20:00 | Chimbote, set. 21.
Por: Gonzalo HornaLa nostalgia y la alegría se mezclan mientras médicos y enfermeras caminan por los ambientes ahora vacíos del que fue el área de hospitalización covid-19 del hospital La Caleta de Chimbote, en Áncash, y que hoy cerró tras una dura batalla para contener el avance de la pandemia en este puerto pesquero.
A principios de abril, este espacio diferenciado se montó en tiempo récord para atender la gran demanda de pacientes covid-19 en Chimbote. Y es que la pandemia se ensañó con esta ciudad porteña, que hoy ve con optimismo y cautela la reducción de fallecidos y hospitalizaciones a causa del coronavirus.
En marzo se confirmó el ‘caso cero’ de Áncash en Nuevo Chimbote. Los primeros días de abril, el
virus llegó a Chimbote y contenerlo fue una tarea que asumió con convicción el personal médico del denominado “hospital de los pobres”.
Camas vacías
“De tener ocupadas todas nuestras camas, ahora están vacías; la mayoría de nuestros pacientes hoy están en sus casas, con sus familias, hijos, nietos, sobrinos. Es un recuerdo grande el que nos llevamos: de alegría, bendición y lucha”, relata el técnico en enfermería Edward Huamán Araujo.
Chimbote llegó a convertirse en el epicentro de la pandemia en Áncash. Las colas interminables de pacientes que necesitaban oxígeno, hospitalización y atención médica era un drama recurrente en los hospitales.
En La Caleta fueron atendidos pacientes con cuadros leves y moderados de covid-19. Si en caso, el paciente necesitaba ingresar a UCI, era derivado a alguno de los centros de referencia de la zona.
“Todos dimos la lucha para que nuestros pacientes siguieran avanzando en la mejora de su enfermedad”, expresa, emocionado, el técnico Huamán.
Para unir familias
Hasta La Caleta llegó también una delegación de médicos cubanos para sumarse al trabajo del personal de salud chimbotano. Y juntos lograron el alta de 114 pacientes, a quienes dieron la oportunidad de reencontrarse con sus familias tras vencer al covid-19.
En total se hospitalizaron 297 pacientes y, además de las altas, también hubo 70 fallecidos; los demás fueron derivados a otros nosocomios.
En su mayoría, los pacientes que llegaban a La Caleta tenían entre 60 y 90 años de edad. Pese a sus años y complicaciones, muchos lograron vencer los síntomas de este virus y salieron victoriosos.
Al día de hoy, solo hay un paciente en la cama 5 que, en las próximas horas, también recibirá el alta hospitalaria.
Árbol de la victoria
Cada una de las victorias de los pacientes que lucharon contra el covid-19 ha quedado registrada en el mural ‘El árbol de la victoria’: en cada una de sus hojas se ha escrito el nombre de uno de pacientes que lograron el alta.
En paralelo, los hospitales de Áncash lucen ahora menos congestionados. Las cifras, por primera vez desde marzo, muestran un perfil de esperanza para los ancashinos.
Hoy, hasta las 00:00 horas, se reportaron tres fallecidos, una cifra que no deja de ser penosa para tres familias, pero, sin duda, bastante baja en comparación con los más de 20 muertos diarios que dejó la pandemia en su etapa más crítica en esta región.
El personal de La Caleta sabe perfectamente que este enemigo –invisible y letal– no se ha ido y puede regresar en cualquier momento aun con más fuerza. Si eso ocurriera, allí estarán, una vez más, los héroes de blanco y turquesa para combatirlo a pesar de todo.
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(FIN) GHD/CCH
Publicado: 21/9/2020