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Conoce la guía que estandariza calidad en producción del frijol, pallar y otras legumbres

Establece lineamientos para la aplicación de buenas prácticas en la produccion, cosecha, poscosecha, entre otras

ANDINA/Difusión

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11:16 | Lima, abr. 22.

El Instituto Nacional de Calidad (Inacal) aprobó la guía peruana GP 130:2021 Leguminosas y productos derivados. Guía de Buenas Prácticas en la producción, cosecha, poscosecha, transporte y comercialización de legumbres. 1ª Edición, informó el Ministerio de la Producción (Produce).

Inacal afirma que la guía es aplicable a los siguientes productos: variedad de frijol común, frijol toda la vida, frijol reventón (numia, ñuña o poroto) pallar, tarwi (tarhui, chocho o tauri), haba, arveja, arveja chata o muela, frijol castilla o caupí, frijol de palo (frijol chivatito, gandul), garbanzo, frijol chino o loctao, zarandaja (lenteja bocona o cancate), lenteja, frijol terciopelo o mucuna y pallar de los gentiles.



El documento establece lineamientos para la aplicación de buenas prácticas en la producción, cosecha, poscosecha, transporte y comercialización de legumbres destinadas al consumo humano, a fin de estandarizar el manejo de sus procesos agrícolas para ofrecer al mercado productos de calidad en protección de la salud de los consumidores.

“Este documento brinda recomendaciones para mejorar las diversas etapas de la producción agrícola de las legumbres, beneficiando a más de 140,000 pequeños productores a nivel nacional dedicados a estos cultivos, contribuyendo así a la seguridad alimentaria en el país. Desde el Inacal buscamos a través del uso de las buenas prácticas impulsar la comercialización de estos productos, tanto en el mercado local e internacional. El consumo de estos alimentos aporta un gran valor nutricional en la dieta diaria de los peruanos, debido a su alto contenido de proteína vegetal, hierro, zinc y magnesio”, afirmó Clara Gálvez, presidenta ejecutiva del Inacal.

Buenas prácticas de calidad según GP 130:2021:


Realizar la elección y evaluación del terreno de cultivo para identificar sus características, condiciones del hábitat, riesgos de contaminación de la producción y alrededores, con la finalidad de establecer acciones preventivas y garantizar el desarrollo del cultivo de manera adecuada.


En cuanto a la selección de las semillas, deberán provenir de una producción certificada por la autoridad competente y disponer de un documento que indique lo siguiente: envase adecuado para semillas, pasaporte fitosanitario, nombre de la variedad, el número de lote, el proveedor del material de la semilla -cuando esté disponible- información adicional sobre la calidad de las semillas (germinación, pureza genética, pureza física, viabilidad de la semilla, entre otros).

En la producción del cultivo tendrán que implementar una gestión óptima del suelo y los sustratos, conocer el uso correcto de los abonos y el almacenamiento adecuado del producto. También, el riego deberá ejecutarse mediante una adecuada planificación para el uso eficiente del agua; así como tener el cuidado de todos los métodos y técnicas disponibles en el manejo integrado de plagas, utilizando de manera responsable los productos fitosanitarios para reducir el impacto al ser humano y el medioambiente.

Además de información de buenas prácticas sobre almacenamiento de productos fitosanitarios, envases vacíos de productos fitosanitarios, equipos de fumigación, las mejores alternativas de cosecha (planificación, higiene, envases, personal, transporte), poscosecha (prelimpieza, clasificación por tamaño, vibrado, selección y envasado de producto final), ambiente (establecer un plan de manejo ambiental desechos y contaminantes), transporte, capacitación y trazabilidad.


De acuerdo a cifrass del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) las principales regiones productoras de leguminosas son: Cajamarca, Piura, Lambayeque, Lima, Ica, Ayacucho, Junín, Apurímac, Cusco, Puno, Ucayali, Arequipa, entre otras.

Las legumbres o menestras peruanas llegan a 45 mercados, siendo los más importantes Estados Unidos (EE.UU.) con el frijol caupí u ojo negro; España con el pallar, y diferentes destinos como el Reino Unido, los Emiratos Árabes Unidos, entre otros.


Por último, indica que el consumo per cápita en el país de legumbres llega a 7.5 kilos por año, una cifra que está por debajo de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es decir, en 9 kilos.

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(FIN) NDP/MAO

Publicado: 22/4/2022