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A un año del derrame de petróleo: ¿Cuál es la situación de los pescadores? [fotos y video]

En medio de la temporada de verano, casi el 70 % de los embarcaciones se encuentran paralizadas

Así lucen el balneario de Ancón a un año del derrame de petróleo  producido por la refinería La Pampilla que es operada por Repsol. ANDINA/Ricardo Cuba

Así lucen el balneario de Ancón a un año del derrame de petróleo producido por la refinería La Pampilla que es operada por Repsol. ANDINA/Ricardo Cuba

11:17 | Lima, ene. 15.

A un año del derrame de petróleo de Repsol en un sector de la costa central, la contaminación ambiental sigue afectando la vida de los pescadores artesanales de Ancón, quienes no solo han sufrido grandes pérdidas económicas, sino también han visto perjudicado su salud física y mental. Galería fotográfica

Los pescadores artesanales de Lima Norte y Callao todavía recuerdan vívidamente la noche del 15 de enero del 2022, cuando un buque de Repsol derramó casi 12,000 barriles de crudo en el mar peruano, en la refinería de la Pampilla, en Ventanilla. En menos de dos días, el hidrocarburo llegó a las costas de Ancón.

“Todo cambió bruscamente cuando apareció esa marea de hidrocarburo que poco a poco fue matando a las aves y los peces que tenían como hábitat la zona marino costera, desde la playa hacia al oeste, a una distancia de 5 millas marinas”, explicó Luis Garrido Chávez, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón (Apescaa).


El derrame de petróleo de Repsol, catalogado por el Gobierno peruano como el peor desastre ecológico de los últimos tiempos en Lima, contaminó un total de 48 playas ubicadas en los distritos de Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Aucallama, Chancay y Huacho, según información del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). 

Igualmente, la presencia del hidrocarburo dañó completamente los recursos hidrobiológicos, afectando la economía y el estilo de vida de miles de pescadores, operadores turísticos y personas dependientes del mar. 

“Aunque las personas busquen otras alternativas, no hay muchas oportunidades de trabajo porque toda la economía de Ancón gira en torno al mar. Tan solo en esta asociación somos 800 personas afectadas, entre pescadores y agentes de pesca, como los chalaneros, jaladores y lavadores. Además, detrás de cada persona, hay una familia”, informó el dirigente a la Agencia Andina.



La contaminación continúa


El titular de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), José Ramos, calificó de imprecisas las afirmaciones de la empresa Repsol respecto a que algunas playas no estarían contaminadas.


Repsol no es autoridad sanitaria. El hidrocarburo se sedimenta en la arena, y las personas, al ingresar al mar, la pisan, pero también contamina el aire, y por ende puede afectar a las familias que se acomodan a recibir los rayos de sol. Los daños no se verán inmediatamente”, puntualizó.



De manera similar, Luis Pozo Pizarro, presidente de la Coordinadora Distrital de Ancón, declaró que, a pesar que las playas de Ancón parecen estar limpias, esto solo es en la superficie, ya que la contaminación todavía se mantiene en el zócalo continental del mar. "Si escarban a un metro de profundidad, van a sacar hidrocarburo”, comentó. 

Asimismo, indicó que el oleaje anómalo de los últimos días “ha levantado los residuos de hidrocarburo que se encontraban en el zócalo del litoral", por lo que exigen a Repsol y a las autoridades correspondientes un despistaje profundo para saber el grado de contaminación al cual está expuesta la población de Ancón.


“La afectación no solo es por el problema económica que deja en quienes trabajan directamente con el mar, que tienen el justo derecho de ser indemnizados, sino también está el daño moral, el lucro cesante, el daño a la salud, que lo están dejando de lado con una irresponsabilidad total”, alertó Pozo.


Salud física y mental


Ante la falta de trabajo, mientras esperaban alguna compensación económica, Luis Garrido cuenta que, durante los primeros meses de la tragedia ecológica, decenas de pescadores artesanales fueron reclutados, a través de una empresa subcontratista de Repsol, para hacer la limpieza de las playas de Ancón, de manera superficial y sin un equipo de protección adecuado.

“Nosotros aceptamos trabajar para poder llevar un pan a nuestros hogares, ya que no podíamos seguir pescando. Incluso empezamos a hacer esa labor de una forma muy precaria, sin la indumentaria necesaria para poder protegernos del hidrocarburo”, agregó.

