“Eso fue una de las cosas más divertidas que pude hacer en el espacio”, explica en entrevista con la
Durante dos horas aproximadamente, en la sede de la Sociedad Nacional de Industrias, frente a jóvenes curiosos y empresarios interesados en el sector aeroespacial, recuerda con cierta nostalgia su estancia en el espacio. En total fueron 27 días, donde no paraba de flotar.
“Hay dos cosas particulares que sucede cuando estás en el espacio. Una es la ingravidez. Simplemente flotas y flotas, es muy divertido hasta cierto punto, pero también es un poco complicado, por ejemplo: no puedes ducharte. Para ser honesto, no es tan bueno para tu cuerpo. La otra cosa maravillosa de estar en el espacio son las vistas, las maravillosas vistas que puedes ver de nuestra Tierra”, señala el astronauta sueco.
Al regresar a casa, recuerda cómo el cuerpo necesita reajustarse de alguna manera a la gravedad o al peso que se tiene en la Tierra. “Eso puede ser un poco difícil, en particular si has estado mucho tiempo, pero por dos semanas, no fue tan malo”, afirma Christer Fuglesang.
Sueños espaciales

Para el físico sueco, las matemáticas son una base fundamental para iniciar este camino profesional, pero no es lo único, también se necesita un buen estado de salud y aprender a trabajar en equipo.
“Es algo maravilloso si tienes la oportunidad de convertirte en astronauta. La mayoría de los astronautas tienen una formación con una base en ciencia, tecnología, ingeniería o una formación médica. Pero no es suficiente, también tienes que estar bastante saludable. Necesitas tener una condición física decente y ser bueno para cooperar con la gente. Necesitas habilidades sociales y el trabajo en equipo es importante”, señala.
Gracias a su trabajo como astronauta también
conoció de cerca a Carlos Noriega, el primer astronauta peruano en viajar al espacio a bordo del transbordador Atlantis de la NASA en 1997. Ese fue su primer viaje espacial. Como se recuerda en diciembre del 2000, Noriega volvió al espacio como parte de la misión STS-97, en el transbordador Endeavour.
“De alguna manera trabajamos juntos en varias cosas y me lo encontraba a menudo en las oficinas de la NASA”, recuerda Fuglesang.
Para el astronauta sueco, en un futuro será posible que todos los países, incluyendo los más pequeños, puedan tener sus propios astronautas. A diferencia del pasado, como fue el caso de Carlos Noriega, quien tuvo que convertirse en ciudadano estadounidense para llegar a trabajar a la NASA.
“Yo diría que lo interesante ahora es que la NASA no es el único motor más grande. Hay muchas compañías privadas, como SpaceX, que están construyendo estaciones espaciales y creo que esa es otra posibilidad. Con una buena educación y poco de suerte, puedes encontrar un trabajo interesante también para estas empresas e incluso en el futuro, estas compañías van a enviar a sus empleados al espacio. Esa es otra posibilidad futura para ir al espacio”, enfatiza.
Perú con potencial aeroespacial
Asimismo, está convencido del
potencial aeroespacial del Perú. Nuestro país se ubica muy cerca de la línea ecuatorial, lo que se convierte en un ahorro económico importante para los lanzamientos espaciales.
El astronauta sueco destaca que un puerto espacial en la costa peruana funcionaría bastante bien para cohetes de investigación que suben y bajan, un modelo que Suecia ha utilizado durante 60 años.
“Este tipo de lanzamientos ha ayudado a Suecia a desarrollar tecnologías espaciales y ha fomentado un gran interés en la investigación. Eso funcionaría bien en la costa peruana”, comenta el físico.
Como se recuerda el Estado Peruano formalizó su intención de incluir entre sus proyectos de inversión pública la futura construcción de un puerto espacial, conforme al Informe Multianual de Inversiones en Asociaciones Público Privadas del Ministerio de Defensa para el período 2023 – 2026.
Crecimiento del negocio espacial
Para el astronauta sueco es fundamental entender que el negocio espacial está creciendo de dos a tres veces más rápido que otros sectores y se está integrando en todos los aspectos de la sociedad.
"Ignorar las posibilidades que ofrece el espacio puede poner a un empresario en desventaja, mientras que aprovecharlo puede generar una ventaja competitiva significativa. Es importante comprender que el espacio hoy en día es parte de todo lo que estamos haciendo. No solamente necesitamos cohetes o transbordadores, a través de los satélites podemos mejorar la comunicación", señala.
Como autor del libro infantil "Una loca aventura en el espacio" quiere llegar a los más pequeños de casa para inspirarlos a aprender más sobre la ciencia, contando historias sobre sus viajes espaciales. Como mensaje final, el astrónomo sueco resalta que la ciencia es fundamental para construir una buena sociedad, y que el espacio puede ser una herramienta potente y una fuente de inspiración para que los jóvenes quieran aprender y estudiar más.
Actualmente se desempeña como profesor en el Real Instituto Tecnológico KTH, preside el Consejo Asesor del programa de Máster Aeroespacial e imparte un curso sobre vuelos espaciales tripulados. También es director del Centro Espacial KTH y preside ESERO (Oficina Europea de Investigación y Educación Espacial) en Suecia.
Sus investigaciones se centran en las partículas espaciales: la radiación de los rayos cósmicos de ultra alta energía y el estudio de la posibilidad de instalar parasoles en el espacio para ayudar a controlar la temperatura global.
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(FIN) MFA