En la actualidad, el Compliance se ha vuelto un componente fundamental en la gestión empresarial que busca contribuir con el logro de objetivos, la mitigación de eventos, el diseño de estrategias de prevención, la mejora la comunicación interna, entre otros.
“La preocupación por no caer en un incumplimiento normativo y sus consecuencias legales y administrativas que los afecten de manera personal, como sus organizaciones, hasta ponerlas en serio riesgo, siempre ha estado latente en los ejecutivos tanto en el ejercicio público como en el privado, es por ello que implementar lineamientos de Compliance permiten mitigar estos potenciales incumplimientos”, aseguró Edmundo Lizarzaburu, profesor de la carrera de Administración y Finanzas de la Universidad ESAN.
El especialista agregó que los programas de cumplimiento son una herramienta de carácter interno, con impacto externo (grupos de interés como proveedores y clientes), que permite a las empresas prevenir y detectar potenciales infracciones legales que se produzcan como parte del ejercicio de las actividades que la organización realice.
“En las agendas de los foros empresariales es ineludible discutir sobre la creación, formación, estructuración e implementación de los Compliance Program, reconociendo de manera inmediata su relevancia dado el contexto del país. Sumado a ello, desde el año 2018 existe la Ley 30424, Ley que regula la Responsabilidad de las Personas Jurídicas, marco que tiene un correlato con la gestión de riesgos”, puntualizó.
Adicionalmente, Lizarzaburu dijo que las iniciativas y conformación del programa de cumplimiento en Perú están en proceso de mejora y, dada la importancia del tema, resulta conveniente que las organizaciones puedan desarrollar sus propios sistemas teniendo en consideración los siguientes puntos:
1. Liderazgo, a través del rol de gerente general: es el principal patrocinador, nombra y supervisa al encargado de prevención.
2. Empoderamiento al encargado de prevención: diseña el programa y verifica su cumplimiento. Define y monitorea el plan de capacitación. Dirige las investigaciones cuando se reporta un caso.
3. Implementación de un comité de ética e integridad: que puede estar conformado por las áreas representativas. Impulsa el programa, dar recomendaciones y tomar decisiones en los casos reportados.
4. Diseño y puesta en marcha de un canal de denuncias: debe señalar los medios que el trabajador puede utilizar para realizar una denuncia.
5. Resaltar y poner en marcha una política de no represalias: brindando garantías a los denunciantes y con la seguridad de que no van a recibir represalias por reportar una irregularidad.
6. Toma de conciencia, vía capacitación: darle a conocer a los trabajadores cuales son las funciones en los roles que emplean.
7. Políticas de gestión de reuniones, visitas, reclamos, regalos:
“Tomando en cuenta estos puntos, las organizaciones se permitirán un nivel de gobernanza más sostenible, concentrándose mucho más en el core de su “negocio”, intentando hacerlo cada vez más eficiente. La búsqueda de la prevención generará ahorros representativos, tan necesarios hoy en día”, finalizó.
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(FIN) NDP/JJN
GRM
Publicado: 13/4/2022