Fruturu es el emprendimiento creado hace dos años por Juber Tacilla Atalaya, de 36 años, natural de Sorochuco, provincia de Celendín, región Cajamarca. Comenzó procesando esencia de chicha morada utilizando el novedoso maíz morado INIA 601, creado por la investigadora cajamarquina Alicia Medina Hoyos, con quien se contactó para emprender, conocer las bondades del producto y asegurar el abastecimiento con los agricultores.
La esencia de chicha morada tuvo aceptación en el mercado tanto en Cajamarca como en ciudades cercanas, sobre todo en el rubro de hoteles y restaurantes. El uso del maíz morado INIA 601 con alto concentrado de antocianinas y de gran beneficio para la salud, animó al emprendedor a sacar otros productos como galletas, roscas y mermelada. Hoy, Fruturu atiende pedidos de diversas ciudades: Trujillo, Lima, Chimbote, Arequipa y Juliaca.

En entrevista con la Agencia Andina, Juber afirma el maíz morado INIA 601 tiene una característica muy peculiar: es más rentable que el resto de maíces. “Se puede aprovechar la coronta (tuza) que tiene mayor grado de antocianinas y coloración; luego, el grano que da sabor a la chicha morada, es decir, el producto es una combinación del grano y la coronta”.
Como todo emprendimiento, comentó que a inicios la aceptación era baja. “Tuvimos que educar a la población para que entienda la ventaja que implica consumir maíz morado para su salud. Llevamos nuestro producto al laboratorio y el resultado arrojó un alto porcentaje de antocianinas; además, su consumo en Cajamarca genera oportunidades de empleo, dinamiza la economía porque nosotros compramos el maíz directamente a los productores”.
Al procesar el concentrado de chicha morada usando la coronta y el grano, “nos dimos cuenta que teníamos residuos, nos sobraba maíz morado y lo transformábamos en alimento para las gallinas. Entonces, vimos la necesidad de deshidratarlo adecuadamente, dándole otro tratamiento y empezamos a procesar harina para convertirlo inicialmente en rosquitas y ahora sacamos galletas”.

“No es un trabajo fácil, es un poco difícil, pero no imposible. Lo que nos da satisfacción es que creemos que la alimentación es lo primero”, aseguró Tacilla, que también produce en su negocio mermelada de aguaymanto y arándanos, y tiene proyectado producir galletas de arándanos y de aguaymanto, comprando directamente el insumo a los agricultores que muchas veces tienen limitaciones para acceder al mercado.
Infusión de maíz morado
Uno de los proyectos de Fruturu es producir infusión (filtrante) de maíz morado, que ya está en proceso de pruebas. “Esperamos pronto tenerlo en el mercado. La infusión lo haríamos de la panca que tiene bastante coloración combinado con algunas especias andinas naturales, digestivas. Con eso tendríamos el aprovechamiento completo del maíz morado”, afirmó el emprendedor.

Incidió que el slogan de su empresa: “expertos en sabores naturales”, tiene que ver con productos saludables con un periodo de consumo corto, de 4 meses, no como los productos que se encuentran el mercado convencional con un periodo de consumo de uno o dos años. “Ahora estamos enfocándonos con un vendedor en recorrer las provincias, ofreciendo nuestros productos”.
El reto de Juber Tacilla es tener una planta de procesamiento en el norte del Perú para abastecer el mercado de esta parte del país, con su producto que tiene más acogida: la esencia de chicha morada, con eso aumentará el consumo de maíz morado que actualmente oscila en 400 kilogramos mensuales.
El maíz morado INIA 601 es muy requerido, hay demanda. “Lo que sucede es que los productores todavía no están educados para que siembren este producto o no conocen las ventajas de este maíz; entonces, el trabajo de las autoridades, de la mesa técnica del maíz morado (que preside Tacilla), es promover el cultivo del maíz morado para atender la demanda del mercado local y nacional”, aseveró.
Cultivo de maíz morado
Gracias a las coordinaciones con la ingeniera agrónoma Alicia Medina, Fruturu tiene asegurado el abastecimiento de maíz morado para este año; no obstante, ante el crecimiento del negocio y la demanda del producto, el emprendedor ha pensado en cultivar su propio maíz en sus terrenos de Sorochuco.

“Ya he comprado la semilla certificada y estoy esperando en septiembre cultivar los terrenos que tenemos en Celendín, y poder hacer del maíz morado una cadena de valor desde el cultivo, la transformación y comercialización”, dijo Tacilla al agradecer a la investigadora del INIA Cajamarca, Alicia Medina, por todo el apoyo brindado a su emprendimiento.
El joven empresario, egresado en administración y negocios internacionales, y con estudios en gastronomía e idiomas, espera en algún momento llegar a vender su producto a los programas sociales del gobierno. “Esa es la idea, poder llegar a través de algún programa del Estado con nuestros productos que tienen beneficios nutracéuticos. Somos una empresa formal y contamos con los requisitos para competir”, puntualizó.