Beca SUPÉRA-T: testimonios de cómo forjó el futuro de tres jóvenes

Beneficiarios de Fondoempleo expresan que obtener este apoyo les dio oportunidades de superación

Beneficiarios de Fondoempleo, con respaldo del MTPE, expresan que obtener este apoyo les dio oportunidades de superación. Fotos: ANDINA/Difusión

Beneficiarios de Fondoempleo, con respaldo del MTPE, expresan que obtener este apoyo les dio oportunidades de superación. Fotos: ANDINA/Difusión

09:57 | Lima, jun. 6.

Paolo Miguel Zelada Chota, estudiante de Mecánica Automotriz en el Servicio Nacional de Adiestramiento en Trabajo Industrial (Senati), estaba a punto de abandonar su carrera, pues su padre enfermó y no tenía cómo financiar sus estudios. “Trabajaba desde la mañana, volvía a casa, y luego iba al instituto”, relata.

En ese momento crítico se enteró de la existencia de la beca SUPÉRA-T, que otorga el Fondo Nacional de Capacitación Laboral y Promoción del Empleo (Fondoempleo), con respaldo del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE).


Al principio pensó “¿cómo van a pagarme estudios, pasajes, laptop, alimentación? “¿Para qué voy a intentarlo si tal vez ni es verdad?’”. Pero su papá lo animó: “No pierdes nada con intentarlo”, le dijo, cuando ya pensaba en dejar de estudiar para apoyar a sus padres, confiesa Paolo. “Es una bendición, un salvavidas”, narró con voz entrecortada. “Por fin le estoy devolviendo algo a mis papás”, agregó.

Oportunidad hasta los 29 años

La Beca SUPÉRA-T está diseñada para apoyar a jóvenes de hasta 29 años que se encuentran en situación de vulnerabilidad y han demostrado excelencia académica al estar en el tercio superior de su promoción.

Este beneficio financia íntegramente carreras técnicas y universitarias demandadas por el mercado laboral, ofrecidas en instituciones licenciadas por la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), Ministerio de Educación (Minedu) o registradas por ley, como el Senati, Servicio Nacional de Capacitación para la Industria de la Construcción (Sencico) y Centro de Formación en Turismo (Cenfotur). 

La beca cubre gastos académicos, administrativos, titulación y va más allá: incluye cursos de inglés, dispositivos tecnológicos, acceso a internet, nivelación académica y manutención como es alojamiento, alimentación, uniformes, pasajes y materiales específicos.


El objetivo es claro: transformar vidas mediante una educación que garantice empleos formales y dignos, contribuyendo así al desarrollo socioeconómico de todas las regiones del Perú.


Con solo 18 años, y proveniente de Loreto, Rosa Jhaquelin Flores Jiménez, estudiante de Ingeniería de Software con Inteligencia Artificial en Senati, narra con entusiasmo el instante en que su vida cambió para siempre: “Al ver que mi nombre estaba entre los seleccionados. Sentí una gran alegría, una gran emoción”. Su familia compartió esa felicidad: 

“Esperamos que estudies y salgas adelante. Ya tienes algo con lo que puedes ir a estudiar”, le dijeron. 

Para Rosa, la beca simboliza un puente entre la pobreza extrema y un futuro como profesional comprometida, no solo para apoyar a su familia, sino también para inspirar a otros: “Así como ustedes nos apoyan, quiero ayudar a otros jóvenes que quieran estudiar y salir adelante”.  Su visión profesional es clara: “Me veo trabajando en una empresa, brindándole mis experiencias, conocimientos, haciendo crecer a esa empresa o siendo una gran emprendedora”. Y emite un mensaje que es un himno a la resiliencia: “No se rindan, sigan adelante a pesar de las adversidades, de los problemas, de los tropiezos... hasta lograr sus objetivos”.

Premiación

El Centro de Convenciones de la Sociedad Nacional de Industrias fue escenario de la entrega de la beca SUPÉRA-T a decenas de jóvenes en situación de vulnerabilidad, en la que participaron sus familias y autoridades del Estado, lo que marca un paso decisivo para fortalecer el capital humano del país. Este encuentro fue la expresión palpable del compromiso del Gobierno con las nuevas generaciones y su derecho a una educación superior de calidad.

El ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Daniel Maurate Romero, no solo se dirigió con emoción a los presentes, sino que también explicó que el Perú, pese a su recuperación económica, tiene como objetivo urgente cerrar la brecha entre la formación de los jóvenes y las verdaderas demandas del mercado laboral. “Nuestra gran tarea es trabajar ese gran desafío, que debe ser el desafío de todos los peruanos”, agregó.


Informó que su gestión lanzó iniciativas complementarias como la plataforma Mi Carrera, destinada a orientar a los jóvenes con información real sobre las profesiones demandadas y mejor remuneradas; así como el programa Jóvenes Productivos, que vincula capacitación con inserción laboral para quienes más lo necesitan.


Esperanza

Desde las alturas de Puno, Anabel Quispe Puma, estudiante de Gestión Pública y Desarrollo Social en la Universidad Nacional de Juliaca, llegó cargada de sueños colectivos: “Esta beca nos ha abierto puertas para lograr nuestras metas. En mi región, saben lo que es la vulnerabilidad”, dice. 

Ella narra lo que considera el drama de su postulación: “Se cerró la convocatoria y mis documentos no habían llegado. Estaba muy triste, hasta que me enteré que se aplazó”. Al descubrir su selección en Facebook, experimentó incredulidad: “Vi mi nombre y dije: ¿Seré yo? y ¡Sí, era yo!”. 


Anabel destaca el apoyo emocional recibido: “Cuando ya era seleccionada, me llamaron de Fondoempleo; ese saludo cordial de bienvenida me hizo sentir como que pertenecía a una segunda familia”. Su compromiso va más allá de lo personal: “Quiero crear proyectos sociales para ayudar a los más vulnerables de mi región. Hoy han transformado historias”, aseveró.

Por su parte, Madely Merisel Escobar Rodas, de Apurímac, estudia Ingeniería Ambiental en la Universidad Agraria La Molina, y equilibraba trabajo y estudios. Hasta que encontró en SUPÉRA-T un respiro transformador.

“Recibí la noticia antes de clase y me emocioné hasta las lágrimas. No me imaginaba ser parte de este grupo. Compartí la noticia con mis padres y al escuchar sus voces alegres me llenó el alma. Ellos hacían un esfuerzo para enviarme lo que podían. Ahora pueden usar ese dinero en sus necesidades”, afirma.


Madely cuenta que la beca ahora le da tiempo para dedicarse solo a estudiar y le sirve como un catalizador de autoconfianza: “Esta oportunidad me enseñó que puedo lograr lo que creía imposible” y hace un llamado a que los jóvenes postulen. “Que no se rindan y sigan postulando a esta oportunidad”, señala.

Sobre SUPÉRA-T, el ministro Maurate dijo que se ponía en el lugar de cada uno de los beneficiarios. “Imagino que dirán ¿esto será verdad?, ¿me van a pagar los gastos de matrícula, de los derechos académicos, los gastos administrativos de titulación, el idioma inglés, me van a conseguir una laptop y encima van a pagar mi mantenimiento, pasajes, alimentación? Tras la comprobación que es posible, hay que postular”, refirió. 

“Pero la emoción más importante es cuando tienen la información de que ya ganaron la beca, entonces viene la alegría y se comparte con la familia, porque todos estamos conscientes de que esto nos cambia la vida. Estoy seguro de que aquí están quienes, además de resolver sus retos personales, quieren hacer del Perú un país más productivo, de oportunidades. La fórmula poderosa del éxito es: “Quiérete, suéñate y trabájate”, agregó.

La emoción de Rosa, la determinación de Paolo, la gratitud de Anabel y la paz de Madely no son historias aisladas: son las voces de un Perú que se reinventa. Como señaló el ministro Maurate, “aquí están los futuros líderes que marcarán la diferencia”. 



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(FIN) PBQ/DOP
Publicado: 6/6/2025