Antes del emblemático circuito de playas, los limeños tenían solo dos opciones para disfrutar el mar: el balneario Cantolao, ubicado en La Punta y la playa Herradura, en el distrito de Chorrillos. Pero el 15 de diciembre de 1970 esta situación cambia para siempre con la inauguración de la Costa Verde, convertida ahora en uno de los atractivos turísticos más importantes de la capital. En esta nota te contamos un poco de su historia.
La idea de que "Lima debía mirar hacia el mar" provino del expresidente Augusto B. Leguía en 1928, cuando se inauguró la primera fase de la avenida Costanera que concluía a la altura de la avenida Brasil, de esta manera lo relató la historiadora María Delfina Álvarez Calderón en el programa Sucedió en el Perú.
Varios años después, durante la década de 1960 se concretó este proyecto con obras que incluyeron rellenos y espigones, con el fin de facilitar el acceso a nuevas playas y crear una vía de circulación que hoy en día une Chorrillos y el Callao.
Detrás de esta megaproyecto que hoy, lunes 15 de diciembre del 2025, cumple 55 años de su inauguración, estuvieron autoridades como el arquitecto peruano y exalcalde de Miraflores de 1970, Ernesto Aramburú Menchaca, quien fue clave en la promoción del circuito durante los primeros años de la obra.
La obra no solo abrió playas nuevas al público, sino que proyectó accesos, bajadas y servicios que transformaron la relación de la ciudad con el mar. Asimismo, conectó los distritos de Chorrillos, Barranco, Miraflores, San Isidro, Magdalena del Mar, San Miguel y el Callao.
Las playas que hoy conocemos —con nombres populares como Makaha, Redondo, La Pampilla, Las Sombrillas, Agua Dulce, entre otras— comenzaron a formarse gracias a los materiales extraídos en obras como la Vía Expresa y a la construcción de espigones que moderaron la fuerza de las olas.
De un lugar recreativo a una oportunidad de negocio
Este proyecto cambió la visión de las personas sobre la Costa Verde: ya no se observaba como un lugar para solamente pasear, sino una oportunidad para instalar el comercio aprovechando la riqueza del mar peruano. La gran cantidad de turistas que llegaba en diferentes temporadas del año motivó a los peruanos a instalar clubes náuticos, restaurantes y demás que dinamizaron la costa.
A lo largo de sus más de cinco décadas, la Costa Verde pasó por etapas: consolidación como zona de recreo, problemas de estabilidad por desprendimientos en el acantilado, cierres temporales y proyectos de recuperación y peatonalización. Episodios como los deslizamientos y el cierre de tramos motivaron posteriores obras de reparación y mejoras en accesos peatonales.
Actualmente, la Costa Verde se reconoce como un hito urbano: espacio público, paisaje costero y escenario de la memoria limeña. Sus malecones y bajadas siguen convocando a familias, deportistas y pescadores, y su historia resume buena parte de la transformación de Lima hacia el mar.
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(FIN) DSC/KGR
Publicado: 15/12/2025