Terminada la secundaria, miles de adolescentes se preguntan qué van a estudiar y aunque muchos pueden tener claro su futuro desde mucho antes, es necesario que la familia, básicamente los padres, acompañen este momento con información y paciencia, recomendaron hoy expertos en el tema.
"Hemos visto a nuestros hijos desde su formación inicial, con las primeras habilidades motrices y pasos titubeantes, hasta el último año planificando la fiesta de promoción de secundaria, pero ahora se abre una nueva interrogante", comentó Hugo Flores Liñán, del Centro de Estudios Preuniversitarios de la Universidad Cayetano Heredia.
¿Qué voy a estudiar?
A una edad temprana, alrededor de 16 y 17 años, los estudiantes están expuestos a una variada oferta académica publicitada en medios de comunicación. "Los chicos empiezan a apresurarse en pensar en su futuro, hay presión social, pues muchos amigos de la promoción ya se decidieron por una carrera. Incluso algunos ya ingresaron por modalidades especiales para escolares".
Sea cual fuera el caso, dijo Flores, la familia debe de brindar el ambiente adecuado para promover una búsqueda informada. Solamente con información veraz y objetiva se puede decidir. El futuro postulante debe hacerse las siguientes preguntas:
¿Qué habilidades tengo?, ¿qué áreas (ciencias o letras) van mejor conmigo?, ¿cuáles son mis debilidades en los cursos?, ¿qué carreras me llaman más la atención?, ¿cómo me imagino que será mi ambiente de trabajo en el futuro?
En resumen, refirió Flores, el joven debe evaluar para qué carreras tiene una mayor vocación, pero ser realista sobre las habilidades y conocimientos adquiridos durante la época del colegio. Ayuda mucho si existe alguna prueba vocacional reciente, pero recordando que es una foto del momento que sugiere algunas rutas para tomar decisiones, pero no es la receta definitiva.
¿Qué podemos hacer como padres?
El experto comentó que la experiencia laboral de los padres es importante pues es muy probable que tengan alguna relación de amistad o de trabajo con profesionales que ejercen carreras que están dentro de las opciones de sus hijos. "Debemos procurar facilitar algún tipo de encuentro o reunión para que se converse sobre la experiencia de ese profesional y nuestro postulante, lo interesante de la carrera y a la vez los desafíos que presenta".
Igualmente, sugirió apoyarse en la búsqueda de información sobre la carrera, probablemente con referentes de esa disciplina y analizar qué camino se trazó para llegar a esa posición. "En el Perú hay diversos ejemplos como Juan Diego Florez, Carlos Bustamante, Gastón Acurio, Elmer Huerta, Melissa Soriano, etc.".
Dijo que cuando nuestros hijos tengan decidida la carrera o por lo menos el área de estudios, será momento de visitar las universidades o institutos que proporcionen una buena y sólida formación.
En la página de Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) podrá encontrar la lista de universidades con licenciamiento, que se define como “un procedimiento obligatorio a través del cual demuestran que cumple con las Condiciones Básicas de Calidad (CBC) para poder brindar el servicio educativo”.
"Este es un paso importante para conocer la solidez de la universidad mas allá de la publicidad o facilidad de acceso que pueda ofrecer", apuntó.
Una vez elegidas las universidades o institutos, podrá encontrar en cada página web los campus, los laboratorios, la infraestructura, los convenios internacionales, pero no debemos de quedarnos ahí. "Acudan como familia a la institución escogida para conocer los ambientes, muchas de ellas organizan talleres vivenciales y visitas guiadas, donde podrá ver en vivo las instalaciones y conversar sobre las dudas que se presenten".
El docente indicó que la futura carrera es una de las decisiones más importantes de la vida y por eso "debemos asumirla en familia para que luego todos podamos celebrar los éxitos del nuevo profesional".
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(FIN) RRC/RRC