Brasil rindió este lunes homenaje a la virgen de Nuestra Señora Aparecida, patrona nacional, aunque sin las masivas peregrinaciones de otros años debido a las restricciones impuestas por la pandemia del nuevo coronavirus.
Muchos peregrinos se desplazaron en romería hasta el santuario Nacional de Nossa Senhora Aparecida, en la ciudad de Aparecida do Norte, a 170 kilómetros de Sao Paulo, pero el número fue notablemente inferior al de años anteriores, cuando se congregaron más de 170.000 fieles.
Ello porque las excursiones organizadas desde diversas partes del país fueron canceladas por las limitaciones establecidas por la crisis sanitaria de la covid-19.
La mayoría de las celebraciones previstas por el Día de Nuestra Señora de Aparecida fue cerrada para los fieles, mientras que la misa en honor a la virgen, celebrada por el arzobispo Orlando Brandes, tan solo contó con unos 1.000 devotos, un público similar al de hace medio siglo.
En su homilía, la cual fue transmitida de manera virtual, el arzobispo hizo un llamamiento a la preservación del medio ambiente para que "Brasil no se pierda en llamas", tras los incendios que en los últimos meses han calcinado miles de hectáreas de la Amazonía y el Pantanal, el mayor humedal del planeta.
Antes del fin de la misa, el arzobispo también pidió un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus.
El país sudamericano sobrepasó esta semana la barrera de los 150.000 muertos, mientras que el número de casos pasó ya de los 5 millones, lo que sitúa a Brasil como uno de los países del mundo más afectados por la pandemia junto con Estados Unidos e India.
"Estamos más alegres con menos personas, esperando que esto termine, es bueno que vuelta la multitud del pueblo de Dios", resaltó el arzobispo.
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(FIN) EFE/JAM