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Competencia, motor de la productividad que impulsa el crecimiento sostenible

La innovación es fundamental

ALC tienen la ocasión de aprovechar el potencial de sinergia entre la política de competencia y la de innovación. Cortesía

ALC tienen la ocasión de aprovechar el potencial de sinergia entre la política de competencia y la de innovación. Cortesía

07:30 | Lima, abr. 22.

Por William Rios Rosales

La innovación y la competitividad son dos caras de la misma moneda en el proceso de desarrollo económico. En América Latina y el Caribe (ALC), estas dos dimensiones están estrechamente relacionadas y deben abordarse de manera conjunta para lograr un crecimiento sostenible.

La innovación en esta región no se limita a los mercados donde se generan nuevos conocimientos. De hecho, los países enfrentan obstáculos más complejos que las economías avanzadas, sostiene el Banco Mundial (BM) en un  informe “Competencia: ¿el ingrediente que falta para crecer?”.

En este contexto, promover la innovación de manera que respalde las fuerzas de la competencia, permitiendo a los países beneficiarse de estas y liberarse del equilibrio de baja competencia y productividad, exige replantear las políticas de innovación a lo largo de tres ejes, con un énfasis particular en la competencia como motor de la productividad, señala un informe publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.

Innovación y tecnología


El primero se refiere a la ampliación del alcance de los sistemas de innovación para fomentar la competencia. Estos deben abarcar todo aquello que afecta la acumulación de capital –físico, humano e intelectual– y los mercados que lo sostienen. 

Lo que parece un problema de innovación puede estar reflejando obstáculos en la acumulación de otros factores, como el capital físico y el humano. Al respecto, las políticas públicas deben enfocarse en crear un entorno propicio para la competencia, promoviendo la entrada de nuevas empresas, la reducción de barreras de entrada y la eliminación de prácticas anticompetitivas. 

Un mercado competitivo incentiva la innovación, ya que las empresas se ven obligadas a mejorar continuamente sus productos y servicios para mantenerse a la vanguardia, detalla la entidad.

El segundo punto es el fortalecimiento de las capacidades gerenciales y tecnológicas para impulsar la competencia. Las capacidades de gestión gerencial y tecnológicas de una empresa son fundamentales para definir de forma pormenorizada los gastos en innovación y para fomentar un proceso continuo de adaptación tecnológica y mejoras a la calidad. 

Según el BM, esto requiere el ajuste de las prioridades en materia de política, poniendo más hincapié en los sistemas educativos y de gestión gerencial, así como en los instrumentos de extensión tecnológica, y menos en la investigación y desarrollo. 




Una investigación reciente de la multilateral aporta información sobre cómo mejorar la calidad de la gestión gerencial, incluyendo el desarrollo de habilidades como la toma de decisiones estratégicas, la gestión de proyectos y la resolución de problemas.

Capacidades


Como tercer aspecto, el BM recomienda el equilibrio de las capacidades y tareas en la política de innovación para fortalecer la competencia. Puesto que la complejidad de desarrollar las capacidades del sector privado es mayor, y en vista de que las capacidades del sector público son más frágiles, la política de innovación debe realizar un balance honesto entre capacidades y tareas. 

Esto implica trabajar en una serie de asuntos específicos en lugar de importar un paquete completo de instituciones y políticas de otra parte. Un enfoque que promueve la competencia debe centrarse en eliminar obstáculos estructurales, mejorar la transparencia y la eficiencia del sector público, y fortalecer las instituciones que garantizan la libre competencia.

“El ritmo del cambio tecnológico se acelera y no estamos seguros de cuáles serán los sectores o industrias que nos brinden un camino seguro hacia la prosperidad, o qué tecnologías los impulsarán. Mejorar la capacidad de las empresas de gestionar esta incertidumbre y trazar el camino que deberán seguir es crucial a la hora de preparar a los países para las oportunidades futuras”, afirma el BM en su informe. 

Al respecto, sostiene que las políticas públicas deben fomentar la cultura de la innovación, la investigación y el desarrollo, así como la adopción de nuevas tecnologías. Un entorno competitivo incentiva a las empresas a invertir en innovación para adaptarse a los cambios del mercado y mantenerse competitivas.

