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Colegio Nuestra Señora de Guadalupe: entre la tradición y los retos

Emblemático centro educativo cumple 182 años

Foto: ANDINA/Melina Mejía.

Foto: ANDINA/Melina Mejía.

08:08 | Lima, nov. 15.

Por José Vadillo Vila

El colegio Guadalupe tiene un cordón umbilical con nuestra historia republicana. Expresidentes, intelectuales, científicos, políticos, letrados y héroes han sido formados en sus aulas. Durante el combate del 2 de mayo de 1866, y durante la guerra con Chile (1879-1883), profesores y alumnos guadalupanos ofrendarían su vida por la Patria. Por ello se ha rebautizado como el Primer Colegio Nacional Benemérito de la República de Nuestra Señora de Guadalupe.

En la actualidad es una institución educativa de jornada escolar completa, con nueve horas diarias de clases (45 horas a la semana). Un alto porcentaje de sus alumnos proviene “de sectores sociales vulnerables” de toda la provincia de Lima. De distritos como Independencia, Carabayllo, Comas y San Juan de Lurigancho.



“El colegio entiende esa diversidad y trata de generar condiciones para que sus alumnos reconozcan sus talentos, sus capacidades y, en función de ello, puedan elaborar un proyecto de vida”, explica el director del plantel, Oscar Tello Rodríguez.

Perfil de egresados

Este año egresarán del Guadalupe 270 estudiantes. De acuerdo con las estadísticas que maneja la institución, alrededor del 15 % de sus egresados postula a las universidades públicas y privadas; 10 % va a las instituciones militares y policiales. El 30 % postula a instituciones de educación tecnológica; y un 40 % se inserta directamente al mercado laboral. Esto último debido a que un grupo importante de los estudiantes debe de asumir tempranamente responsabilidades económicas y apoyar a sus madres y hermanos menores.

Los últimos años, en Breña o el Cercado de Lima se ha asociado a los alumnos del Guadalupe con actos de violencia. El director explica que algunos alumnos vienen de barrios donde existen pandillas y grupos de delincuencia que viven enfrentados entre sí. “Los niños no tienen la culpa de lo que hacen sus padres, y tienen todo el derecho a estudiar, pero traen los malos hábitos de casa y, lamentablemente, los enfrentamientos entre ellos se reflejan en el colegio”.




Así, en el primer trimestre del año se registraron varios enfrentamientos entre alumnos a la salida del colegio. Por ello, los directivos del colegio tuvieron que declarar en emergencia la convivencia dentro del plantel. Se solicitó apoyo a la Policía Nacional y se formaron brigadas de autoprotección, además los docentes desarrollaron una serie de herramientas, con charlas y talleres de promoción de la convivencia, actividades lúdicas y otros.

Descubrir talentos

Para el 15 % de los alumnos que va a las universidades hay un programa –a cargo de la propia institución, con el apoyo de la Asociación Guadalupana–. Se llama Excelencia Educativa, que prepara a este grupo de estudiantes para que rindan con éxito los exámenes de admisión.

Sin embargo, los 104 profesores están preocupados porque la mayoría de sus estudiantes descubran sus talentos. Para ello, se promueve que los estudiantes descubran sus talentos en la música y el arte. (Hay egresados que postulan a la Universidad Nacional de Música, conforman sus propias bandas de música). Y a través del curso de Educación para el Trabajo se busca que los alumnos desarrollen sus propios emprendimientos.

Infraestructura

Desde 1908, el plantel se ubica en la avenida Alfonso Ugarte 1227, en el Cercado de Lima. Ahí conserva las reliquias de su laboratorio y su biblioteca, que datan desde el siglo XIX.

Se cuenta que la institución guadalupana tuvo los mejores laboratorios de todo el país en Química y Física. Y recibía a estudiantes de San Marcos y otras universidades que venían a hacer sus prácticas.

