaraz, el Callejón de Huaylas ofrece incontables escenarios naturales donde destacan picos nevados, lagunas de aguas color turquesa y floridos campos que superan cualquier expectativa.


En las ciudades de Caraz y Yungay, así como en los centros poblados cercanos a ellas se puede conocer a la población que se dedica a la textilería, la crianza de llamas y alpacas, la agricultura y que están dispuestas a compartir con los visitantes sus tradiciones que incluyen una suculenta gastronomía local.

Lago Titicaca


El mítico lago, de cuyas aguas según la leyenda surgieron Manco Cápac y Mama Ollo, los primeros gobernantes incas, es un destino de turismo comunitario por excelencia. Y los abanderados de ello son las comunidades aimaras de los Uros que viven en las islas flotantes construidas con totora, una fibra vegetal que crece en las orillas del gran lago.


Los pobladores reciben a los visitantes con una contagiante sonrisa y pronunciando la expresión "kamisaraki" (“¿qué tal?” en idioma aimara) para luego mostrar sus tradiciones en la que destacan el dominio de la artesanía y la construcción de embarcaciones a base de totora, la navegación y la pesca en el milenario lago Titicaca, así como los coloridos textiles que conforman su vestimenta típica.


En las islas flotantes se han habilitado hospedajes para pasar una o más noches compartiendo las costumbres de los Uros, incluyendo su deliciosa y variada gastronomía.




Valle Sagrado del Cusco


Es el destino de turismo comunitario más conocido y promocionado del Perú a nivel nacional e internacional. La cautivante belleza paisajística del Valle Sagrado, que alberga a diversas comunidades campesinas en localidades como Chinchero, Ollantaytambo y Oropesa, herederas de tradiciones culturales ancestrales, constituyen el atractivo perfecto para un viaje inolvidable.


El pueblo de Ollantaytambo, situado a 67 kilómetros al noreste y poco más de una hora en auto por una carretera asfaltada desde la Ciudad Imperial, es el único del Perú que conserva su original diseño urbanístico incaico. En sus calles coexisten estructuras incas, coloniales y modernas. Pasear por el pueblo es como recorrer una ciudad museo. En las afueras del pueblo se puede disfrutar de los hermosos paisajes del río Vilcanota y el Valle Sagrado de los Incas.  


Luego de visitar el impresionante sitio arqueológico, que funcionó como centro militar y religioso, los visitantes visitar el Centro Andino por la Tecnología y Cultura de las Comunidades de Ollantaytambo, donde se exponen piezas artesanales creadas por los artesanos del lugar, con quienes se puede conservar y conocer el proceso de creación de estas piezas únicas.


En Chinchero, ubicado a 419 kilómetros al noreste y a seis horas de viaje desde la ciudad del Cusco, los visitantes pueden conocer a una comunidad que mantiene viva las costumbres heredadas de los incas, destacando la textilería y la agricultura, actividades en las que pueden participar los turistas interactuando con los pobladores para conocer las técnicas y el dominio de ambas actividades.


El distrito de Oropesa, uno de los más importantes de la provincia cusqueña de Quispicanchi, a solo 22 kilómetros al sureste de la ciudad del Cusco, es conocido como la Capital nacional del pan. Allí, el 85 % de la población, que supera los 3,000 habitantes, se dedica a la elaboración de suculentos panes y cuyo secreto radica en que está hecho con el agua de origen glacial proveniente del apu Pachatusan, una de las montañas más altas del valle de Cusco y considerada una deidad tutelar desde tiempos ancestrales.


Al llegar a este santuario de la panificación, los turistas pueden degustar la amplia variedad de panes que se producen, conocer el proceso de preparación y dialogar con los notables panaderos que compartirán sus secretos para producir tamaños manjares que constituyen también un auténtico souvenir comestible.




Granja Porcón


Los amantes del turismo vivencial pueden visitar la granja Porcón, en la región Cajamarca, un ejemplo exitoso de cooperativa comunal, cuyos propietarios emprendedores comparten con los visitantes las actividades de su vida campestre, en que destacan las faenas agrícolas y ganaderas.


Ruta de la papa en Ayacucho


Una de las mejores experiencias que combinan con éxito el turismo comunitario y la actividad agrícola es la Ruta de la papa en la región Ayacucho, que permite conocer y aprender sobre la emblemática papa y otros tubérculos andinos como olluco, mashua y oca, entre otros de gran valor nutricional y cultural.


La Ruta de la Papa es una iniciativa de la Cooperativa Papas Andinas del Perú, integrada por agricultores que decidieron que su conocimiento sobre las papas nativas debía compartirse con los visitantes que llegaban a Ayacucho. En la siembra y crecimiento de la papa peruana vieron un nuevo potencial turístico para su región.


