Un embarazo precoz genera frustración y desesperanza en la mayoría de las adolescentes, quienes pueden desarrollar en el futuro síntomas de depresión y ansiedad debido a que se encuentran en proceso de adaptación a la adultez.
Así lo sostuvo Horacio Vargas Murga, médico psiquiatra especialista en niños y adolescentes del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado-Hideyo Noguchi”, en el Día Mundial de Prevención del Embarazo No Planificado en Adolescentes.
Las adolescentes, dijo el experto, están en la búsqueda de su identidad y un embarazo no deseado las afecta emocionalmente, generando en ellas sentimientos de culpa, miedo, inseguridad, cuadros de ansiedad y depresión.
Lo más probable es que se genere una mala relación entre la madre y el hijo no deseado, agregó Vargas. Además, el embarazo no deseado aumenta el riesgo de abandono escolar.
Escapar de la violencia familiar
El psiquiatra comentó que el confinamiento por la pandemia del covid-19 ha generado en algunos hogares un aumento de la violencia familiar, lo que habría conllevado a que muchas adolescentes busquen embarazarse con el fin de “escapar” del hogar por los problemas con sus padres o por carencia afectiva.
Por ello Vargas Murga exhortó a los padres a tener una buena comunicación con sus hijos, con un clima de armonía y afecto en el que se haga preguntas sobre cómo se están sintiendo.
Puedes leer:
¿Te llevas mal con tus padres? Aprende a perdonar y sanar esa relación
Consideró necesario conversar con los chicos y chicas sobre el tema de la sexualidad al inicio de la adolescencia, con un lenguaje adecuado e inculcando la importancia del cuidado y la responsabilidad sobre su sexualidad.
“Si el adolescente se siente comprendido, querido y escuchado es menos probable que pueda complicarse con este tipo de situaciones de riesgo”, aseguró.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 16 millones de adolescentes entre 15 a 19 años de todo el orbe dan a luz cada año.
Más en Andina:
(FIN) NDP/RRC