Entre 1911 y 1913, su local fue restaurado. “A diferencia de otras instituciones educativas emblemáticas que han sido renovadas, nuestro colegio, por ser un monumento histórico y patrimonio de la Nación, solo ha sido restaurado”, subraya el director.


A través del Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Proniec), el Ministerio de Educación dispuso en el 2009 de 15 millones de soles para la restauración de sus diversos ambientes y su histórica capilla. Esta se dio con el asesoramiento del Ministerio de Cultura, debido a las características particulares de su local (en 1988, el edificio fue declarado Monumento Histórico y Patrimonio Cultural de la Nación).

Pero Tello lamenta que, “desde el 2014 el colegio está en abandono”. “Nos han dado la espalda el Estado, la sociedad y los medios de comunicación”. Para el director se debe a que la educación pública ha sido dejada de lado y nadie invierte en ella.

Logros

Pese a las limitaciones, el Guadalupe cuenta con un Club de Ciencias, donde los chicos experimentan, innovan; otro Club de Robótica, donde los estudiantes fabrican prototipos gracias a la impresora 3D. Tenemos jóvenes talentos en el deporte.

Hay una larga tradición guadalupana deportiva: en 1936, los alumnos apoyaron a la selección de fútbol que participó en los Juegos Olímpicos de Berlín.

“A pesar de que solo tenemos siete profesores de Educación Física, somos el único colegio estatal que está presente en todas las competencias. Hemos jugado la final de voleibol, frente al colegio Peruano-Chino; la de baloncesto, con el colegio Los Álamos, de Jesús María; la final de fútbol contra el colegio Claretiano. Y así...”.

Para el plantel, los más de dos años y medio de emergencia sanitaria “han sido social y económicamente muy duros”. Fallecieron cuatro docentes y dos trabajadores administrativos por el covid-19. Además de varios padres de familia.

Lo positivo de la pandemia para los docentes guadalupanos fue reinventarse e innovar en sus estrategias de enseñanza. Esta experiencia ya se ha integrado en los procesos educativos del día a día. “Pero esta innovación pedagógica necesita de una fuerte inversión en tecnología”, advierte.



Además, Tello alerta: en el 2020 y el 2021, el colegio estuvo cerrado y todo el mobiliario se ha deteriorado. Con respecto a las tecnologías de la información y comunicación (TIC), explica que “con nuestros propios recursos” se apuesta siempre por las TIC.

Antes del inicio de la pandemia, la institución hizo una inversión en la instalación de redes. Mas todo ello se ha deteriorado. Ahora, con sus propios recursos, están tratando de hacer el mantenimiento, “tratando de dotar nuevamente a nuestros estudiantes de la tecnología”.

“¡Es una ironía, estamos en la era de las TIC, pero nuestros estudiantes están cada vez más alejados de esas tecnologías!”, dice el director. El Ministerio de Educación solo les brinda una línea de 10 megas.

Ante esta situación, Tello Rodríguez insta al empresariado y la banca privada para que inviertan en las TIC que requiere el Guadalupe. El colegio cuenta con equipos adquiridos el 2014 y 2015, “pero no soportan los softwares actuales del mundo”. “Necesitamos estar conectados a la red de banda ancha”, comenta.

Mística

En la actualidad, la mística guadalupana tiene sus bemoles para ser transmitida a las nuevas generaciones. Para el director se debe al nuevo enfoque de derechos humanos que no permite exigir formaciones, marchas, el uniforme escolar ni el cabello de corte tipo escolar a los alumnos.

“Los profesores no podemos hacer ninguna llamada de atención, porque cualquiera de esos casos es tomado como un daño psicológico a sus hijos. Es complicado”, dice. “En el Guadalupe somos promotores de la equidad, de la diversidad, la convivencia, pero hay limitantes que juegan en contra del maestro”.

Datos 

1,529 alumnos estudian en el colegio Guadalupe.
104 profesores y 7 auxiliares trabajan en la institución.

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(FIN) DOP/KGR
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Publicado: 15/11/2022