Políticas


En ALC hay una fuerte complementariedad entre la política de competencia y la política de innovación. La naturaleza del debate respecto a estas políticas no es la misma que la de las economías avanzadas. En términos generales, existe una relación directa entre la cercanía de una empresa a la frontera tecnológica y la capacidad de impulsar la innovación ante una mayor exposición a la competencia

Sin embargo, la mayoría de las empresas de ALC, incluso las medianas y grandes, están lejos de la frontera y muy poco preparadas para competir. 

Por esta razón, una política de innovación que fortalezca la capacidad de innovar de las empresas y resulte en un porcentaje mayor de ellas cerca del umbral donde la competencia tiene efectos positivos sobre la innovación mejorará el efecto de la competencia sobre la productividad agregada.

A su vez, contar con una política de competencia y otros marcos normativos que ayuden a generar igualdad de condiciones en los negocios y que brinden los incentivos correctos será crucial para que la innovación y el crecimiento de la productividad se materialicen.

De acuerdo con la entidad multilateral, proporcionar acceso a tecnologías u oportunidades para la innovación y la mejora de capacidades no será suficiente, por sí solo, para que la productividad crezca. Los formuladores de políticas de ALC tienen la oportunidad de aprovechar el potencial de sinergia entre la política de competencia y la política de innovación, con un enfoque particular en el impulso a la competencia como motor de la productividad. 

Al replantear las políticas de innovación a lo largo de los tres ejes mencionados, y enfatizando la competencia en cada uno de ellos, los países de la región pueden crear un entorno más propicio para:

- La entrada y el crecimiento de nuevas empresas: un mercado con mayor competencia incentiva la creación de nuevas empresas, las cuales desafían a las empresas establecidas y las obligan a innovar para mantenerse competitivas. Esto genera un ciclo virtuoso de innovación y crecimiento económico.

- La mejora de la eficiencia y la calidad de los productos y servicios: la competencia obliga a las empresas a buscar constantemente formas de reducir costos y mejorar la calidad de sus ofertas. Esto beneficia a los consumidores, los que tienen acceso a mejores productos y servicios a precios más bajos.

- La difusión de nuevas tecnologías: un mercado competitivo incentiva la adopción de nuevas tecnologías, ya que las empresas buscan constantemente nuevas formas de innovar y diferenciarse de sus competidores. Esto permite a los países aprovechar los beneficios de la innovación para mejorar su productividad y competitividad en el mercado global.

En definitiva, la competencia no solo es un medio para lograr una mayor innovación, sino que también es un fin en sí mismo. 

Un mercado competitivo es un mercado más dinámico, eficiente y justo, que beneficia a todos los actores económicos. Por lo tanto, los países de ALC deben poner en marcha políticas que promuevan la competencia en todos los sectores de la economía, creando así un entorno más propicio para la innovación, la productividad y el crecimiento económico sostenible.

En pos del crecimiento


Impulsar la competencia justa y las políticas procompetencia no es suficiente. 

De acuerdo con el BM, se requiere un esfuerzo conjunto para implementar políticas de innovación adecuadas y sistemas nacionales de innovación funcionales que impulsen la productividad a nivel empresarial y la distribuyan de manera equitativa. Esto permitirá que un mayor número de empresas estén preparadas para competir en el ámbito internacional. 

ALC se beneficiaría enormemente de aprovechar la sinergia entre la política de competencia y la política de innovación. Se debe fomentar un proceso continuo de adaptación tecnológica y mejora de la calidad mediante el desarrollo de capacidades gerenciales y tecnológicas críticas. Es necesario realizar un balance honesto de las capacidades y responsabilidades del Gobierno. 

En lugar de importar paquetes completos de instituciones y políticas de otras regiones, se debe trabajar en áreas específicas donde el Gobierno pueda aportar un valor significativo, sugiere la entidad.

Datos


- De acuerdo con el BM, hay un vínculo claro entre el entorno operativo y la capacidad de innovar.

- Si un país o empresa invierte en innovación, pero no puede importar la maquinaria necesaria, contratar trabajadores o ingenieros capacitados, o implementar nuevas técnicas organizacionales, el retorno de esa inversión será bajo. 

- Se necesita un conjunto amplio de complementariedades, como capital físico y humano, para sacarle provecho a esas inversiones.

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Publicado: 22/4/2024