Andina

Abuela saca adelante a su nieto con programa Cuna Más del Midis

Martina perdió a su hijo y nuera, pero a pesar de la tristeza se siente segura por el cuidado que recibe el bebé.

Martina Morales asumió la crianza de Gabriel en plena pandemia, mientras cuidaba a sus otros nietos y esperaba que los centros infantiles de atención integral reanudaran su trabajo presencial para poder inscribir al pequeño. ANDINA/ Midis

Martina Morales asumió la crianza de Gabriel en plena pandemia, mientras cuidaba a sus otros nietos y esperaba que los centros infantiles de atención integral reanudaran su trabajo presencial para poder inscribir al pequeño. ANDINA/ Midis

11:00 | Lima, feb. 5.

Martina Morales tiene 59 años y se desempeña como socia de cocina en el Centro Infantil de Atención Integral (CIAI) “Comunal Grupo Cinco” de San Juan de Lurigancho, lugar al que asiste también su nieto Gabriel (2), quien perdió a sus dos padres tempranamente.

Martina asumió la crianza del pequeño con el apoyo del programa Cuna Más, tras el fallecimiento de su nuera, Shirley, quien falleció hace más de un año porque le detectaron cáncer al seno. Gabriel solo tenía tres meses de nacido. 

Antes, recuerda Martina, su hijo (padre de Gabriel), un hombre trabajador, que se desempeñaba como transportista para sacar a delante a su familia, perdió la vida por el Covid-19. En ese momento el pequeño Gabriel aún no había nacido.

Ante esta dura situación asumió la crianza del pequeño, mientras cuidaba a sus otros nietos durante la pandemia y esperaba que los centros infantiles de atención integral reanudaran su trabajo presencial para inscribir al pequeño Gabriel.


Ahora, tiene dos años de edad y por las mañanas su abuela lo lleva a Cuna Más donde ella es socia de cocina y apoya en la alimentación de las niñas y niños usuarios.

Santusa Ovalle, quien fue amiga de Shirley y ahora es madre cuidadora de Gabriel, nos cuenta que cuando el pequeño llegó al CIAI era un poco agresivo, pero al identificar el problema, trabajó con mucho cariño y le enseñó a ser más cariñoso, logrando que se convierta en un niño juguetón e interactúe mejor con sus compañeros.

Gabriel es despierto, juega y aprende las cosas que le enseñan. También es independiente. No me quejo de la cuna, porque sé que las madres cuidadoras trabajan bien y que están detrás de ellos. Ellas tienen bastante voluntad”, reconoce Martina Morales.


El amor que recibe de su abuela y la atención de las cuidadoras influyen positivamente en la vida de Gabriel, quien aún no es consciente de todo lo que pasa a su alrededor. Hoy, crece feliz, sano y bien alimentado, con cimientos sólidos para su desarrollo.

“Vamos al parque, jugamos un partido un ratito, otras veces juego con su carrito. Estoy con él”, acota con emoción.

Más en Andina:



(FIN) NDP/ SMS
JRA

Publicado: 5/2/2023