Miles de cusqueños y turistas, entre nacionales y extranjeros, participan hoy de solemnes misas y procesiones evocadas en español y quechua, con ocasión del Domingo de Ramos, celebradas en templos del centro histórico de la ciudad del Cusco y provincias.
Desde muy temprano los recintos religiosos coloniales San Francisco, La Merced, Santa Ana, abrieron sus puertas a fieles católicos que concurrieron con ramos de palmas, romero, huairuros y ruda, para recordar la entrada de Jesucristo a Jerusalén, el tendido de palmas antes de su muerte y resurrección en Jueves y Viernes Santo.
En la Basílica Catedral, ante la presencia del Señor de Los Temblores, Patrón Jurado de esta ciudad, que fue elevado en el altar mayor, monseñor Israel Condorhuaman, ofreció una brillante misa en el idioma mater de Cusco, acompañado de pasajes en español, que agradó a los concurrentes.
Durante el mensaje central pidió contemplar el rostro piadoso del cariñosamente llamado “Taytacha” al recordar la última cena en el que citó “tomen y coman, este es mi cuerpo que será entregado a ustedes” y el beso de traición de judas.
“Tenemos que vivir con un corazón muy agradecido por lo que ha hecho Dios por ti y por mí”, señaló en referencia a su muerte. También afirmó que la fe está siendo afectada por el mal, que hay un sector que busca el alejamiento del bien en referencia a la corrupción.
“Si no hay Dios todo está justificado. Dicen quitemos a Dios del medio del pueblo, ahí sí, viva la corrupción”, expresó, y se nota que “nos estamos apartando de Dios”, uno de los factores incluso es no ceder los domingos para concurrir a misa por múltiples factores y el trabajo “¿así vamos a agradar a nuestro Señor?”, preguntó.
Al culminar la misa, los fieles se retiraron, como también lo hicieron en diferentes horarios de otras iglesias en esta ciudad y provincias como en Paucartambo, donde la población participó de la celebración, pero antes realizó una procesión de madrugada, la cual también fue en quechua.
La tradicional “Entrada de Jesús a Jerusalén” vuelve a celebrarse después de tres años de pandemia. En esta ocasión se apreció a más fieles, como igualmente a comerciantes que ofrecieron sus crucifijos hechos de palmas que después de venderlos eran bendecidos.
(FIN) PHS/TMC
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Publicado: 2/4/2023