La cooperativa había tenido éxito en la exportación. Por ello, recibían visitas constantes de sus clientes locales y extranjeros. Estos querían conocer el origen de las papas que llegaban a 14 países. Con cada visita debían acondicionar espacios dentro de su centro de operaciones para alojarlos. No había hospedajes cerca.


La cooperativa había tenido éxito en la exportación. Por ello, recibían visitas constantes de sus clientes locales y extranjeros. Estos querían conocer el origen de las papas que llegaban a 14 países. Con cada visita debían acondicionar espacios dentro de su centro de operaciones para alojarlos. No había hospedajes cerca. Los visitantes locales escucharon de la ruta que unía el turismo con la agricultura. Así se dieron cuenta que los recorridos que daban a sus clientes tenían potencial turístico.


La Ruta de La Papa se desarrolla dentro de los terrenos agrícolas de la cooperativa, en la localidad de Condorccocha, ubicada a 50 kilómetros al sur de la ciudad de Ayacucho o 45 minutos por vía terrestre. El recorrido permite que turistas nacionales y extranjeros conozcan el origen de la papa, desde la siembra hasta su uso en la gastronomía local. Esto se complementa con visitas a las montañas para conocer variedades silvestres de papa, oca, mashua y olluco.


La Ruta de la papa constituye una propuesta agroturística, comunitaria y vivencial, donde los sembríos orgánicos y los tubérculos nativos que crecen entre 3,000 y 3,800 metros de altitud, entre las provincias de Huamanga y Cangallo.  


Bosque de las Nuwas en San Martín 


El Bosque de las Nuwas es un emprendimiento de mujeres awajún que nació con el fin de recuperar el conocimiento tradicional de la comunidad indígena de Shampuyacu, región San Martín.


Este emprendimiento de las “nuwas”, que significa mujer en lengua awajún, tiene como propósito promover las costumbres ancestrales de la comunidad indígena dentro de su territorio amazónico de nueve hectáreas en la cuenca alta del río Mayo, en la provincia de Rioja.


De este modo, el trabajo del Bosque de las Nuwas ha permitido revalorar el rol de la mujer awajún en Alto Mayo, que ha involucrado hasta a 75 féminas.


En este atractivo turístico, el visitante se conecta con la energía positiva de los árboles, recorrer parcelas demostrativas de plantas medicinales, involucrarse con la cultura viva a través de sus danzas, artesanías y gastronomía.


Nor Yauyos Cochas


Al interior de esta área natural protegida, creada en 2001 para conservar la cuenca alta del río Cañete y la cuenca del río Pachacayo, existen comunidades como Tanta, Miraflores, Vitis, Huancaya, Alis, Laraos, Tomas y Carania, pertenecientes a la provincia de Yauyos, donde es posible vivir una experiencia inolvidable de turismo comunitario conociendo sus tradiciones y costumbres ancestrales, además de maravillarse con la espectacular belleza paisajística altoandina.


En Laraos, cuyo atractivo principal son los impresionantes andenes preincas con más de 1,000 metros de profundidad, los turistas pueden interactuar con la comunidad dedicada a la agricultura tradicional y aprender el uso de la chaquitaclla, herramienta milenaria usada para labrar los campos de cultivo.


También es posible conocer los diversos cultivos que sirven de sustento a la población local y aprender a preparar y degustar una deliciosa pachamanca, plato de bandera del Perú.


En Tanta, se puede conocer al grupo de mujeres que se han convertido en auténticas “guardianas de las alpacas”, contribuyendo a la conservación de esta especie de camélido en la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, mediante emprendimientos sostenibles con responsabilidad social y ambiental.


Estas mujeres, herederas de conocimientos ancestrales, esquilan, seleccionan e hilan la fibra de alpaca con la que tejen y bordan con gran destreza diversas prendas de vestir, como chompas, bufandas, guantes y otras que comercializan sin intermediarios y a precio justo.


Las comunidades son las principales socias de la conservación y uno de esos aspectos es que permite trabajar a través de acuerdos de conservación, dándole un valor agregado a sus productos.

Otros destinos para el turismo comunitario


Otros destinos identificados por el Mincetur para el turismo comunitario son: Atuncoya, Ccotos-Ticonata, Chifrón Paramis, Llachón y Luquina (Puno); Acopalca, Vicos (Áncash); Posada Amazonas en Tambopata (Madre de Dios); Chichubamba, Cuyuni, Huilloc (Cusco); y Chaparrí (Lambayeque). 


Para conocer detalles sobre estos destinos, qué actividades realizar, cómo llegar, entre otros datos importantes ingresar al siguiente enlace.  


(FIN) LZD/MAO


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Publicado: 20/12/2023