Andina

Conoce al inventor del collar de vida para mantener distancia social frente al covid-19

Christian Martínez es bachiller en Ingeniería Electrónica de Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica

Foto: ANDINA/difusión.

Foto: ANDINA/difusión.

12:29 | Ica, abr. 22.

Por Luis Zuta Dávila

El bachiller en Ingeniería Electrónica de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica Christian Martínez creó un dispositivo bautizado con el nombre collar de vida, que ayuda a mantener el necesario distanciamiento de por lo menos un metro y medio de distancia entre personas para evitar el contagio del coronavirus covid-19.

El inventor, de 24 años de edad, sostuvo en diálogo con la Agencia Andina que el funcionamiento del “collar de vida” es sencillo, pero relevante en las actuales circunstancias de alto riesgo de contagio comunitario del covid-19, y por ello la urgencia de romper la cadena de transmisión de esta infección viral.

Martínez explicó que este accesorio cuenta con un sensor de distancia y emite un sonido de alerta cada vez que una persona se acerque a otra a menos de un metro y medio.


"Gracias a este collar de vida mantendremos la distancia recomendada, rompiendo así la cadena de contagio", aseveró el joven, de espíritu altruista y gran sensibilidad social, nacido en la tierra donde surgieron las milenarias culturas Paracas y Nasca, forjadoras de expertos cirujanos e ingenieros.

Este iqueño comentó que la idea de crear dicho dispositivo nació a partir de otro invento forjado hace dos años sobre un aparato para que las personas invidentes pudieran desplazarse sin chocar con algún obstáculo. El aparato fue su proyecto de investigación como estudiante de pregrado en la facultad de Ingeniería Electrónica.

La pandemia del covid-19 y una circunstancia fortuita motivaron a este joven universitario enamorado de la ciencia, la tecnología y la electrónica aplicados a la ayuda social a crear una nueva versión de su invento primigenio.


“Un día me encontré con un familiar y me nació el sentimiento de acercarme a saludarlo, pero me acordé que hay que mantener una distancia mínima. Allí surgió la idea de darle una nueva aplicación a mi equipo pensando en ayudar a la no propagación del coronavirus”, expresó.

Con el valioso aporte de una amiga enfermera que le brindó información sobre la naturaleza de la enfermedad y cómo esta se propaga a través del contacto físico, las secreciones nasales y la saliva al hablar o estornudar, Christian Martínez diseñó y puso en marcha su nueva creación.

Fabricación en tiempo récord 


La fabricación del collar de vida le tomó apenas un día de trabajo, dado que tenía la base de elaboración del anterior dispositivo. En vista del cierre de establecimientos que venden componentes electrónicos, Christian tuvo que improvisar con partes de otros aparatos para construir el prototipo del dispositivo.

“El costo unitario estimado del collar de vida asciende a poco más de 50 soles si los componentes son adquiridos en Perú; pero su costo puede reducirse hasta 20 soles si estos se importan del extranjero”, aseveró.

Patente del collar de vida


Christian Martínez iniciará próximamente el registro de la patente de su collar de vida ante el Indecopi, aprovechando la convocatoria de dicha entidad para facilitar los trámites de manera virtual.


A fin de masificar su creación una vez patentada, el joven inventor buscará financiamiento de empresas interesadas en producir en serie el collar de vida, teniendo en cuenta su gran impacto sanitario y social en la prevención de la enfermedad.

Otra opción que maneja Christian en caso de que la masificación del dispositivo tarde mucho es elaborar un tutorial para que cualquier persona con conocimientos en electrónica pueda construir el collar de vida. 

Proyectos en marcha


Christian Martínez tiene como proyectos inmediatos obtener su título profesional como ingeniero electrónico y seguir posgrados de especialización en ingeniería biomédica, campo de gran proyección en nuestro país y el mundo, más aún con el impacto de la pandemia global del nuevo coronavirus.

También seguirá trabajando en el perfeccionamiento de otra de sus creaciones bautizada como Kinésika, una aplicación inteligente que permite la comunicación con personas sordas o sordomudas, a través de la traducción de mensajes de voz y texto en mensaje de señas.

“Esta aplicación estará lista en aproximadamente dos semanas y será colocada en la tienda virtual Play Store de Android para que pueda ser descargada de manera gratuita por las personas con problemas auditivos y que se comunican con lenguaje de señas. También podrán usarla personas sin esta discapacidad que deseen comunicarse con personas sordas”, puntualizó.

Martínez mencionó que en este proyecto trabaja también con su amiga enfermera, cuya ayuda es fundamental en el enfoque para la salud pública de sus inventos; así como un especialista en marketing que ayudará en el posicionamiento de Kinésika. No dudamos de que este nuevo e importante aporte de Christian a la inclusión social será un éxito.


(FIN) LZD/MAO
GRM

También en Andina:



Publicado: 22/4/2020