Athali Castro Peña es una de las 35 jóvenes investigadoras ganadoras del concurso organizado por el Instituto Tecnológico de Massachussetts "MIT Technology Review" en la categoría Visionarias, por su innovador proyecto que busca reducir la contaminación ambiental, a través de biorreactores de algas que fijan el dióxido de carbono (CO2) presente en el aire y liberan a cambio oxígeno.
El biorreactor es un recipiente con agua que contiene microalgas, que todo el tiempo está burbujeando, porque tiene una entrada de aire por donde ingresa el dióxido de carbono, y por la parte superior, después que las algas han cumplido con su función purificadora, sale el oxígeno.
El proyecto se caracteriza además por la versatilidad de sus diseños, que se ajustan a las necesidades del cliente y porque el medio de cultivo utilizado permite vivir a las algas mucho más tiempo que cualquier otro cultivo.
Es el caso de los módulos de microalgas diseñados especialmente para zonas urbanas, donde el espacio es escaso para plantar árboles, y los biorreactores de algas se presentan como una alternativa ideal para controlar la contaminación ambiental en una vivienda u otro medio urbano.
Athali Castro, de 28 años de edad, explicó que las microalgas son organismos que existen en el planeta tierra desde sus inicios y tienen la enorme capacidad de absorber CO2, hacer fotosíntesis y liberar oxígeno al ambiente. Función natural que decidió utilizar y fortalecer con el diseño de biorreactores de algas que puedan ser instalados en viviendas, calles, empresas e industrias para mitigar la contaminación ambiental.
Años de investigación
La investigadora estudio Ingeniería Biotecnológica en una universidad de Arequipa, y hace seis años se interesó en la función que cumplen las algas en el proceso de purificación del aire, por lo que inició la investigación básica de los biorreactores, continuó con la investigación aplicada, hace año y medio empezó a trabajar el tema como una innovación tecnológica participando en concursos nacionales e internacionales, y desde este año como modelo de negocio.
Para llevar adelante su proyecto, Athali Castro fundó en Arequipa con su socio Mc Donald Villacorta, Oxcem, una empresa biotecnológica que resuelve problemas ambientales a través de soluciones naturales, que con los reconocimientos obtenidos empezaron a captar el interés del sector empresarial e industrial.
Los socios que trabajaron desde sus inicios en el proyecto de los biorreactores de algas, a inicios de año sostuvieron conversaciones con varías empresas comerciales y mineras de Arequipa para diseñar e instalar módulos descontaminantes, pero la emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus (covid-19) dejó en stand by toda negociación.
Lámparas descontaminadoras
Esto provocó que Athali y Mc Donald, como muchos otros peruanos se reinventaran para hacer frente a la pandemia, es así que diseñaron la "lámpara descontaminadora", que empezó a ser comercializada vía on line.
El nuevo producto por su tamaño es ideal para ambientes cerrados como dormitorios, oficinas y similares. Las microalgas de la lámpara tienen un alcance similar a diez árboles que purifican el aire del ambiente donde te encuentres.
El interés de la población por la lámpara, llamó la atención de los investigadores quienes no imaginaron tener tanta acogida, situación que atribuyen a que mucha gente no tiene espacio para sembrar árboles en sus viviendas y tampoco tiempo para su mantenimiento.
Módulo de exhibición
En ese contexto los investigadores lograron también instalar un descontaminador biológico en un centro comercial de Arequipa, que funciona como si fueran 100 árboles.Tiene forma de un tubo de vidrio que funciona como una pecera que contiene las microalgas.
El biorreactor biológico instalado en el parque Lambraman, se exhibe en el patio principal del centro comercial con paneles informativos sobre la función que cumple para que la población conozca el producto. El módulo que fue diseñado especialmente para el lugar, no ocupa mucho espacio pero si cumple el objetivo deseado, como es descontaminar el ambiente de la zona.
Mc Donald Villacorta refirió que la filosofía de Oxcem, se basa en que no venden un producto, sino un activo porque este producto genera un valor agregado a la empresa que adquiere un biorreactor de algas.
Sostuvo que pueden diseñar biorreactores de acuerdo a la necesidad del cliente, porque han logrado que la tecnología que usan sea versátil, además el medio de cultivo de las algas utilizarlo permite que estas vivan más tiempo que cualquier otro cultivo.
Paraderos con biorreactores de algas
Con la reactivación económica en la región y el país Athali y Mc Donald, han reiniciado también el trabajo de promoción de una nueva solución descontaminadora para las ciudades, que es una especie de habitáculo, similar a la estructura de un paradero de buses, pero con biorreactores de algas que purifican el aire como si existieran unos 350 árboles alrededor.
Athali Castro manifestó que la propuesta consiste en reemplazar los paraderos tradicionales por habitáculos, porque la gente permanece varios minutos en el paradero esperando su bus, convirtiéndose esta zona altamente contaminada porque las unidades de transporte paran para recoger y dejar pasajeros emitiendo CO2 a su paso.
El diseño de estos novedosos paraderos además de albergar los biorreactores de algas, tienen espacios para colocar publicidad u otra información de interés para la empresa o gobierno local interesado en adquirir un habitáculo. Cumpliendo el diseño múltiples funciones.
La propuesta ya fue presentada a varios gobiernos locales de Arequipa y empresas, ahora solo falta que se interesen en esta solución natural de descontaminar el ambiente, sin necesidad de sembrar árboles y esperar años para que cumplan su función.
Athali y Mc Donald continúan trabajando y diseñando soluciones naturales para mitigar la contaminación ambiental, ellos consideran que hacer emprendimiento con base de investigación, no es muy común en el país, porque conlleva un gran esfuerzo y sacrificio pocas veces reconocido, pero esto no los desanima al contrario los impulsa a seguir en la senda que empezaron hace algunos años.