Aneth Saavedra es una cantante y compositora peruana que vive desde hace cinco años en París. Se define como una mujer soñadora que busca dar a conocer la belleza de nuestra música en tierras francesas y en Europa. Su travesía musical comenzó a los 10 años bajo la tutela del gran Augusto Polo Campos.
Bajo el cielo de Lima, entre las callejuelas del tradicional distrito del Rímac, Aneth se vio envuelta desde muy pequeña, en el aroma inconfundible del criollismo.
Su destino estaba sellado: la música sería su camino.
A los 10 años, un encuentro con el maestro Polo Campos encendió en ella la llama de la pasión por la música peruana. En la escuela "Contigo Perú Lima", dirigida por el compositor, Aneth labró sus primeras notas y abrazó su primer vals.
En ese trayecto, ha competido en programas como "La Voz Perú" y "Los Cuatro Finalistas".
“No había más opción que dedicarme a la música, he vivido rodeada de ella desde que tengo memoria”, nos confiesa.
Crecer al abrazo de melodías latinoamericanas y valses entonados por sus abuelos amantes de las cuerdas y el sentimiento hizo que la música no fuera una opción, sino una elección irrefutable.
Tiene admiración por Eva Ayllón, y recuerda que le impresionó mucho el disco del concierto de la afamada cantante peruana en el Teatro Municipal, en 1992.
“De muy niña, desde que empecé a cantar música criolla, mi sueño era mostrarle al mundo lo maravilloso que el Perú tiene para dar, que aprecien y valoren lo nuestro”, manifiesta al recordar lo que la impulsó a abrir sus horizontes.
Una lista de sueños
Tras participar en una serie de conciertos en Perú y otros lugares del mundo como Europa y África, Aneth decidió afincarse en Francia.
“Antes de salir hice una lista de las cosas que quería hacer”, recuerda.
Así, en las calles de París, encontró un eco familiar, una resonancia que la acogió como un hogar lejos de casa.
Allí, entre los matices de un idioma distinto, una sociedad ajena y la vitalidad de un público ansioso por lo nuevo, Aneth busca hallar su nicho.
Francia, tierra de luces y sonidos, se convirtió en el escenario de su búsqueda interior y sueños.
“Cómo artista me di cuenta de qué en Francia no había un espacio para lo que yo quería hacer, así que comencé a construirlo y en eso estoy”, afirma.
Sobre su proceso de adaptación, indica que ha tenido el apoyo de ciudadanos franceses, buenos y malos momentos, pero fundamentalmente rescata la solidaridad que existe entre los peruanos migrantes y no deja de maravillarse por el emprendimiento y ganas de progresar que tienen nuestros compatriotas.
“Hay momentos en que uno se pregunta, si vale la pena estar lejos, fuera de casa. En mi caso, creo que vale la pena”, añade totalmente convencida de sus palabras.
Perú en París
Y una razón de eso es que Aneth busca con determinación y pasión, erigir un espacio para la música peruana.
“Mi labor como artista va más allá de cantar bonito es decir lo que pienso y hacer gestión cultural: difundir la música de Perú a donde quiera que vaya” enfatiza.
Su labor se extiende más allá de las tablas y los micrófonos; es una gestora cultural que difunde el alma de Perú a cada paso. Las calles de París son testigos de su canto.
Su aspiración es simple y profunda: hacer patria allá donde sus pasos la lleven. En su viaje musical, Aneth ha encontrado un camino de autodescubrimiento que la llevó a su sonido único y auténtico.
“Quiero que la música peruana logre llenar un teatro en Francia, que se coreen nuestras canciones, y que todos entiendan el mensaje de un pueblo”, agrega.
Hoy, su mayor logro se construye en las letras que escribe, en las canciones que narran su sentir como artista y como mujer peruana en tierras extranjeras. El reto de difundir la música peruana en Francia es una misión que abraza con ardor.
A los jóvenes que se aventuran en la música peruana, Aneth les brinda su aliento, recordándoles que el camino puede ser empinado, pero cada puerta cerrada es un paso más hacia la correcta.
“Tu joven peruano que estás incursionando en la música del Perú, da miedo no tener un público, un trabajo, no ser popular, pero créeme que se puede con mucha entrega y mucha disciplina. No te rindas. No nos olvidemos que como jóvenes tenemos una labor, hacer de esto un sentir”, expresa con emoción.
Así, en cada acorde, en cada nota, Aneth Saavedra teje una historia, un tributo a la música peruana que resuena en los corazones de aquellos que tienen el privilegio de escucharla fuera de su tierra.
Más datos:
-El 27 de julio pasado, durante las celebraciones de las Fiestas Patrias en París, Aneth Saavedra presentó su más reciente composición titulada "Mi Patria Querida", una marinera que abraza el sentimiento de los peruanos que residen en el exterior.
-Dice que su familia son su mejor público y representan la voz de aliento en los momentos de añoranza por la patria lejana.
- “A los peruanos que viven en el extranjero, les puedo decir que no están solos, que tienen familia, amigos que los respaldan siempre”.