Atenderse por cuestiones de salud en lugares que no ofrecen garantías básicas de bioseguridad y formalidad puede suponer un serio peligro para los pacientes como para quienes brindan dichos servicios, de los que no están exentos los de tipo odontológico, y que, realizados sin los conocimientos esperados y “al paso”, pueden tener grandes consecuencias para la salud en el largo plazo.
Entre los peligros que enfrentan los pacientes odontológicos que se atienden en clínicas al paso (ambulantes) se mencionan el contagio de enfermedades como el covid-19, sida, hepatitis B y C, y demás males infecciosos, advirtió Guillermo Ríos, director de Estética Dental Ríos.
Por esta razón, manifestó, es de vital importancia corroborar que los expertos sean profesionales colegiados y se encuentran habilitados en el Colegio Odontológico.
Los pacientes deben considerar que el riesgo de contagio posterior a la atención en este tipo de servicios informales es muy alto, exponiendo a diversas enfermedades a los familiares y contactos cercanos de la persona que recibió el servicio sin estándares de alta calidad.
Para realizar un diagnóstico serio es preciso someterse a exámenes auxiliares previos: radiografías panorámicas, periapicales, tomografías, etc., que permiten emitir un diagnóstico certero.
“El seudoodontólogo que asiste en la calle jamás podrá realizar un buen diagnóstico y plan de tratamiento atendiendo al paso. Es importante señalar que los técnicos dentales y los asistentes dentales no están capacitados ni permitidos para realizar ningún procedimiento odontológico”, manifestó el experto.
Condiciones básicas de seguridad
En condiciones normales, las clínicas dentales deben asegurar que el instrumental que utilizan esta correctamente esterilizado. Para ello se debe utilizar un horno a fin de evitar la presencia de cualquier agente infeccioso que pueda afectar gravemente la salud de los pacientes.
Asimismo, los ambientes de trabajo (consultorios y administrativos) deben contar con un equipo de luz UV esterilizadora de ambientes y deben someterse a una desinfección con amonio cuaternario u otro desinfectante similar para garantizar la seguridad de la atención de los pacientes.
Por todos estos procedimientos una clínica dental al paso jamás asegurará que no pueda ocurrir el contagio o contaminación de los pacientes.
En una coyuntura de pandemia, los protocolos de bioseguridad deben ser aún más estrictos. Ahora se exige que primero se realice una videollamada a fin de saber los signos y síntomas generales del paciente, para luego poder hacer una consulta en la clínica. La cita debe estar en agenda.
El día de la consulta, antes de ingresar a la clínica, al paciente se le toma la temperatura, se lleva a cabo una desinfección de manos y calzado y se le coloca un kit de bioseguridad (mandilón descartable, protectores de zapatos y gorros descartables).
El odontólogo y personal asistencial debe estar protegido con mandil descartable, mascarilla N95 + mascarilla quirúrgica, lentes protectores, casco protector facial y guantes quirúrgicos de nitrilo o látex.
Cuidado con las estafas
Según lo observado en un reportaje televisivo, donde falsos dentistas realizaban tratamientos de ortodoncia en plena vía pública, es fácil deducir que los pacientes no solo se exponen al contagio de enfermedades, sino a una estafa.
Para brindar cualquier tratamiento odontológico, el especialista primero debe estudiar cuidadosamente el caso de cada paciente. Para ello puede solicitarle exámenes adicionales antes de comenzar un procedimiento de ortodoncia. Entre ellos se mencionan una radiografía panorámica, una radiografía cefalométrica o un análisis de Steiner.
Estos exámenes servirán para que el especialista determine el tipo de aparatología que se va a utilizar en cada caso, así como la duración del tratamiento.
Antes de iniciar la ortodoncia el paciente deberá realizarse una limpieza profunda de los dientes, de lo contrario el procedimiento fracasará.
Este tipo de procedimientos debe efectuarlos un especialista en ortodoncia y ortopedia maxilar registrado y con código de especialidad. Un técnico dental o una persona que solamente ha leído un tutorial en internet no puede llevarlos a cabo.
Guillermo Ríos recomendó que ante el ofrecimiento de servicios informales de esta clase se proceda a denunciar ante el Colegio Odontológico del Perú, en la comisaría y el Ministerio de Salud, ya que se trata de un atentado contra la salud pública.
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(FIN) NDP/KGR
GRM
Publicado: 10/9/2020