Aunque nació en la zona urbana de Huaraz, capital de Áncash, a Orlando Reyes Julca, siempre le atrajo más la vida del campo. Desde pequeño sus padres le dejaron en claro una enseñanza que ahora réplica con sus hijos: “primero el quechua, después el castellano”. Hoy este hombre enseña una de las lenguas originarias del Perú a través de internet no solo a compatriotas, sino también a extranjeros.
Estudió Lengua y Literatura en la Universidad Santiago Antúnez de Mayolo (UNASAM) de Huaraz. Ha alcanzado el grado de magíster, y además
ha sido reconocido por el Ministerio de Cultura como intérprete y traductor oficial de quechua en la región Áncash.
Con todos esos pergaminos fue el candidato perfecto para impartir las enseñanzas de quechua, a través de la iniciativa de clases virtuales de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Áncash.
Por si todo esto fuera poco, Orlando comparte su vocación de docente con la del servicio a favor de la ciudadanía. Él viste el uniforme de rojo del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú, desde los 16 años y en todo este tiempo ha atendido diversas emergencias en la región como integrante de la Compañía 84 “Santiago Antúnez de Mayolo” de Huaraz.
Primero lo nuestro
El profesor Reyes contrajo matrimonio también con una quechuahablante. Sus hijos, como no podía ser de otra manera, tienen nombres en esa lengua: Mayu (que significa río) de 13 años y la pequeña Naani (camino) de 8.
Ellos son sus principales alumnos y los hace repasar constantemente diferentes
palabras en quechua.
“En horas de almuerzo es como una ley que tenemos que hablar en casa, para que ellos puedan aprender de manera natural”, comenta en diálogo con la Agencia Andina.
Orlando es el último de cuatro hermanos. Con ambos de sus padres bilingües (quechua y castellano) no podían dejar de contagiarse por la lengua original.
La lucha por el quechua
Desde muy joven Orlando Reyes tuvo la intención de que más ancashinos se identifiquen con el quechua. Con 22 años y estando en los últimos ciclos de su carrera, se ofreció como voluntario para dictar clases de quechua en los talleres que se dictaban en el ahora desaparecido Instituto Nacional de Cultura.
“Yo decía: pero si enseñan inglés, por qué no podemos enseñar quechua (…) me reuní con el promotor de Industrias Culturales, una oficina que existía en este tiempo, y comenzamos a dictar el curso en el 2005, y tuvimos creo, cinco alumnos y comenzamos así”, recuerda.
El camino para que el quechua siga despertando el interés de más personas no fue fácil. Se tuvo que recurrir a distintos métodos como concursos de teatro, declamación y oratoria en quechua, para captar el interés de más ciudadanos.
“Todo parte de la familia, en trabajar la identidad, es algo que sucedió conmigo. Mi papá es un campesino, no es una persona letrada, pero siempre nos recordaba que primero estaba el quechua y después el castellano”, subraya.
Quechua en redes
Después de varios años, en medio de una pandemia que azota al país, el docente ve con beneplácito, como poco a poco su meta de que el quechua atraiga a más personas, se va cumpliendo.
Solo en la primera sesión de la clase virtual de quechua a través del Facebook Live se conectaron a la clase en vivo unas 15,000 personas. Entre los alumnos no solo había peruanos sino también argentinos, colombianos y hasta ciudadanos de Estados Unidos, interesados por nuestra lengua original.
Esta proyección de 15,000 estudiantes es solo el conteo de las conexiones en tiempo real, aún no se contabilizan cuántas personas han accedido a la clase que queda grabada en la página de Facebook de la DDC Áncash.
“Ha sido increíble la respuesta que hemos tenido. Hemos difundido cinco días previos al inicio de clases en redes sociales y se compartió por miles de personas y durante la [primera] sesión había como 15 mil participantes”, expresa emocionado.
“Los que difundimos el quechua nos sentimos muy orgullosos porque estamos haciendo que el quechua del centro también se haga conocido”, agrega.
Esta noche, desde las 19:00 horas, el magíster Orlando Reyes volverá a dictar una sesión más de su curso que piensa extenderse hasta diciembre de este año. Él espera que cada vez haya más personas que se interesen por conocer una de nuestra lengua originaria y de la que debemos sentirnos orgullosos.
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