La Colección de fotos Courret recibió el Certificado de registro de Documentos Patrimoniales Memorias del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) el cual reconoce el valor histórico, social y comunitario de estas imágenes que forman parte de la cultura peruana.
La ceremonia de entrega de este certificado se realizó en las instalaciones de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) donde también obtuvo la misma distinción la colección de libros del Libertador José de San Martín; en tanto que a Editora Perú se le otorgó el documento como Memoria del Mundo para Latinoamérica y el Caribe por los ejemplares de El Peruano de 1826 al primer semestre de 1868.
En julio de 2021, el Ministerio de Cultura declaró 30,693 placas de vidrio de esta colección (1864-1933) como Patrimonio Cultural de la Nación. Cuatro meses después, la Dirección de Protección de las Colecciones de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) inició las gestiones ante la Unesco para que obtenga el título de Memoria del Mundo.
“Gracias a incansables esfuerzos, la Colección Courret ha sido incorporado al Programa Memoria del Mundo de la Unesco. Nuestra postulación incluyó un documento que sustenta la relevancia de la obra, así como cartas de recomendación de historiadores y especialistas en fotografía. Después de un año de espera logramos la aprobación de este organismo. Esto es un hecho histórico para el país”, resaltó Fabiola Vergara, jefa institucional de la BNP a la agencia Andina.
De esta manera, agregó, la BNP reafirma su función de rectoría nacional en materia de conservación, registro e identificación del patrimonio documental de la nación y continúa sumando esfuerzos en su labor de resguardar la memoria histórica del Perú.
Las imágenes de la Colección Courret cuentan historias silenciosas de la riqueza cultural, la diversidad y el pasado que nos define como sociedad. Cada una de estas placas de vidrio es un testimonio vivo de situaciones, hechos y lugares del siglo XIX y XX.
Por su parte, la especialista en conservación de material fotográfico de la BNP, Maribel Chamorro indicó que el trabajo de conservación de estas placas de vidrio ha sido arduo pero satisfactorio siguiendo escrupulosamente las normas internacionales en temas de manipulación adecuada, limpieza y digitalización de estas imágenes.
“Para la conservación de estas placas trabajamos siguiendo los parámetros internacionales de la norma ISO. Todos los materiales que utilizamos deben haber pasado por una prueba de uso fotográfico. Nos enorgullece trabajar con esta clase de negativos por lo que el cuidado que brindamos es fundamental”, precisó.
Colección Courret
Esta colección tiene su origen en el estudio “Fotografía Central, E. Courret y Cía”, fundado por el fotógrafo Eugène Courret, y comprende un valioso acervo fotográfico para la memoria visual del Perú y del mundo, ya que sus imágenes permiten reconstruir y visualizar escenarios sociales de un periodo concreto de nuestra sociedad.
En 1986, Franklin Pease, entonces director de la BNP, gestionó la compra de este material fotográfico, que estuvo a punto de perderse, la que se concretó en 1987, cuando Juan Mejía Baca tomó el mando de la institución.
Desde ese momento, la BNP implemento paulatinamente medidas de conservación para garantizar la integridad y durabilidad de las más de 54,000 placas de vidrio que muestran la presencia de diversos grupos migratorios de Italia, China, Japón, entre otros; así como la moda y tendencias que permiten conocer la evolución sociocultural del país.
¿Quién fue Eugène Courret?
En el año 1839, en Angulema, Francia, nació Eugène Courret. Llegó a Lima en 1861 para trabajar como camarógrafo en el estudio fotográfico de Eugène Maunoury donde descubrió su verdadera pasión por la fotografía.
Dos años después, formó una asociación con su hermano Aquiles estableciendo el estudio "Fotografía Central". Aquí se consolidó como uno de los principales fotógrafos del siglo XIX en nuestro país. A través de su lente, capturó la metamorfosis de una Lima antigua a una ciudad moderna, al mismo tiempo que documentaba la rica diversidad cultural y social de la época.
Este fotógrafo fallece en Bois-Colombes (Francia) en 1920. Su patrimonio avaluado en casi medio millón de francos, quedó en manos de sus sobrinos, hijos de su hermano Aquiles, y de algunos ahijados de su esposa.