Por Valery Díaz VásquezAlejandra Aylén Molina Pérez tiene solo 25 años y ya ha tenido el honor de tocar la tradicional campana que inicia la sesión de la Bolsa de Valores de Nueva York, la más importante del mundo. Radica desde hace tres años en la ciudad de los rascacielos y en ese corto tiempo ha logrado exitosos emprendimientos globales.
“Mis padres han sido un pilar importante para mí desarrollo como persona, los admiro mucho, he visto y notado el coraje que poseen, tanto en sus profesiones como en las vidas que han llevado”, afirma al recordar el esfuerzo de sus progenitores que emigraron de Junín para buscar mejores oportunidades en la capital.
Nos cuenta con mucho orgullo que su padre tomó la arriesgada decisión de emprender al crear una empresa de construcción y soluciones tecnológicas.
“Gracias a mi papá, desde muy pequeña me interesó el mundo de las empresas, siempre me inspiró a trabajar fuerte y sin rendirme”, recalcó.
Y evoca que su madre le solía dar charlas de empoderamiento y motivación. Esas lecciones han calado en lo más profundo de su ser.
Alejandra señala que siempre tuvo el sueño de estudiar en el extranjero. Y como nuestros deseos no se cumplen sino se adoptan acciones, postuló e ingresó a la oportunidad de su vida: el programa Global de Long Island University.
Con tan solo 18 años, empezaría la aventura de su vida, estudiando Relaciones Internacionales y Negocios.
En tres continentes
Esta oportunidad le permitió conocer España, Marruecos, Alemania, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Estados Unidos, Austria, Hungría, Bosnia y China. Todos estos lugares le han brindado una óptica diferente del mundo.
“He vivido en 14 países y he estudiado en casi todos los continentes gracias a la universidad. Ha sido una experiencia muy grata”, señala entusiasmada al narrar sus experiencias por estos países.
Y si Alejandra tuviera que destacar uno de todos los países sería China, ya que en el gigante asiático comenzó a aprender y a entender cómo funcionan los ecosistemas de emprendimientos.
Incluso, fue parte del equipo de Promperú en Shanghái, donde ayudó a la promoción de la papa, la palta y otros productos no tradicionales. Sin embargo, tiempo más tarde tuvo que retornar a Estados Unidos, porque la sede principal de su universidad estaba ubicada allí.
Emprendimientos
Alejandra se graduó en mayo del 2019. Y un mes después crearía Beepboop, una plataforma educativa que apoya a las personas al momento de aprender nuevos idiomas.
“Esta aplicación fue pensada para ayudar a aprender idiomas a los profesionales de la salud, puesto que muchos de ellos necesitaban atender a pacientes hispanos. Por eso el primer idioma que enseñamos en esta aplicación fue el español”, refirió.
Esta aplicación fue tan novedosa que en doce meses alcanzó alrededor de 15,000 registros. Del mismo modo, ha recibido reconocimiento de HealthCare Entrepreneurship Community Challenge y financiamiento por parte de Google for Startups, lo cual ha generado un gran apoyo en la comunidad latina en Estados Unidos.
Otra de sus iniciativas es WarmiShine, una organización cuya misión principal es lograr que la mujer se sienta segura con su cuerpo y en su comunidad. Está enfocada en menores de 8 a 16 años que radican en Lima.
“Trabajamos con un colegio ubicado en Villa El Salvador, buscamos ayudarlas a defender sus derechos, a tener más claro sus propios objetivos y a fortalecer su autoestima”, subrayó.
“Me interesa mucho seguir apoyando a los emprendedores y a las mujeres peruanas porque, por más que esté en el extranjero, nunca me voy a olvidar de dónde vengo. Soy lo que soy gracias a lo que he podido heredar del Perú”, añadió.
En Wall Street
Sobre el día que dio el campanazo en la Bolsa de Valores de Nueva York en una muestra de reconocimiento a la comunidad latina, Alejandra confiesa que sintió que era el comienzo de muchas oportunidades y proyectos que tiene el destino para ella.
“Sentía que representaba a todas las mujeres peruanas. Fue una experiencia que representó el reconocimiento de ser emprendedora latina. Lo sentí como el comienzo de algo más grande, de que si hay espacio para una latina hay espacio para todas”, enfatizó.
También ha participado como panelista en la 27ª Asamblea Mundial de Jóvenes en las Naciones Unidas, en Nueva York.
Si bien se encuentra gestionando sus emprendimientos y apoyando los de los latinoamericanos y peruanos, no deja de pensar en el país que la vio nacer ni en los retos que, en su visión de vida, no tienen límites ni mucho menos fronteras.
Más datos
-Alejandra Molina habla diversos idiomas entre ellos el inglés, el francés y el chino mandarín. “Las ganas de poder comunicarme y de poder conocer más el mundo hicieron que aprendiera varios idiomas”.
“Venir a otro país y alejarte de las personas que más amas no ha sido fácil. Tienes que ajustarte a un nuevo idioma y a una nueva cultura”, confiesa.
-Afirma que el Perú es un país emprendedor, con personas creativas y expresó la necesidad de empezar a explotar estos talentos para demostrarle al mundo de lo que estamos hechos.
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(FIN) VDV/RES
Publicado: 6/10/2022