En la actualidad, después de haber recibido diversas charlas informativas por parte de biólogos de una ONG sobre las graves consecuencias que puede dejar el hidrocarburo en su salud, los pescadores artesanales expresan su preocupación de poder desarrollar algún tipo de enfermedad en los próximos años.

“Los especialistas de Repsol saben muy bien que el hidrocarburo es altamente tóxico y que los efectos físicos y químicos de contaminación aparecen con el tiempo. (La enfermedad) no lo vamos a ver ahora, pero el daño ahí está”, resaltó Garrido.


De igual manera, señaló que esta situación también afecta la salud mental porque diariamente los pescadores se ven abrumados por la incertidumbre de la falta de trabajo y el poco interés de las autoridades por resolver este problema después de un año.

“Yo veo a mis compañeros y amas de casa rompiéndose la cabeza para ver cómo solucionar este tema y subsistir. No queremos limosnas por parte de Repsol, queremos que limpien nuestras playas, que remedien el daño a nuestro mar para que podamos volver a lo que hacíamos antes, que es pescar”, exhortó.


Economía paralizada


El presidente de Apescaa indicó que, hasta el momento, el 70 % de los pescadores artesanales de Ancón no han vuelto a trabajar en la pesca, por lo que han estado supeditados a los bonos de Repsol, los cuales terminaron de entregarse a fines del año pasado.

En este momento lo único que se está desarrollando es la pesca de altura, la cual se realiza de 50 a 60 millas mar adentro. Sabemos que la contaminación a esa zona no ha llegado, entonces solo las embarcaciones capacitadas para poder entrar hasta esa zona son las que están trabajando, pero eso solo equivale al 30 % de los pescadores artesanales”, precisó.


Por su parte, Carlos Concepción Dominguez, pescador artesanal, comparte su preocupación por la escasez de trabajo en lo que va del verano, considerada la mejor temporada para pescar. “Cumplimos un año y las embarcaciones están paralizadas”, resaltó.

Además de los pescadores también hay otras actividades económicas afectadas por el derrame de petróleo como el turismo y  actividades recreativas, también fuentes de empleo.

“A pesar de que estamos abriendo en temporada de verano, los negocios están vacíos. Este derrame de hidrocarburo ha afectado tanto nuestra salud, nuestro medio ambiente, nuestra recreación y sobre todo la parte económica, ya que nuestros ingresos se generan de la venta a los veraneantes”, comentó Norma Rufino, pobladora y cocinera de la playa Las Conchitas.



El clamor de Chancay


El distrito de Chancay, en la provincia de Huaral, región Lima, es uno de los cinco lugares más afectados por el derrame de crudo ocurrido hace un año. Al igual que Ancón, los pobladores de Chancay dependen en gran parte de las actividades pesqueras, informó Juan Cabezas Morales, presidente de la Confederación de Pescadores Artesanales de Chancay.

El dirigente destacó que, a fines de noviembre, diversos pescadores asociados recibieron propuestas por parte de Repsol para llegar a una compensación, pero ante la falta de un informe final de afectación por parte del Estado, no se logró establecer un monto definitivo, por lo que se optó por entregar anticipos mensuales a algunas asociaciones durante el 2022.

Para acceder a esta compensación, se realizaron campañas de evaluación a los pescadores artesanales, a fin de conocer su situación antes del derrame y calcular las pérdidas económicas. Para ello preguntaban la cantidad de peces que pescaban al día, en qué zonas realizaban su trabajo, qué tipo de peces recogían, entre otras cuestiones.


Aunque la asociación de Juan logró pasar las evaluaciones y llegar a una compensación, estima que existen aproximadamente 13,000 pescadores artesanales y personas afines a la pesca que no han sido reconocidos como damnificados por encontrarse en la informalidad.

“En el caso de nuestra asociación, hasta el momento, Repsol ha estado apoyando a través de la aseguradora, dando S/ 3,000 de anticipo mensuales. Pero terminó el 2022 y la contaminación continúa, por eso queremos que el Gobierno determine un informe imparcial del tiempo de afectación y recuperación del derramamiento de hidrocarburo”, solicitó.

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(FIN) SQH/LIT
JRA

Video: Derrame de petróleo: un año después persiste el daño en Ancón
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Publicado: 15/1/2023