Muchas personas pueden ingresar al mundo de las apuestas deportivas sin que les afecte sus vidas. Sin embargo, para un porcentaje cada vez mayor, esta actividad se convierte en una silenciosa adicción, llegando a afectar su salud física y mental, su estabilidad laboral y financiera, así como sus relaciones sociales y familiares.
Así lo explicó
Karina Otoya, docente de la carrera de psicología de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), al señalar que el
apostador en línea suele ser un hombre o mujer de 23 a 27 años, con acceso a la tecnología, buen manejo del internet y con una cuenta bancaria.
Según dijo, el jugador en línea estudia lo que va a apostar, averigua quién es el jugador, repasa cuál es el equipo, observa estadísticas y probabilidades de ganar. "No es una apuesta impulsiva y sin pensar; son personas apasionadas, buscadores de emociones y con carácter extrovertido".
Señales
Algunas señales que advierten que una persona está atravesando por un proceso de adicción a las apuestas son el aumento de las veces en que apuesta, el descuido de las actividades académicas, sociales y familiares y los reiterados intentos -sin éxito- por dejar esta actividad.
"Así no esté apostando, así no esté consumiendo, el apostador está planeando e invierte horas en la próxima jugada", subrayó la psicóloga.
¿A quién le voy a pedir prestado? ¿De qué cuenta voy a coger dinero? ¿Qué voy a vender para apostar? son algunas de las preguntas de un ludópata, quien vive planificando sus fondos económicos para satisfacer sus malos hábitos.
"Cuando una persona ya tiene una adicción, pierde el interés por las otras cosas y pasa la mayoría de su tiempo pensando en el historial de jugadores, partidos, entre otros", agregó.
La experta indicó que cuando se intenta fallidamente parar esa conducta, hay que asistir a un especialista para ser evaluado psicológicamente y contar todos los síntomas porque, según explicó, las personas que están en una adicción niegan y no aceptan la dependencia.
Recomendaciones
Si hay un familiar con problemas de adicción, Karina Otoya recomendó convencer a la persona a buscar ayuda profesional. "Castigar o recriminar no va a resolver el problema. Más bien, debemos demostrarle que quien está apostando, necesita apoyo".
En relación al tratamiento específico para tratar este mal, aconsejó buscar a un especialista en salud mental para que determine si el caso se puede manejar ambulatoriamente, con una psicoterapia, un internamiento, una ayuda medicamentosa, una terapia familiar, grupal o individual.
"Para ver el tratamiento se necesita hacer una evaluación profunda. En base al diagnóstico, se derivará un tratamiento específico", culminó.
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(FIN) JAM/RRC
JRA
Publicado: 1/6/2022